El ataque al mercado navideño en Berlín finalmente confirmó la advertencia que había dado EE.UU. y la inteligencia europea en dos informes publicados el mes pasado. La alerta estaba puesta sobre festivales al aire libre durante las fiestas de fin de año y la posibilidad de que seguidores del Estado Islámico (EI) empleen métodos poco elaborados, como el uso de autos contra peatones, para ocasionar la mayor cantidad de víctimas.
El hecho de que el principal sospechoso sea un viejo conocido de la policía no es ninguna sorpresa. Ya pasó en París y Bruselas y ahora son los agentes alemanes los que tienen que pagar por su inacción. Según los medios locales, el tunecino Anis Amri tuvo contactos con un clérigo extremista que lo radicalizó en tiempo récord, con lo que se confirma otro patrón detectado por los servicios de inteligencia: los atacantes mueren en el nombre de Alá, pero no tienen la más peregrina idea de qué es el islam.
--- ISLAM PARA DUMMIES ---
Sirva como ejemplo la historia de dos ingleses que compraron “Corán para dummies”, “Islam para dummies” y “Árabe para dummies” en Amazon antes de unirse a la guerra siria. Mohammed Nahin y Yusuf Zubair, de 22 años, vivían en un suburbio de Birmingham donde el 66% de la población es musulmana y nadie se inquieta por las barbas onduladas. Su existencia cobró notoriedad el día que se subieron a un avión rumbo a Turquía y la mamá de Yusuf encontró una carta en la que su hijo le pedía que le pague el celular porque él iba a estar ocupado “luchando contra los enemigos de Alá”.
Sus padres les rogaron regresar y 8 meses después fueron arrestados en el aeropuerto de Heathrow cayendo con una colección de fotos de ambos posando con fusiles y maletas repletas de rastros de TNT y nitroglicerina. Ideal como para volar el vecindario.
Los dos amigos, ahora condenados a 13 años de prisión, cumplían la norma del recluta ideal: escasa formación religiosa, necesitados de pertenencia y notoriedad.
Un análisis de la consultora Soufan Group basado en documentos filtrados del EI refuerza este perfil; el 70% de los viajeros a Siria e Iraq tienen apenas nociones básicas sobre la sharia (ley islámica), el 24% conoce medianamente el islam y solo un 5% tiene fundamentos sólidos de esta religión.
--- CONVERSOS EN AUGE ---
Robin Simcox, especialista en terrorismo del Heritage Foundation calcula que entre julio del 2014 y agosto del 2015 se frenaron 32 atentados del EI en 10 países occidentales. En total estaban involucrados 58 individuos de 14 nacionalidades distintas y en casi la mitad de los casos los terroristas recién se habían convertido al islam.
El principal blanco era Estados Unidos. Ahí se desbarataron 12 planes bajo una gran complejidad ya que a diferencia de los europeos que suelen recibir adoctrinamiento en grupos y se organizan en células formadas por hermanos y amigos, los estadounidenses se radicalizan solos y eso los vuelve más difíciles de detectar. Dato adicional: el 67% de los detenidos en EE.UU. por cargos de yihadismo no provienen de familias musulmanas.
El informe de Simcox, al igual que los estudios del antropólogo Scott Atran, uno de los mayores expertos en psicología del terrorismo, profesor de Oxford y asesor de la Casa Blanca, concluye que los factores que impulsan la radicalización no tienen que ver con el Corán sino más bien con una promesa de recordación eterna.
Se trata de gente que durante la mayor parte de sus vidas no han cumplido los preceptos del islam. Como el belga Abdelhamid Abaaoud, cerebro del 15-N en París, que apenas había pisado una mezquita antes de entrenar en Siria, o Mohamed Lahouaiej, el francés de origen tunecino que arrolló a una multitud en Niza y que no ayunaba en Ramadán y era un habitual consumidor de drogas.
Atran sostiene que son jóvenes en una etapa de transición que carecen de una identidad sólida y llegan por iniciativa propia a la yihad con la intención de hacer algo significativo. El camino al extremismo puede tomar años o días, dependiendo de la influencia de otros. Tres de cada cuatro personas que se unen a la yihad lo hacen a través de amigos y muy pocos son captados en mezquitas.
--- BARBARIE DIGITAL ---
Ahora el punto de encuentro es Internet donde las redes yihadistas emplean cientos de horas online con cada persona que consideran lista para escucharlos. “Usan frustraciones personales, aspiraciones, su descontento y lo ponen en el marco de su propia historia mundial, el de la persecución de los musulmanes y la necesidad de cambiar este mundo", explicó Atran a “Scientific American”.
En lo que va del año, el EI ha subido a Internet alrededor de 1.530 videos de alta definición con una duración promedio de 15 minutos cada uno. Y no se trata solo de decapitaciones y masacres. Los más recientes buscan vender a un Estado Islámico que existe y ofrece servicios básicos como salud y educación para sus seguidores. El 33% de los videos están en árabe y en inglés, el 24% en ruso, el 22% en francés y el 21% restante en otros idiomas.
Internet no es solo su mayor herramienta para captar adeptos y ordenar atentados, sino también para difundirlos. Una reciente investigación del diario “El Mundo” revela que tres minutos antes de los ataques en París y Niza, el Estado Islámico activó 3 mil cuentas en redes sociales para garantizar la máxima difusión de los 217 asesinatos.
No se sabe si esto se repitió en Berlín, pero tenga por seguro que ahora Europa está en alerta máxima. No solo por el atentado en suelo alemán y las fiestas de fin de año, sino por las recientes derrotas del EI en Mosul y Raqqa, sus mayores bastiones en Iraq y Siria. El pasado nos demuestra que lo que pierden en el terreno, lo compensan con ataques en los lugares de origen de sus enemigos.
--- La captación por Internet ---
1. Primer contacto
Los reclutadores monitorean foros y webs de organizaciones musulmanas donde se denuncian abusos contra esta comunidad. Vigilan a quienes escriben mensajes contra Occidente o hablan de la hégira (emigración de La Meca a Medina).
2. Creación de microcomunidad
Se aseguran que el objetivo reciba una gran cantidad de tuits y links a historias y videos. El objetivo es que sepan que pueden emprender una conversación a cualquier hora del día. Los mensajes exhortan al aislamiento y la desconfianza sobre los que no profesan el islam.
3. Comunicación privada.
Aconsejan usar VPN para impedir que los proveedores de Internet y las agencias de inteligencia lean las comunicaciones. Navegan a través de Tor, el mismo explorador usado para acceder a la Deep Web. Para chatear usan Telegram, Cryptocat o Wickr. No recomiendan WhatsApp. Los correos los envían por servicios como ProtonMail o HushMail y para mensajes de voz optan por RedPhone o Signal.
4. Pasar a la acción
Según el analista J.M. Berger, en algún momento de la relación, el reclutador identificará a quien se muestre más enganchado para perpetrar un ataque y lo animará a hacerlo. Pero si de un inicio el sujeto solicita contactarse en privado para una misión, levantará sospechas y se le recomendará una acción en solitario, con lo cual se limita la posibilidad de comprometer a toda la red de apoyo.
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