Casi un centenar de bombas de hasta 900 kilos explotando cada dos segundos. La compleja operación israelí para matar al líder de Hezbolá, Hassan Nasrallah, en su búnker de Beirut, fue la culminación de años de un preciso trabajo de inteligencia que no solo permitió dar con la ubicación del escondite, sino que también tener conocimiento exacto del momento en el que el objetivo estaba en el sitio. Ello teniendo en cuenta una dificultad adicional: el jefe islamista casi nunca aparecía en público y era muy discreto en sus movimientos. Sin embargo, Israel lo sabía todo.
De acuerdo con el diario estadounidense “The New York Times”, la Unidad 8200, que pertenece a la Dirección de Inteligencia de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), fue la encargada de construir y mejorar cualquier tipo de herramienta que sirviera para interceptar comunicaciones a través de Internet o teléfonos móviles de Hezbolá.
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La Unidad 8200 terminó penetrando en toda la infraestructura de la organización, lo que ayudó a Israel a realizar un elaborado mapeo de sus líderes. También desarrolló herramientas cibernéticas avanzadas para interceptar las comunicaciones de Hezbolá y monitorear sus movimientos Además, Israel mejoró la captación de imágenes a través de satélites y drones.
Desplegó drones y satélites sobre Líbano, lo que le permitió documentar incluso los cambios más sutiles en la infraestructura del grupo, como la construcción de nuevos almacenes de armas o el desplazamiento de fuerzas hacia el sur del país, anotó el NYT.
Hezbolá se había involucrado en la guerra en Gaza prácticamente desde el inicio. El 8 de octubre del 2023 comenzó a disparar cohetes contra el norte de Israel en apoyo a los palestinos de Hamás.
El 17 de septiembre, una operación de sabotaje atribuida a Israel hizo explotar miles de beepers utilizados por Hezbolá. Al día siguiente, también explotaron los walkie-talkies del grupo. Murieron 39 personas y más de 3.000 resultaron heridas, muchas de ellas con mutilaciones de manos y graves lesiones en el rostro.
Hezbolá usaba dispositivos de baja tecnología por orden de Nasrallah, quien había advertido en febrero que el teléfono móvil era en realidad un aparato de espionaje.
Según “The New York Times”, el Mossad estableció una empresa fachada en Budapest (Hungría) y fabricó beepers modificados con explosivos bajo una licencia obtenida en Taiwán, que luego fueron introducidos en el Líbano y distribuidos dentro de la red de comunicaciones de Hezbolá.
Lo que se ha visto en los útimos años es fruto de un complejo trabajo de inteligencia que viene incluso desde el fin de la guerra del 2006 que enfrentó a Israel con Hezbolá, escribió el periodista israelí Ron Ben-Yishai en el portal Ynet.
Ben-Yishai aseguró que la información precisa que alimentó a las computadoras de los aviones y a las municiones usadas fue obtenida por la Unidad 8200, que se encarga de escuchar y obtener inteligencia a través de medios cibernéticos y electrónicos. Esto se sumó a la información obtenida por la Unidad 9900, que recopila inteligencia visual y sabe cómo determinar coordenadas precisas del objetivo.
Bombas antibúnker de Estados Unidos
La penetración de inteligencia en el círculo de poder de Hezbolá era tan profunda que Israel sabía que Nasrallah y otros miembros del liderazgo se reunirían el viernes 27 de setiembre en un lugar supuestamente secreto y que se podría dar una orden de bombardearlos.
La operación israelí que involucró a los beeper de Hezbolá habría empujado a Nasrallah a tener la necesidad de reunirse en persona con otros miembros de la cúpula.
Según una información no confirmada del periódico francés Le Parisien, el espía que informó a los israelíes de que Nasrallah se dirigía al búnker era iraní. En este punto, hay que tener en cuenta que Irán es el principal patrocinador de Hezbolá.
El diario “The Wall Street Journal”, basado en autoridades israelíes, dijo que la inteligencia de Israel se enteró de la reunión horas antes de su celebración.
De acuerdo con el diario británico “The Guardian”, desde hace un tiempo Israel tenía el ojo puesto en el cuartel general de Hezbolá, ubicado debajo de un complejo de edificios de departamentos en el sur de Beirut.
El comandante del 69º Escuadrón de aviones F-15I que llevó a cabo el ataque, identificado en los medios israelíes como el Teniente Coronel M, dijo que las tripulaciones involucradas se habían estado preparando durante “varios días”, aunque sólo se les informó del objetivo previsto unas horas antes. Los aviones F-15I estaban armados para atacar y destruir bajo tierra, lo que requería una gran cantidad de explosivos, capaces también de eliminar los edificios que se encontraban encima, indicó “The Guardian”.
Israel publicó un video que muestra a los aviones caza despegando desde la base aérea de Hatzerim. En las imágenes se identifican ocho F-15I fabricados en Estados Unidos. Un experto en aviación, Justin Bronk, sostuvo que probablemente se emplearon misiles guiados de ataque directo equipados con espoletas penetrantes que estallan después de impactar en edificios o el suelo. Según la fuerza aérea israelí, se lanzaron bombas “cada dos segundos”, destruyendo completamente tres edificios residenciales y dañando gravemente otros dos.
Los expertos consultados por “The Guardian” dijeron que parecían ser bombas BLU-109 de 2.000 libras (907 kilos) de fabricación estadounidense, de la clase que la administración del presidente Joe Biden había decidido retener a Israel hace unos meses en medio de preocupaciones sobre su uso contra objetivos civiles en la densamente poblada Gaza.
Las estimaciones iniciales sobre el terreno sugerían que podrían haber muerto 300 personas, aunque el recuento oficial del Líbano fue de 11 muertos, inluido Nasrallah, y 108 heridos. Israel dijo que había matado a más de 20 miembros de Hezbolá.
Por Andrés Gómez de la Torre
Especialista en temas de Defensa e Inteligencia
Los sevicios de inteligencia de Israel nacieron prácticamente con la constitución propia del Estado en 1948. El Mossad fue creado por el primer ministro David Ben-Gurión en 1949 y fue reorganizado en 1951.
Tanto el Mossad como los otros servicios de inteligencia israelíes, el Aman y el Shin Bet, tienen un historial de importantísimas operaciones muy efectivas incluso en el extranjero.
Una de las más emblemáticas fue el secuestro del criminal de guerra nazi Adolf Eichmann en 1960 en Buenos Aires, Argentina, por un comando especial del Mossad para ser juzgado luego en Israel por el Holocausto. También está la famosa Operación Entebbe en Uganda en 1976, que combinó a las FDI con las agencias de inteligencia. Aquel año, un avión de Air France que partió de Tel Aviv con destino a París fue secuestrado por cuatro terroristas, dos alemanes y dos palestinos.
El año 2020, el Mossad eliminó a Mohsen Fkhridazeh, encargado del programa nuclear de Irán. Era considerado como el cerebro detrás del programa secreto de armas nucleares de Irán y el padre de la bomba iraní. Sus atacantes hicieron explotar un coche bomba cerca del automóvil en el que se desplazaba y después le dispararon.
Actualmente, Israel está combinando tanto los métodos de la inteligencia electrónica como la humana. Estas operaciones no son hechas de la noche a la mañana, demandan años de recopilación de información, de trabajo paciente que le permite dar fuertes golpes a sus enemigos. En el caso de Hezbolá, tras su desacabezamiento, su estructura va a estar sumamente debilitada en los próximos meses.
En el 2006 Israel no pudo matar a Nasrallah
El portavoz militar israelí Nadav Shoshani confirmó el vienes a la prensa que la recopilación de inteligencia que propició el asesinato de Nasrrallah data de varios años.
“Utilizamos inteligencia que habíamos recopilado durante años, teníamos información en tiempo real y efectuamos este ataque”, contó.
Durante la guerra del 2006, Israel intentó matar a Nasrallah tres veces. “Lo que ha cambiado, dijeron funcionarios actuales y anteriores, es la profundidad y calidad de la inteligencia en la que Israel ha podido apoyarse en los dos últimos meses, empezando por el asesinato el 30 de julio de Fuad Shukr, una de las manos derechas de Nasrallah, cuando visitaba a un amigo no lejos del lugar del atentado del viernes”, señaló el diario inglés Financial Times.
“Durante dos décadas, la sofisticada Unidad 8200 de inteligencia de Israel y su dirección de inteligencia militar, denominada Aman, extrajeron enormes cantidades de datos para trazar el mapa de la milicia en rápido crecimiento de la ‘arena del norte’ de Israel”, agregó.
El periodista Ron Ben-Yishai sostuvo en su artículo en Ynet que sus fuentes de Defensa le dijeron que el Mossad estudió las fortalezas y debilidades de Hezbolá y luego planificó y comenzó a llevar a cabo una serie de operaciones de inteligencia sobre el terreno, que se ven reflejadas en lo que está pasando ahora.
“No fue el ‘conocimiento de oro’ lo que permitió el asesinato de Nasrallah, sino la infraestructura de inteligencia que permitió al jefe de gabinete, al ministro de Defensa y al primer ministro decidir que querían asesinar a Nasrallah la semana pasada, y sabían que la comunidad de inteligencia y la infraestructura preparada por el Mossad les darían el momento, el lugar y el momento que querían”, indicó Ben-Yishai.
El éxito de la estrategia de Israel para eliminar a Nasrallah y a casi toda la cúpula de Hezbolá contrasta con el fracaso atribuido a los servicios de inteligencia por no haber podido detectar a tiempo la operación de Hamás del 7 de octubre, cuando penetró en territorio israelí y mató a más de 1.200 personas y secuestró a unas 250.
De acuerdo con Reuters, la Unidad 8200 es el equivalente a la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) de Estados Unidos o la GCHQ del Reino Unido. Es la unidad militar más grande de las Fuerzas de Defensa de Israel. Es heredera de unidades tempranas de descifrado e inteligencia formadas en el nacimiento del Estado de Israel en 1948.
Sus actividades suelen ser altamente secretas y van desde inteligencia de señales hasta minería de datos y ataques y golpes tecnológicos.
Reuters enumeró algunas de las operaciones en las que supuestamente ha estado involucrada: el ataque viral Stuxnet del 2005-10 que deshabilitó las centrifugadoras nucleares iraníes, un ciberataque en el 2017 a la compañía estatal de telecomunicaciones de Líbano, Ogero; y la neutralización de un ataque del Estado Islámico a un avión de pasajeros civiles que viajaba de Australia a los Emiratos Árabes Unidos en el 2018.
Su personal es seleccionado entre jóvenes que están saliendo de la adolescencia y principios de los 20 años, algunos identificados en programas de secundaria altamente competitivos, y muchos de los cuales han seguido carreras en el sector de alta tecnología y ciberseguridad. Reuters dijo que antiguos miembros sostienen que la cultura de la Unidad 2800 se asemeja a la de una startup, con equipos pequeños trabajando con un grado inusual de libertad diseñado para fomentar la creatividad.
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