Testimonios de los afectados por la avalancha registrada esta madrugada en Salgar, en el departamento colombiano de Antioquia, permiten conocer la dimensión de la tragedia que dejó al menos 61 muertos y un número indeterminado de desaparecidos.
“A las dos de la mañana me tocó salir corriendo con mi niño”, le dijo Alba Herrera al diario "El Colombiano". “Vi una muchacha que se tiró de un balcón y no pudo escapar de las aguas... Sentí como si fuera una bomba. El patrón me llamó y me dijo corra que es el río. Nos fuimos corriendo todos para la hacienda en una parte alta y desde allá nos tocó ver el desespero de la gente intentando escapar de lo que bajaba y arrasaba con todo”, narró la mujer que vive hace tres años en la zona.
La tragedia de registró en la zona urbana y rural del municipio de Salgar, en el departamento de Antioquia, después de que las fuertes lluvias que caen en la región provocaron un alud de tierra y rocas que bloqueó el cauce de la quebrada La Liboriana.
"Es una cosa que no tiene nombre, fue muy duro (...) temblaba la tierra", dijo Raúl Gómez, habitante que logró salir ileso.
"La gente que uno conocía, niños, jóvenes, familias enteras perdieron su hogar. Estamos en alerta porque hay temor de que pueda venirse otra avalancha", contó María Gutiérrez.
"A mí casi me da un infarto, se vieron olas grandes y se veía a la gente y a cerdos bajar en las aguas", agregó.
Salgar, un municipio de unos 400 km2 surcado por múltiples cursos de agua, está ubicado a unos 100 km al suroeste de Medellín. La población total del municipio asciende a unas 17.600 personas, según los últimos datos oficiales disponibles.
El ex presidente Álvaro Uribe (2002-2010), actual senador y líder político con fuerte popularidad en el país, viajó a Salgar.
"Encontré una señora con un niño de tres días, es su nietecito. Y los papás están perdidos (...). Es muy doloroso lo que hemos visto", dijo a RCN el exmandatario, que nació en Medellín pero se crió en una finca en esa región.
Foto: Reuters
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LA AVALANCHA LOS DESPERTÓ
Diego Agudelo, de 34 años, relató por teléfono a AP desde Salgar que cuando despertó la avalancha se estaba llevando la parte trasera de su casa. "Era piedras y palos por todas partes. Impresionante la fuerza del río", dijo.
Agregó que el río creció de pronto y "empezó a recoger todo lo que veía a su paso".
Agudelo, que trabaja como albañil, explicó que entre las víctimas "hay de todo: ancianos, niños, mujeres" y que las casas que se llevó el alud estaban bien construidas "pero la avalancha arrasó con todo".
Otros sobrevivientes señalaron a la estación Blu Radio que se despertaron tras un fuerte estruendo y los gritos de los vecinos. Muchos apenas pudieron reunir a sus seres queridos y salir del paso de la avalancha de grandes piedras y lodo que ocupó el lugar de sus casas en la quebrada Liboriana.
Fuente: Agencias