Escuchar la palabra ‘bicentenario’ genera el imaginario de un pasado remoto, casi una historia épica protagonizada por los héroes y precursores de nuestra independencia: Tomasa Tito, Basilio Auqui, María Parado, José Andrés Rázuri. Aludir a los escenarios de las batallas decisivas para lograr nuestra libertad, las pampas de Chacamarca y Ayacucho, también se asemeja a un relato de cabecera: nos sucede que, a veces, vemos nuestra historia desde lejos, nos enajenamos de ella.
Sin embargo, como herederos de estos triunfos, tenemos el deber de reconocer y ser conscientes de que la sociedad actual no es sino fruto de los siglos de historia que nos preceden. Los lugares donde se batalló la libertad son los mismos donde hoy recorremos nuestros días, los años de lucha se reflejan en los cuentos, canciones y danzas de nuestros abuelos; así como algunas brechas que, lamentablemente, aún coexisten en nuestros tiempos. Conmemorar nuestra independencia nos debe acercar a esta reflexión del país que somos, pero también de la nación que queremos construir.
La esencia de los peruanos y peruanas está en las múltiples formas en las que vivimos y expresamos nuestra identidad. Como país, tenemos el deber de preservar estos reflejos de nuestra historia, bases fundamentales que nos han llevado a construir la sociedad en la que vivimos el día de hoy, pero también reconociendo las brechas que debemos superar con unidad.
Cómo no sentirnos orgullosos si la extensión de nuestro territorio alberga siglos de historia, triunfos, anhelos y caminos emprendidos por quienes nos precedieron. Es así que, como Proyecto Especial Bicentenario, nos embarcamos en la misión de revalorar las múltiples manifestaciones de esta rica historia que adquieren formas de danzas, platos típicos, festividades, canciones, cultura viva.
Recorriendo el norte, centro, sur y oriente, hemos sido testigos orgullosos del legado de nuestros antepasados. Sin embargo, a 200 años de la consolidación de nuestra libertad, también debemos apostar por alcanzar un país cada vez más justo.
La república que visionamos reconoce la diversidad y la celebra. Desde el Proyecto Especial Bicentenario, seguiremos apostando por todas aquellas formas en las que, como peruanas y peruanos, expresamos nuestra libertad e historia para sentirnos cada vez más orgullosos de ella.