Hace dos décadas, el actor Kevin Bacon (“Línea Mortal”, “Viernes 13”, “Footloose”, “Mystic River”, entre otras) dijo haber trabajado con casi todos los actores de Hollywood, o con alguno que actuó con alguno de ellos. Fue en una entrevista sobre “The River Wild” (1994), cinta de suspenso en la que comparte roles con Meryl Streep. Para muchos el comentario no fue más que una anécdota irrelevante, pero un grupo de “cerebritos” consideró que el actor había planteado una compleja paradoja matemática. Los muchachos crearon un foro de discusión en Internet llamado “Kevin Bacon es el centro del universo”. ¿Exagerados? No.
Los estudiantes Craig Fass, Brian Turtle y Mike Ginelli –un trío de chancones del Albright College de Pensilvania– desarrollaron el juego Los seis grados de separación de Kevin Bacon. La ingenua declaración del actor visibilizó que estamos más conectados de los que creemos. El juego se basa en relacionar a cualquier actor del planeta con Bacon, sea a través de actores, directores o técnicos. El resultado se conoce como el “número Bacon”, es decir el grado de separación entre cualquier actor y Bacon. Y ese asunto terminó extendiéndose al grado de separación entre cada uno de los seres humanos.
“El planeta Tierra nunca ha sido tan pequeño como en la actualidad, el acelerado desarrollo de las comunicaciones lo ha reducido”. Esta frase, aparentemente tan actual, aparece en el “Chains” (Cadenas) del húngaro Frigyes Karinthy, y es de… ¡1929! Karinthy difundió la idea de que a partir de un reducido grupo de contactos podía construirse una cadena de crecimiento exponencial que vinculaba a la humanidad entera. Su cuento es el más antiguo registro de lo que hoy se conoce como la “teoría de los seis grados de separación”.
En el 2003 el sociólogo Duncan Watts, de la Universidad de Columbia, retomó el tema en su libro “Seis grados: la ciencia de una edad conectada”. En el 2008 Microsoft lo demostró tras analizar los mensajes de 180 millones de sus usuarios. ¿Conclusión? Apenas seis personas nos separan de cualquiera otra, o mejor dicho, nos conectan. No es una leyenda urbana sino una teoría validada y respetada.
Los análisis de Microsoft demostraron que cualquier par de usuarios –elegidos al azar– estaban interconectados por un promedio de 6,6 “eslabones”. El “Washington Post” publicó que las afirmaciones de los investigadores Horbitz y Leskovec, en el sentido de que la red social de Microsoft había validado, por primera vez, la teoría de los seis grados.
En 2011 Facebook realizó su propio estudio –“Anatomía de Facebook”– con sus usuarios activos. Al momento del estudio estos sumaban 721’000.000, casi el 10% de la población mundial. A través de análisis de los “amigos en común” se sacó el promedio de separación entre cualquier persona con otra y demostraron que 99,6% estaban separados por 5 grados, para ser exactos 4,75 personas. La de Facebook es la más reciente de las constataciones. La red (o network) de cualquier persona con unos pocos enlaces es el puente para llegar a la totalidad de la humanidad humana. Así tú, yo o cualquiera se convierte en el centro del universo.