Era enero del 2021 y Stephen Miles Lewis intentaba mantener la paz. Dos semanas antes, una turba de manifestantes pro-Trump había asaltado el Capitolio, y los círculos en los que se movía rebosaban de tensión. Lewis, un hombre de mediana edad con barba canosa, estaba sentado en su escritorio, frente a una pared cubierta de carteles de extraterrestres, ovnis y Pie Grande. En un video de YouTube, instó a los espectadores a “dar un paso atrás y ojalá pensar, meditar, reflexionar sobre los tiempos que corren”. Expresó su frustración por el hecho de que el término ‘teórico de la conspiración’ se utilizara cada vez más como un insulto. “Después de todo –señaló– yo soy un conspiracionista”. Lewis intentaba mantener la calma para evitar que la comunidad de la que formaba parte desde los 18 años se desintegrara. Pero en los años transcurridos desde entonces, se ha visto perturbado por los elementos más oscuros de un mundo que creía conocer.
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