Prófugo y tuitero, Vladimir Cerrón tiene un motivo más para permanecer en su escondite. Esta vez el Poder Judicial ha dictado una nueva orden de prisión preventiva contra el líder de Perú Libre por su presunta implicancia en diversos actos de corrupción durante su gestión como gobernador de Junín. Cerrón ya acumula varias sentencias por delitos como colusión y negociaciones incompatibles, y está no habido desde hace más de un año.
Y aunque la Policía lo busca a su ritmo (Santiváñez jura que ya cae), es de resaltar que su partido mantiene una presencia clave en el Congreso, y la Fiscalía de la Nación ya investiga si ha recibido el apoyo del altos funcionarios del gobierno y particulares para mantenerse en la clandestinidad.