(El Universal de México / GDA) La Fiscalía General de Jalisco localizó ocho cadáveres semi calcinados en la parte trasera de la antigua estación de ferrocarril de la población de Encarnación de Díaz (estado central mexicano), luego de detener a tres presuntos narcotraficantes. Sin embargo, faltan por ubicar 10 cadáveres más, víctimas de los capturados.
Los cadáveres encontrados entre la tarde y noche del sábado son de siete varones y una mujer que fueron reportados a la fiscalía como desaparecidos entre el 30 de mayo y el 5 de junio. Los detenidos señalaron que sacrificaron a las víctimas porque tuvieron problemas en la distribución de drogas en la región, que incluye los estados de Zacatecas, San Luis Potosí y Aguascalientes (periféricos a Jalisco).
Sin embargo, la fiscalía evitó revelar los nombres de los tres detenidos que son miembros de una banda local, ya que los agentes policiacos buscan al resto de los integrantes.
Durante los interrogatorios los detenidos admitieron que la banda había matado a 18 personas, pero sólo revelaron el paradero de ocho de ellas en la parte posterior de la estación del ferrocarril, en un pequeño predio donde localizaron los restos, que fueron llevados a las instalaciones del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses para ubicar su identidad, y establecer si pertenecen a las personas desaparecidas.
Los detenidos coincidieron en que las personas fueron sacrificadas porque tuvieron problemas en la distribución de drogas, ya que aseguraron que los desaparecidos y muertos se dedicaban a la venta de enervantes en la región, incluido los estados vecinos.
La dependencia informó que los familiares de las primeras víctimas localizadas denunciaron ante la agencia del ministerio público su desaparición luego de que se les vio por última vez entre el 22 y 25 de mayo, pero fue hasta el 30 de mayo y días posteriores cuando hicieron formal la desaparición antes las autoridades porque los ahora fallecidos acostumbraban desaparecer un par de días y regresar a sus hogares.