Gaza/Tel Aviv (DPA). Israel intensificó hoy sus bombardeos en la franja de Gaza tras la muerte de otros diez de sus soldados y bombardeó desde la pasada noche unos 150 objetivos en el enclave palestino.
Testigos palestinos relataron que hubo disparos de artillería, desde barcos de guerra y desde el aire y aseguraron que fue la peor noche desde el inicio de la ofensiva israelí hace tres semanas, "llena de horror, angustia y pánico".
Por primera vez sonaron en mitad de la noche las sirenas de alarma en Tel Aviv y despertaron a sus habitantes. Dos cohetes cayeron cerca de Rishon Lezion, al sudeste de la ciudad, informó el Ejército.
En uno de los ataques israelíes fue alcanzada la casa del líder de Hamas en la Franja, Ismail Haniya, quien no se encontraba en la vivienda, ni tampoco otros familiares. La casa del que fuera primer ministro en 2006 quedó completamente destruida, informó la televisión Al Aksa. El edificio de la emisora también fue atacado esta mañana.
Los bombardeos causaron la muerte de al menos 16 personas, señalaron fuentes palestinas. Además, 50 resultaron heridas, informaron médicos y testigos.
Desde el inicio de la ofensiva el 8 de julio han muerto 1.100 personas y resultaron heridas más de 6.500. La mayoría de los muertos son civiles, muchos de ellos mujeres y niños, señalan los equipos sanitarios locales.
Fuentes militares israelíes indicaron que han perdido a 53 soldados. Los cohetes palestinos mataron además a tres civiles.
PROPUESTA DE TREGUA
Hoy se espera que una delegación palestina de alto rango analice en Egipto una propuesta de tregua. Sin embargo, pese a todos los llamados a la calma el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, anunció el lunes que la ofensiva contra el grupo islamista Hamas continuará.
"No terminaremos la operación hasta que hayamos destruido todos los túneles" de Hamas, indicó Netanyahu.
El Ejército israelí había llamado a la población de la franja a evacuar sus hogares de inmediato y a reunirse en el centro del enclave. El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, subrayó en ese contexto que su organización no tiene más medios para recibir o ayudar a nuevas oleadas de refugiados.
Durante la jornada y la noche del lunes murieron en total diez soldados israelíes en los combates. Cinco de ellos cayeron cerca del kibutz de Nahal Oz en un enfrentamiento con unos siete milicianos palestinos que se infiltraron en territorio israelí a través de un túnel. La radio israelí señaló que se abortó además un intento de secuestro. Uno de los milicianos fue abatido y el resto logró escapar.
Cuatro soldados murieron en un ataque de mortero y otro cuando su bulldozer fue alcanzado por una granada antitanque.
El lunes, Israel y Hamas habían iniciado el día respetando un alto del fuego parcial e inoficial luego de los pedidos emitidos por Estados Unidos y el Consejo de Seguridad de la ONU para que se acordara una tregua humanitaria. Pero la violencia se reanudó durante la jornada.
Por otra parte, Estados Unidos reaccionó indignado a las críticas israelíes a los esfuerzos del secretario de Estado, John Kerry, para conseguir una tregua. En Washington la portavoz Jen Psaki habló de una "campaña de desinformación" intencional por parte israelí. "Desde nuestro punto de vista esta no es la forma en que se tratan socios y aliados", dijo Psaki durante la rueda de prensa diaria con los medios.