“Sin derramamiento de sangre inocente no será posible construir un Estado islámico”, fue la frase que Mosab Hassan Yousef, hijo de Hassan Yousef, uno de los líderes espirituales del grupo terrorista Hamas, escuchó a los cinco años de edad en una mezquita. “Eso es lo que nos daban de comer”, cuenta Yousef en una entrevista a CNN.
Mosab es el mayor de cinco hermanos. Nació en Ramala en 1978. Su padre pasó muchos años en una prisión custodiada por israelíes. Mosab fue creciendo y él cuenta que también quería pelear, porque era lo que el movimiento esperaba.
Su primer arresto fue a los diez años, durante la Primera Intifada (nombre con el que se conoce a la primera revuelta palestina en Cisjordania y en la franja de Gaza en 1987), cuando lo atraparon tirando piedras a los colonos israelíes. Entonces, lo veían como el heredero perfecto para formar una parte importante de Hamas. Sin embargo, sus dudas acerca del Islam y Hamas comenzaron a surgir al darse cuenta de la brutalidad de esta organización.
Mosab empezó a odiar la forma cómo Hamas usaba las vidas de los civiles, de los niños, en el intento por lograr su cometido ideológico.
En 1996, mientras se encontraba en prisión, se vio expuesto al servicio de inteligencia israelí (Shin Bet) y a los métodos que los agentes usaban para interrogarlo. Tomó la decisión de convertirse en un informante de ellos.
El joven se ganó el apodo del príncipe verde por el color de la bandera Palestina y por ser el hijo de uno de los grandes peces gordos del movimiento.
Su labor como espía llevó a la detención de varios dirigentes claves como Ibrahim Hamid, comandante de Hamas en Cisjordania; Marwan Barghouti, también un sanguinario líder político. Se sabe, además, que la información de Mosab evitó el asesinato de Shimon Peres, en el 2002, entonces ministro de Relaciones Exteriores y ex primer ministro de Israel durante dos periodos.
Mosab afirma que a “Hamas no le importan las vidas de los palestinos ni la de los israelíes ni la de los estadounidenses, tampoco sus propias vidas. Ellos consideran que morir por su religión es una forma de adoración”.
También añade que lo que verdaderamente Hamas busca no es la destrucción de Israel, sino “Construir un Estado islámico en los escombros de todas las demás civilizaciones”.
Mosab consiguió asilo político en Estados Unidos, donde actualmente reside. Ha sacado un libro titulado el “Hijo de Hamas”, donde cuenta su historia. Si bien es cristiano desde 1999, aún tiene una crítica fuerte a las formas en cómo se conducen las religiones.
"La religión te roba la libertad, te mata la creatividad, nos convierte en esclavos y nos enfrenta uno contra el otro. Sí, estoy hablando sobre el cristianismo y el Islam. La mayoría de los cristianos que he visto, parecen haber perdido el punto en el que Jesús nos redimió de la religión. La religión no es más que los intentos del hombre para llegar a Dios”, cree Mosab.