El allanamiento del albergue La Gran Familia que administraba Rosa Verduzco, mejor conocida como Mamá Rosa, ha conmocionado a México, no solo por los hallazgos y las denuncias de maltratos y abuso sexual cometidos en el lugar, sino también por el apoyo que ha recibido la labor de la mujer durante décadas.
Para la policía de Zamora, donde está ubicado el centro, en el interior del albergue en el que vivían aproximadamente unos 500 niños, se cometían cualquier cantidad de irregularidades, desde los mencionados actos de abuso sexual de menores a cambio de dinero, hasta secuestro, maltrato infantil e incluyendo el suministro de comida en descomposición para la alimentación diaria.
Pero a la vez , intelectuales, empresarios y el expresidente mexicano Vicente Fox salieron a defender la labor de Verduzco, considerando que era una mujer que había dedicado su vida al servicio de los niños más necesitados.
BBC Mundo conversó con Juan Sebastián Stamatio Martínez, de 38 años de edad y quien residió en La Gran Familia desde 1988 hasta 1991, sobre la realidad que él vivió en el centro .
¿Por qué terminaste viviendo en la casa de Mamá Rosa?
"En aquellos años, mi hermano mayor tenía muchos problemas de comportamiento y yo era como su socio de pequeños crímenes. Y entonces pasó algo grave y nos arrestaron. Y aunque en un principio el que iba a ir a donde Mamá Rosita era mi hermano, yo le dije a mi papá que yo quería ir con él y así terminamos los dos en la casa".
¿Cómo fue la experiencia?
"Bueno, nosotros veníamos de una familia que nunca había estado en un internado. Encontrar niños con tantos contrastes fue muy difícil de manejar, pero también de alguna manera tenía uno que acoplarse al lugar".
¿Cómo era el ambiente que había creado allí Mamá Rosa?
"El ambiente hacia las otras personas que estaban allí fue muy hostil durante las primeras semanas. Después uno va conociendo niños, abriéndose espacios, haciendo amigos. Con el tiempo llegó a ser un lugar donde perfectamente llevabámos una vida de estudio, de gimnasio, de música, de actividades, de rutina. En general fue muy bueno. Yo tuve muy buenas experiencias con Mamá Rosita".
Dentro de lo que cabe, ¿fuiste feliz en aquel lugar?
"Dentro de lo que cabe y debido a la situación puedo decir que sí, que fui feliz en aquel lugar. La situación de calle no es muchas veces tan buena. Y la situación en lo de Mamá Rosa era distinta: había alimento, casa, cosas en qué ocupar la mente y no estar haciendo tonterías. Era mejor estar en la "rutina" como lo llamaba Mamá Rosa, que en la calle cometiendo crímenes".
¿Ella cómo fue con usted en aquel entonces?
"Tenía un carácter muy fuerte. Era una persona a la que no podías desobedecerla, porque su sola presencia ya daba miedo. Esa era su arma secreta. Su presencia era muy fuerte. Había 'chavos' (niños) que la desobedecían, pero como en todo, te portas mal, te va mal. Ella ha sido una persona muy carismática y de un corazón muy grande hacia los niños".
Enrique Krauze, en un perfil hecho en 2000, dijo que lo de Mamá Rosa era "una dictadura amorosa". ¿Te parece una definición acertada?
"Lo de dictadura amorosa representa perfectamente la manera de ser de Mamá Rosita, porque tenía un carácter muy fuerte, pero siempre queriendo lo mejor para los niños".
Esta semana escuchamos las acusaciones de que en el hogar de Mamá Rosa ocurrían crímenes, actos de abuso sexual a menores y otros delitos ¿Qué pensaste cuando escuchaste estas cosas?
"Cuando yo escuché las acusaciones de abuso sexual lo primero que se me vino a la mente fueron los encargados, porque ellos sí eran dictadores. Mamá Rosita tenía su carácter, pero quería mucho a los niños. En cambio los encargados eran duros, mala leche, eran gente déspota. Y eso se daba para muchas cosas. Eran gente muy violenta. A ellos no les interesaban los niños. A Mamá Rosa sí".
Entonces ¿puedes reconocer que ocurrían abusos cuando vivías allí?
"No, yo no puedo reconocer más que los rumores. Había muchos, pero a mí no me consta que hayan ocurrido hechos de abuso sexual, pero sí se escuchaban casos desde los tiempos que yo estaba allá".
¿Y cómo fue el tema de la disciplina?
"Era como te comentaba antes: te portas mal, te va mal. Te portas bien, te va bien. Y todo estaba bajo la rutina. No estar acostado cuando los demás ya se habían levantado y cosas así. Bañarse, desayunar y comenzar con lo que tuvieras que hacer: irte a estudiar, clases de música, gimnasia. La rutina ha sido la vida de Mamá Rosita"
Otras de las denuncias que se escucharon esta semana tenían que ver con las pésimas condiciones en las que se vivía allí. ¿Cómo eran cuando estabas en la casa de Mamá Rosa?
"La situación era muy similar. Yo vi que sacaron lo de las ratas y lo de los chinches (insectos). Eso lo vas a ver en cualquier lugar. No es nada del otro mundo, que existía en aquel entonces. Pero la culpa no era de Mamá Rosa, sino de nosotros mismos que no llevabámos un control interno. Por ejemplo, había un responsable por cada piso de hacer el aseo por día. Pero no lo querían hacer. Y al que le tocaba al día siguiente, tampoco quería hacerlo, y así sucesivamente. Y ese descuido fomentó la aparición de ratas y de chinches.
Otra situación es con el drenaje, que ha estado semi tapado por muchos años, pero es un problema que se puede corregir y que no tiene que ver con una mala calidad de vida en la casa. Yo te aseguro que arreglando esos dos aspectos, no se hubiera presentando el malentendido al respecto".
También se habló de una habitación de castigo, donde los niños quedaban solos, como una especie de aislamiento.
"Lo del famoso 'pinocho' (como era llamado en el interior del albergue) se pudo haber presentado, pero solo era por unas horas. Es que algunas veces llegaban niños muy agresivos. Es que también había allí algunos asesinos. Y lo que se hace es separar a estas personas, no como castigo, sino para proteger a los demás. El cuarto sí existe, efectivamente. De hecho mi hermano estuvo en ese cuarto, porque era una persona muy agresiva".
¿Cómo se puede dimensionar el caso de Rosa Verduzco? Especialmente en el caso de que algunos padres ni siquiera podían ver a su hijos.
"Evidentemente yo entiendo que había padres que no podían ver a sus hijos. Pero también hay una situación que es muy válida en el sentido de defender a Mamá Rosita. Igual esto hay que verlo caso por caso, pero hay muchos padres que dejan a sus hijos desde pequeños y después les da el sentimiento de culpa y regresan por ellos. Yo recuerdo algunos muchachos que no tuvieron una visita en meses. Y otros que no podían ver a sus padres durante cuatro o cinco meses y esa situación no les gustaba. Porque la disciplina también era para los papás. Yo creo que eso hay que revisarlo caso por caso, porque yo no creo que Mamá Rosita le hiciera daño a nadie. Pongo las manos en el fuego por ella".
¿Cómo crees que la historia va a recordar a Mamá Rosa?
"Yo creo que se le debe reconocer todo lo que ha hecho. Yo creo que se le debería apoyar para mejorar la casa hogar, La Gran Familia, de forma económica. Y que tenga vigilancia del Estado para que no ocurran casos de violencia sexual".