Sao Paulo. El ex presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, dijo el miércoles que quienes lo acusan de corrupto no son ni "la mitad de honestos" que él y que "ayudará" a gobernar a su sucesora Dilma Rousseff, amenazada por un proceso de destitución.
Lula da Silva fue designado la semana pasada jefe de gabinete del gobierno, pero aún no asume funciones a la espera de que se resuelva un recurso en la justicia que bloqueó su nombramiento bajo sospecha de que se trató de una maniobra para aforarlo.
"Si alguno de ellos fuera la mitad de honesto que yo, desisto de la vida política", dijo el exmandatario (2003-2010) en un encuentro nacional de sindicalistas en Sao Paulo, donde fue recibido con el grito: "¡Lula, guerrero del pueblo brasileño!".
El tribunal supremo brasileño debería decidir finalmente el 30 de marzo si Lula da Silva puede ser ministro.
"Voy a esperar pacientemente", pero "se equivocan si piensan que solo puedo ayudar a Dilma como ministro", aseguró.
El gobierno adelantó que Lula da Silva podría servir de "consejero especial" si su nombramiento no prospera.
"Aunque fuera la última cosa en la vida, voy a ayudar a Dilma a gobernar este país. Sacarla del poder es golpe", lanzó Lula da Silva.
Lula da Silva es investigado en el caso por la trama de corrupción en Petrobras, en la que un cártel de empresas pagó sobornos a ejecutivos y políticos para asegurarse contratos en la estatal. De allí que los investigadores de la Operación Lava Jato sospecharan que su nombramiento buscaba protegerlo de la justicia ordinaria.
"Se equivocan los que piensan que estoy en contra de la lucha contra la corrupción. Si no, no hubiera creado condiciones para la Policía Federal", subrayó.
Por el caso Petrobras, varios empresarios y políticos fueron presos por este fraude.
"Me gustaría preguntarles de forma tranquila [a los investigadores] si discuten cuánto perjudicó la Operación Lava Jato a la economía brasileña, si no es posible combatir la corrupción sin cerrar empresas y crear desempleo", cuestionó.
La crisis política tiene como telón de fondo la peor recesión en un siglo en Brasil.
Fuente: AFP