“Señorita, déjeme decirle que tiene unos ojos muy hermosos y discúlpeme el abuso”, le escribiste por WhatsApp a una periodista a la que le hiciste una entrega a domicilio. Imagino que la estás pasando muy mal, sin entender cómo es que lo que consideras fue un piropo te dejó sin trabajo.
“Tal vez fue inapropiado o desubicado”. “Un exceso de confianza y un error usar su número, pero no acoso”. “Solo hice un comentario sobre sus ojos”. “Nunca le solicité o siquiera sugerí obtener favores sexuales”. “Fue un piropo respetuoso”. “No entiendo cómo decir que tiene unos ojos bonitos es acoso sexual”.
Así fueron respondiendo por ti en Twitter muchos hombres y algunas mujeres.
Y, claro, estás confundido. No fue con lo que creciste. Esto no es lo que te enseñaron.
“Mis papás se conocieron así y son muy felices”. “¿Esto quiere decir, entonces, que la era del piropo, de la galantería, del cumplido de antaño ya fue (no groserías ni vulgaridades obvio)?”. “Es que me parece increíble que ahora ya no se pueda ni dar un piropo a otra persona que nos agrade”. “¿Cuál es ahora la diferencia entre seducir y acosar?”.
Las respuestas no son fáciles. Lo que para tus papás pudo ser tal vez galantería, hoy ya no lo es. Los tiempos cambian y ahora estamos reescribiendo la forma en la que hombres y mujeres nos relacionamos. Las generaciones que vienen lo harán también. ¿Eso significa que ya no vas a poder conquistar a alguien? En lo absoluto. Significa que tiene que haber interés mutuo. Siempre tuvo que haber interés mutuo. Por eso es que la historia de tus papás es una de amor y no de acoso.
No hay nada de romántico en utilizar para fines distintos el número privado que una persona dio para algo en concreto. Ella no te ha dado su teléfono porque le gustas. Lo tienes por tu trabajo y no tenías por qué contactarla fuera de ese marco. Tú decidiste usar su contacto como tu directorio privado. ¿Cuál era la necesidad de escribirle que te gustaban sus ojos? ¿Haces lo mismo con los clientes hombres?
¿Te sigue pareciendo que no es para tanto, que no es acoso? Eso es porque insistes en mirarlo desde tu perspectiva. Pero la clave para diferenciar está en la empatía, en ponerte en los zapatos de ella.
Amigo, date cuenta, un ‘piropo’ puede hacer que las mujeres sintamos miedo. Para la periodista a la que le escribiste eres alguien que utilizó su número de teléfono para hacerle comentarios no solicitados ni bienvenidos sobre su apariencia física. Además, sabes dónde vive. Ella no sabe si ese mensaje de WhatsApp es lo único que vas a hacer. Y, lamentablemente, tiene motivos para asustarse y pensar que no va a quedar ahí. ¿Sabes por qué? Porque muchas de sus colegas periodistas tienen acosadores que fueron de a pocos y ahora las persiguen constantemente. Y es que así se empieza, con algo que puede parecer un inocente piropo, pero también puede escalar y convertirse en algo más grave. ¿Te das cuenta ahora de que no fue solo un comentario sobre sus ojos?
Sí, puede ser que haya hombres que no consideren que esto es acoso. Pero quizás pueden preguntarse qué podemos estar sintiendo las mujeres. Hay mujeres que pueden sentirlo como agrado, pero hay otras que podemos sentirlo como intimidación o miedo. Y para evitar el riesgo de lo segundo, la próxima vez que vayas a repartir un producto a una mujer que no te dio su número porque le gustas, no le mandes un piropo.
*Este artículo fue escrito sobre la base de casi 600 comentarios que se hicieron como respuesta a un tuit de la autora en menos de 24 horas, y que fueron sistematizados para este fin.
C/ el caso de #MabelHuertas hay nuevo debate sobre lo q es o no #AcosoSexual. ¿Es connotación sexual? ¿fue piropo?, 'es exagerada', 'no fue c/ mala intención', ¿xq no se queja de Christian Meier? etc. Abro 🧵 xq hay muchos errores comunes en estos comentarios. Lo 1ero: es acoso.
— Marlene Molero Suárez (@mmolerosuarez) June 4, 2020