Este jueves 25 agentes estadounidenses capturaron a Ismael ‘El Mayo’ Zambada, uno de los fundadores del infame Cártel de Sinaloa y quien nunca había pisado la cárcel a pesar de su larga trayectoria criminal. La detención del denominado “Capo de Capos” representa un certero golpe para la peligrosa organización criminal, una de las principales encargadas de traficar con fentanilo desde México hacia Estados Unidos.
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“El Departamento de Justicia tiene en su custodia a dos supuestos líderes del cartel de Sinaloa, una de las más violentas y poderosas organizaciones del mundo”, señaló el fiscal general de Estados Unidos, Merrick Garland, a través de un comunicado.
Junto a Zambada, además, se confirmó la detención de Joaquín Guzmán López, uno de los hijos del encarcelado Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán. Por la captura de ‘El Mayo’ Estados Unidos ofrecía una recompensa de 15 millones de dólares, mientras que por Guzmán existía una de 5 millones.
La detención de ambos criminales se produjo en una pista de aterrizaje privada de la ciudad fronteriza de El Paso, en Texas. Sin embargo, las autoridades estadounidenses no han brindado mayores detalles y se desconoce si se trató de una captura o de una entrega. La directora de la Administración de Control de Drogas estadounidense (DEA) consideró la operación como “un golpe al corazón del cártel” debido a la importancia de ambos personajes en la organización criminal.
“Es inexplicable. A título personal no puedo dar crédito a una detención o entrega tan fácil de un narcotraficante de esa talla. Decían que El Mayo era un gran negociador que supo construir alianzas con autoridades tanto mexicanas como estadounidenses para siempre negociar su impunidad y mantenerse fuera de los objetivos prioritarios. Por eso la versión de su caída me parece poco creíble. Las primeras imágenes, por ejemplo, no muestran un cinturón de seguridad o un grupo de sicarios que acompañaran al capo. Por eso no lo puedo calificar de otra forma que no sea inexplicable”, comenta a El Comercio Salvador Maceda, periodista mexicano y jefe de la sección Seguridad y Justicia de la agencia Fuerza Informativa Azteca.
Estas detenciones se enmarcan en la guerra frontal que le ha declarado el gobierno de Estados Unidos a las mafias de fentanilo, un letal opioide sintético que ha desatado una emergencia sanitaria por las más de 100 mil muertes que causa cada año.
Cabe resaltar que las autoridades mexicanas no fueron informadas sobre la operación, por lo que el presidente Andrés Manuel López Obrador solicitó un “informe completo” al gobierno estadounidense en aras de la “transparencia”.
“Sería muy aventurado confirmar que fue una entrega negociada o que fue traicionado porque como periodista necesitaría tener evidencias confirmadas, pero hace suponer que hay algo oscuro detrás de esa captura o entrega. Nos levanta muchas sospechas que no existan esos comunicados (entre autoridades de ambos países), cuando cayó el mismo Chapo Guzmán hubo posicionamiento de ambos gobiernos tanto cuando lo capturaron como cuando lo extraditaron. Eso nos levanta mucha sospecha. Más sospechoso aún es que se haya dado en tiempos electorales”, comenta Maceda, quien cuenta con más de veinte años de experiencia cubriendo temas relacionados a seguridad en México.
- Quién es El Mayo Zambada -
Nacido el 1 de enero de 1948 en El Álamo, Sinaloa, México, Zambada comenzó su carrera en el tráfico de drogas en la década de 1970. Durante su larga trayectoria criminal se caracterizó por ser discreto y escurridizo, lo que le permitió evitar a la justicia durante todo este tiempo.
‘El Mayo’ jugó un papel fundamental en la expansión y operación del Cártel de Sinaloa. Bajo su dirección, el grupo criminal consiguió establecer rutas de tráfico hacia Norteamérica, Europa y Asia, involucrándose en el tráfico de cocaína, marihuana, heroína y recientemente en el fentanilo.
A diferencia de otros narcotraficantes, mayores detalles sobre la vida de Zambada son prácticamente desconocidos a la fecha. Uno de los hechos más insólitos en torno a él, sin embargo, se produjo en abril del 2010, cuando llevó a su casa al reputado periodista mexicano Julio Scherer, fundador de la revista Proceso, en la que confesó que uno de sus mayores miedos era terminar preso.
“El Mayo Zambada tuvo medio siglo de operaciones en los que vio caer a personajes como Miguel Ángel Félix Gallardo, a Rafael Caro Quintero, capos antagonistas, a los hermanos Arellano Félix, a dos de los Beltrán Leyva y a su propio compadre El Chapo Guzmán, pero él siempre se movió con un bajo perfil”, señala Maceda.
Zambada está incluido en por lo menos cinco grandes causas judiciales abiertas entre el 2003 y el 2016 en Estados Unidos, según un artículo del diario El País. Además, en febrero del 2024 fue acusado de tráfico de fentanilo por un tribunal de Nueva York.
Reportes recientes sobre él daban cuenta que se encontraba enfermo, sin precisar mayores detalles al respecto. En una primera audiencia realizada este viernes 26 en su contra, la defensa de Zambada lo declaró no culpable de los cargos que se le imputan, según un documento al que tuvo acceso la agencia EFE.
Aún no se sabe exactamente de qué cargos se declaró no culpable Zambada, ya que el escrito de acusación que figura en el caso es de 2012 y, por ahora, se desconoce si existe un documento más actual que detalle los cargos que le imputa Estados Unidos.
Para el próximo miércoles 31 está ya programada una audiencia de lectura de cargos para Zambada en la misma corte federal en El Paso, aunque él ha pedido no comparecer en persona y que lo hagan sus abogados.
- Cártel fragmentado -
Tras la última caída de ‘El Chapo’ Guzmán en el 2016, el Cártel de Sinaloa se fragmentó hasta en cuatro facciones, según el último informe anual de la DEA.
Según la agencia antidrogas estadounidense, Zambada controlaría una de dichas facciones, los hijos de Guzmán agrupados bajo el alias de ‘Los Chapitos’ tendrían el control de otra, mientras que las dos últimas estarían bajo el poder del hermano de ‘El Chapo’, Aureliano Guzmán Loera, y de los familiares de Rafael Caro Quintero, otro capo que fue apresado en el 2022.
Falko Ernst, analista para México del International Crisis Group, explicó a la agencia AFP que capturas como las de Zambada y Guzmán López causarán una fragmentación mayor del crimen organizado en México.
“Según nuestros cálculos, en este momento hay unos 200 actores armados” en dicho país, señala Ernst, quien considera que la fragmentación de los grupos criminales complicará aún más el combate contra el narcotráfico.
Otro macabro panorama que se abre luego de las capturas es que se intensifiquen las disputas territoriales del Cártel de Sinaloa con otras bandas criminales, lo que agravaría aún más la situación de violencia en un país que acumula más de 450 mil asesinatos y 100 mil desapariciones relacionadas al narcotráfico en los últimos 20 años.
“No solo impacta en el tráfico del fentanilo sino también en el de la heroína, cocaína y otras drogas. La caída de ‘El Mayo’ Zambada presupone una gran recomposición. El Cártel de Sinaloa, desde que ‘El Chapo’ Guzmán fue capturado y extraditado, empezó a trabajar en dos cúpulas muy visibles: la de ‘El Mayo’ que representaba a la vieja guardia y la de ‘Los Chapitos’. Yo lo veo como una familia que se pelaba la herencia desde que El Chapo fue atrapado. Ahora Los Chapitos manejarán los hilos del cártel y podría suponerse que asumirán el liderazgo, seguirán los pasos de su padre que hacia alianzas con muchas organizaciones. Pero la disputa no va a acabar, a partir de la caída de El Mayo se puede venir una guerra muy fuerte, primero en Sinaloa y luego en el país. Recordemos que el Cártel de Sinaloa tiene operaciones en 17 de los 32 estados que componen México”, apunta Maceda.
La situación, que parece incontrolable, es motivo de crítica por parte de los opositores a AMLO, quienes lo acusan de extrema pasividad frente al narcotráfico. La Administración de López Obrador ha preferido promover la denominada política de “abrazos, no balazos”, en la que priorizan atacar las raíces del problema, tales como la pobreza, antes que la guerra armada frontal contra los grupos criminales.
Desde Estados Unidos reconocen que en el gobierno de AMLO se ha conseguido extraditar a importantes figuras como otro de los hijos de ‘El Chapo’, Ovidio Guzmán. Sin embargo, persiste el temor de las autoridades estadounidenses de que la información sobre las operaciones que llega a sus pares mexicanos termina comprometida rápidamente, por lo que en algunas ocasiones -como la captura de Zambada- prefieren reservarla.
Esto, además de la limitación al trabajo de la DEA en México impulsada por López Obrador en el 2021, ha llevado a que la cooperación entre ambos gobiernos decayera peligrosamente en materia de seguridad durante el sexenio de AMLO.
Sin embargo, Maceda considera que esta es una visión muy limitada sobre un problema tan extenso.
“El tema del fentanilo siempre me ha parecido un botín político y más en estos tiempos. No es una droga que se haya impulsado de México a Estados Unidos, ya se hablaba de su uso dentro de la Unión Americana. Para Estados Unidos siempre ha sido más fácil decir que el problema de las drogas está en México por los cárteles, pero no hay una explicación a sus altos índices de adicciones, por qué encuentran nuevas drogas o por qué los reportes de la DEA no hablan de sus grandes capos. La droga no se entrega sola en las calles sino a través de grandes organizaciones criminales locales. El fentanilo no solo llega por los cárteles mexicanos sino también por las grandes organizaciones criminales estadounidenses”, asegura.
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