El arquitecto y diseñador francés Daniel Pouzet crea desde líneas de grifería hasta estadios de fútbol. El campo del Chivas de Guadalajara, que costó US$200 millones y tiene 50 mil asientos, es una de sus obras más reconocidas. “No he tenido una carrera clásica pero es porque mi vida también está llena de aventuras. Tras construir el estadio en México, vendí mi casa y decidí viajar por el mundo con mi esposa e hijos”, nos cuenta durante la videollamada que nos permite verlo en Kenia.
— Debe ser difícil diseñar en escalas tan diferentes...
Hay gente que se especializa en un dominio, para mí es muy importante que el trabajo sea un manantial de novedades, una aventura. Y las escalas hacen parte de este juego.
— ¿Esa variedad no impide que tenga un estilo propio?
El estilo no me interesa, me parece una pobreza del espíritu. Cada proyecto tiene su sentido, su razón de ser. Ya sea un edificio o un producto se debe responder a una necesidad pero con cierta poesía. ¿Cómo podría hacerlo si me limito a un estilo? Desde ese viaje busco desesperadamente la libertad.
Lea la entrevista completa en el blog de Posdata.