El reciente avance de las fuerzas iraquíes en Ramadi significaron un nuevo golpe para el grupo terrorista Estado Islámico, y es que pese a que los yihadistas han mostrado acciones más violentas este año las cifras indican que han perdido parte de su territorio en Iraq y Siria.
Según la consultora IHS Jane, desde enero el Estado Islámico perdió el control de unos 12.800 kilómetros cuadrados, lo que supone un 14% de pérdida de territorio. Actualmente domina 78.000 kilómetros, según el informe.
Además de Ramadi, otras pérdidas críticas para los terroristas del Estado Islámico fueron las de Kobane en enero, Tikrit en marzo y la refinería de Baiji en octubre. En estas operaciones se vieron involucradas tanto fuerzas iraquíes como apoyo estadounidense y la importante participación de combatientes del Kurdistán.
Si bien el poder del Estado Islámico se sigue concentrando en Iraq y Siria, el grupo yihadista ha recibido duros reveses tanto de la coalición internacional como de Rusia. Según información difundida por la coalición liderada por Estados Unidos, solo en esta semana se han bombardeado 119 posiciones terroristas en Iraq y 44 en Siria.
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