El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, pidió el miércoles a Israel utilizar la muerte del líder de Hamás, Yahya Sinwar, para poner fin a la guerra en Gaza, que ya dura más de un año y ha costado la vida a más de 42.000 palestinos, la mayoría mujeres y niños. También manifestó que se debe lograr un acuerdo que permita el retorno de los rehenes. ¿Estamos cerca o lejos de que se cumpla ese propósito?
Durante su visita a Israel, la undécima a la región del Medio Oriente desde que empezó la guerra el 7 de octubre del 2023, Blinken remarcó que ese país ha logrado la mayoría de los objetivos estratégicos que se planteó en Gaza. “Ahora es el momento de convertir esos éxitos en un éxito estratégico duradero”, agregó.
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“Realmente quedan dos cosas por hacer: traer a los rehenes a casa y poner fin a la guerra con un entendimiento de lo que seguirá”, siguió.
La semana pasada, Yahya Sinwar, máximo líder de Hamás y uno de los cerebros del ataque de hace un año en Israel que dejó más de 1.200 muertos, fue abatido por fuerzas israelíes en Rafah, al sur de Gaza.
Entonces, Estados Unidos manifestó que era el momento para reactivar las negociaciones para un alto el fuego, pero hasta el momento nada se ha avanzado.
Israel ha dicho que las negociaciones fracasaron porque había exigencias inaceptables por parte de Sinwar. Hamas ha manifestado que sus demandas de un alto el fuego duradero, la retirada total de las tropas de Israel de Gaza y la liberación de un gran número de prisioneros palestinos a cambio de los rehenes no han cambiado. El grupo palestino sostiene que no hubo acuerdo porque Israel quiere mantener una presencia militar duradera en algunas partes de Gaza.
El martes Blinken se reunió con el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu y otros altos funcionarios de ese país.
En esa cita, Blinken indicó a Netanyahu que la muerte de Sinwar puede abrir el camino a un alto el fuego en Gaza.
Netanyahu respondió que la muerte de Sinwar “podría tener un efecto positivo sobre el regreso de los rehenes”.
La cadena CNN remarcó que el resumen israelí de la reunión entre Netanyahu y Blinken indicó que discutieron sobre “el progreso de los combates en Gaza contra la organización terrorista Hamás, y los esfuerzos supremos que Israel está haciendo para traer a todos los rehenes de vuelta a casa”. No se mencionó ningún impulso para poner fin rápidamente al conflicto en Gaza.
De acuerdo con Times of Israel, en la reunión Blinken presionó a Netanyahu para que diga públicamente que no pretende sitiar el norte de Gaza.
El 7 de octubre de 2023, Hamás atacó por sorpresa en Israel y mató a 1.206 personas, en su mayoría civiles, y secuestró a 251, de los cuales 97 permanecen cautivos en Gaza, aunque 34 de ellos fueron declarados muertos por el ejército israelí.
El mismo 7 de octubre Israel declaró la guerra a Hamás e inició una ofensiva en Gaza que ya ha dejado 42.792 muertos, en su mayoría civiles, según datos del Ministerio de Salud del gobierno de Hamás.
Actualmente, Israel lleva adelante una amplia operación en el norte de Gaza, donde ha reducido drásticamente la entrada de ayuda humanitaria. Hasta antes de la operación que comenzó el 4 de octubre, unas 400.000 personas permanecían en la devastada región. Según la ONU, más de 56.000 personas han huido por la nueva ofensiva.
La administración del presidente Joe Biden envió a Israel una carta en la que le advertía que no permitir la entrada de ayuda humanitaria suficiente al norte de Gaza podría traer como consecuencia la paralización de la entrega de armas ofensivas estadounidenses a su aliado. Le dio plazo hasta mediados de noviembre.
La suspensión de la entrada de ayuda al norte de Gaza dio lugar a informes que señalaban Israel estaría aplicando el denominado Plan de los Generales, una estrategia diseñada por oficiales en retiro que apunta a sitiar el norte de Gaza para que Hamás se rinda o sus milicianos mueran de hambre.
Al menos 770 palestinos han muerto en el norte de Gaza, especialmente en el campamento de refugiados de Jabalia y sus alrededores, desde el inicio del cerco militar, denunció el miércoles el Gobierno de Gaza, en manos de Hamás.
Times of Israel dijo que Netanyahu aseguró a Blinken en privado que Israel no está implementando un plan para aislar el norte de Gaza, pero se negó a decirlo públicamente.
¿Estamos cerca del fin de la guerra?
Carlos Novoa, periodista especializado en temas del Medio Oriente, cree que estamos lejos de un acuerdo para el fin de la guerra, “porque la única manera de que se pueda parar esto sería con una negociación, con un alto el fuego, con un entendimiento entre ambas partes, de alguna manera, cosa que no va a ocurrir porque ya ha sido claro que la estrategia del Gobierno Israelí es aplastar a Hamas como sea”.
“Israel ha diezmado militarmente a Hamás, pero el gran problema tiene que ver con que Hamás está mezclado entre la población de Gaza, que son más de dos millones de personas. Entonces eso no va a poder ser, porque no se va a poner fin a esta guerra, esto tiene para rato. Lo que puede haber son acuerdos, o lo peor que puede ocurrir es que ya el mundo no se preocupe de lo que está pasando en la franja”, agregó.
En Israel, esta semana los ministros de extrema derecha Ben Gvir y Bezalel Smotrich han reiterado que deben volver los asentamientos a Gaza, pues consideran que sin asentamientos no habrá seguridad para su país.
Sobre este punto, Novoa opinó que eso sería lo ideal para el grupo bastante radical que forma parte de la coalición de Netanyahu, pero Gaza no es Cisjordania.
“Ariel Sharon, que ha sido un duro de la historia de la política israelí, ordenó la evacuación de unos 20 asentamientos que había dentro de Gaza, un territorio muy pequeño comparado con Cisjordania, muy estrecho. Entonces, asentamientos judíos dentro de Gaza significaría un control total dentro de la propia franja. No lo veo viable además por toda la infraestructura de túneles y toda la destrucción que hay dentro de la franja en este momento”, refirió Novoa.
“No lo veo factible, pero Israel lo puede hacer, aunque esto sería el fin ya de la gente que vive ahí. Si en Cisjordania, que es un territorio mucho más extenso, miren cómo están los pobladores palestinos. Cada asentamiento judío israelí en la franja tendría que estar rodeado de fuerzas armadas, de infraestructura, sería un caos total”, sostuvo.
Novoa dijo que la única manera para que ello ocurra sería que Israel tome el control total de la franja, dentro y fuera.
El analista internacional Enrique Banús, director del Instituto de Estudios Europeos de la Universidad de Piura, manifestó a El Comercio que inmediatamente después de conocerse la noticia de la muerte de Sinwar, tanto Biden como la candidata presidencial demócrata Kamala Harris llamaron a Israel a buscar un acuerdo para el fin de la guerra.
“Incluso dentro de los militares en Israel hay un cierto deseo de terminar ya con la guerra, pero el problema es que Netanyahu depende de sus socios de extrema derecha, y estos para nada quieren acabar con la guerra”, sostuvo Banús.
“En Israel también hay voces que dicen hagámoslo negociando, incluso el presidente Isaac Herzog ha dicho algo que se puede interpretar en esa línea, porque él habló de traer a los rehenes por cualquier medio, entonces esto implicaría también la negociación. Pero Netanyahu no ha mostrado ni un resquicio de ir en ese sentido, entonces no creo que estemos cerca del fin de la guerra”, remarcó.
En cuanto a la posibilidad de que haya asentamientos israelíes en Gaza, Banús indicó que los ministros radicales están en una postura maximalista, pero no cree que llegue a ocurrir.
“Lo importante es encontrar una fórmula de gobierno en Gaza que excluya a los radicales, eso no es fácil, pero Israel no lo está trabajando. Tiene que haber una alternativa. Si no la hay, volveremos a lo mismo e Israel tendrá una amenaza a su seguridad. Sin embargo, no creo que volver a los asentamientos sea la solución, ni desde el punto de vista político ni de seguridad”, puntualizó Banús.