“Nací en Tehuacán, Puebla. Soy un mexicano de 34 años. Mis bisabuelos por parte de padre son del Líbano y por el lado de mi madre tengo a un español, mexicano, ruso y ucraniano. Soy las Naciones Unidas encarnado. También soy un apasionado por la fotografía documental y ando con una cámara desde los 6 o 7 años. Hace seis meses utilicé mi Sony R100 para tomar ‘Whale Whisperer’, la foto ganadora del primer puesto en el concurso National Geographic Photo Contest 2015. Me fascina el buceo, pero soy de los novatos: solo me he sumergido unas 400 veces. Pienso que la vocación de una persona es algo que puede mejorar o perderse por completo. Yo espero nunca perderla”.
Anuar Patjane. (Foto: Archivo personal)
Esta foto tomada por el mexicano Anuar Patjane fue elegida como la ganadora entre las más de 17 mil que fueron enviadas al National Geographic Photo Contest 2015. La imagen se llama “Whale Whisperer” y muestra a unos buzos alrededor de una ballena jorobada y su cría, en la isla de Roca Partida, México.
Al otro lado de la línea telefónica, Anuar aún se muestra emocionado. La imagen fue tomada el 28 de enero pasado, pero recuerda cada instante en el océano. “Era una de mis tantas expediciones anuales con unos amigos buzos, pero esta vez experimentamos la majestuosidad de la ballena, que ayudaba a respirar a su cría mientras unos delfines nadaban alrededor. Estaba a gusto, era como si nos diera permiso de sentir su presencia. Incluso pasó la noche detrás del barco”, cuenta el fotógrafo.
Anuar Patjane. (Foto: Archivo personal)
Anuar cogió su Sony R100 y un gran angular Nikon japonés y esperó el momento perfecto. “Cada dos o tres años viene una hembra con su cría, que no le tienen miedo a los humanos”.
► Has dicho que tu foto tiene “poder”…
Tiene fuerza. Se nota la inmensidad del océano y la experiencia de estar ahí abajo conviviendo con las ballenas. Fotos así causan emociones, ya sean positivas o negativas. De hecho, no me gusta contar tanto la historia porque manipulas la interpretación de las personas. Y eso es lo más interesante de la fotografía, lo que otros ven. A mí me encanta ver los comentarios que dejan.
► ¿Qué emoción te transmitió la ballena?
Yo sentí que estaba a gusto con mi presencia, no la sentí alterada. Es muy difícil que se queden contigo. Las ves de lejos. No puedes interactuar tanto con ellas. El aletazo de una ballena es mortífero, no te puedes acercar si notas que está estresada. Recuerdo que en ese momento, ella sí se sentía segura. Es más, nos buscaba. Como si me diera permiso. Incluso, antes de tomar la foto, había delfines nadando con la ballena. Imagínate, presenciar como la mamá ballena le ayudaba a su bebe a respirar y al mismo tiempo habían delfines nadando alrededor.
► ¿Al momento de tomar la foto sentiste que era una composición perfecta?
Fue un acto de intuición. Todo coincidió en ese momento e hice clic. ¿Has escuchado la frase “el momento decisivo” del fotógrafo Cartier Bresson? Así fue, porque todo estaba perfectamente acomodado: el flujo del agua, el nado de la ballena, cómo se iba la aleta al costado, los buzos... Las mejores fotos no son composiciones perfectas y tienen algo que juega con el subconsciente, es como un acto medio sincerado e intuitivo.
► ¿Por qué el nombre “Whale Whisperer”?
Si fuera por mí, no le pondría título. El mundo te exige que lo hagas. Imagínate si nadie pusiera nombre a la foto, sería interesante. La gente encontraría detalles más importantes de los que tú viste. En fotografía artística hay que dejar que la imagen actúe por sí sola. En la documental no, va más con el periodismo, cumple una carga de información. Yo experimenté con la documental cuando estudiaba antropología.
► ¿Cómo llegaste a la fotografía?
Siempre me encantó, desde niño. Se volvió algo bastante serio durante la universidad. Fusioné mi carrera de antropología con la fotografía y es genial. La primera te da una muy buena base de análisis, te enseña a observar. Si tal vez no hubiera estudiado eso, no lograría fotos con el mensaje que logro ahora. El economista Sebastián Salgado, por ejemplo, es increíble con la cámara. Él comenzó después de un buen rato de haber hecho proyectos de títulos como “El impacto del capitalismo en el Tercer Mundo” y sus fotos cargan con un contenido tremendo. La fotografía se relaciona con la carrera previa del fotógrafo. La gente que estudia alguna carrera de Humanidades tiene mayor interés por la desigualdad social y la naturaleza.
► Pienso en tu trabajo y de cierta forma lo relaciono con el proceder de un cazador. Los dos esperan, los dos disparan...
Puede ser. El artista Philip Dubois dice que cuando fotografías algo en realidad lo matas, estás congelando y sustrayendo un momento del espacio-tiempo que no existiría si no hubiera sido fotografiado. Es un concepto muy relacionado a la muerte. Matas el flujo del tiempo y creas una aberración porque nosotros no percibimos el tiempo en cortes, la cámara sí. Por otro lado, hay dos tipos de fotógrafos, normalmente. Está el paciente que cuando percibe algo lo fotografía y el que está en constante movimiento, como Bresson. Él caminaba calles sin parar y cuando veía algo, foto. Yo soy más del que está en movimiento, que brinca y dice “¡Esto debe fotografiarse!”. Han sido pocas las veces que me he sentado a esperar. No puedo, soy hiperactivo, de hecho ahorita estoy caminando en la sala, no sentado.
► ¿La inseguridad que vive México perjudica tu pasión?
Pues… un poco. Siéndote sincero, sí, porque debes cuidar tu equipo en cualquier lado, por los asaltos, y generalmente la gente lo ve como un evento agresivo. En Noruega o Finlandia dejas todo, te vas al baño y cuando regresas tus cosas siguen ahí. Recuerdo que en el Perú me robaron una vez en el autobús, creo que íbamos a Ayacucho, dejé la maleta y cuando regresé ya no estaba. Era una Nikon FG20, una cámara de rollo. Pero fue falta de atención de mi parte. Yo adoro al Perú.
► ¿Cuál es tu filosofía de vida?
No se cómo la definiría… No me gusta ver injusticias. Me gusta aportar, así no sea con mucho, pero con algo que cause un impacto positivo en el mundo. Si una foto puede ayudar en eso, es un éxito. Tal vez las mías no contribuyen mucho, porque no son tan populares, pero si lo fueran y si poco a poco mejoro, ayudarían. Entiendo que sobrevivir es difícil, hay que ganarse el pan de cada día, pero también hay que dejarse llevar por nuestro don, nuestra vocación.
Anuar Patjane ganó una expedición para dos por Costa Rica y el Canal de Panamá. Mira otras de sus fotografías en su blog.