Redacción EC

Buenos Aires [EFE]. El expresidente de , , volvió este martes a criticar el “golpe de Estado” que asegura sufrió en noviembre y consideró que el 2020 constituirá un “gran desafío” para recuperar la democracia en su país, al encabezar un brindis de fin de año con miembros de la comunidad boliviana en Bueno Aires.

“El próximo año será un gran desafío para recuperar la democracia, con la conciencia y el voto del pueblo boliviano. Para recuperar el proceso de cambio, no con violencia, no con racismo, no con fascismo, no con golpismo”, sentenció el político en un acto en el barrio de Liniers de la capital argentina, donde vive desde el 12 de diciembre pasado.

Presionado por las Fuerzas Armadas, entre disturbios en las calles y acusaciones de fraude por parte de la oposición, Morales dimitió el 10 de noviembre tras publicarse un informe de la Organización de Estados Americanos que advertía de “graves irregularidades” en los comicios del 20 de octubre en los que fue declarado vencedor para un cuarto mandato consecutivo.

Para el exmandatario, que antes de llegar a Argentina, donde solicitó ser refugiado, estuvo un mes asilado en México tras abandonar su país, el proceso de su salida se debió a un “golpe de Estado” que contó con la influencia de Estados Unidos.

En el brindis ante sus compatriotas, Morales señaló que el año que termina tuvo “problemas políticos no deseados”, pero reconoció que nunca imaginó que podía haber un “golpe de Estado”.

“Quiero decirles con el compromiso de ustedes, de los movimientos sociales, compatriotas hemos conseguido una Bolivia digna, soberana y productiva. Por eso los datos que demuestran que de los 13 años de gestión, seis años Bolivia fue primero en crecimiento económico en Sudamérica”, afirmó el exmandatario, que consideró ese proceso “histórico” e “inédito”.

“Lo que más duele después del golpe de Estado son los hermanos muertos y que están destrozando nuestra economía”, aseveró sobre el Gobierno interino de Jeanine Áñez, senadora opositora a Morales que se proclamó presidenta el 12 de noviembre tras la renuncia de Morales y en medio de un vacío de poder en la línea sucesoria.

Morales brindó “primero por todas las familias que viven en argentina” y en todas las partes del mundo, pero sobre todo por la “familia grande” que es Bolivia. “Éxito para el próximo año en lo económico, en lo social, pero también con el compromiso de seguir trabajando desde adentro de Bolivia o desde fuera para que Bolivia recupere nuevamente una imagen, un modelo de desarrollo”, indicó.

En su discurso también aprovechó para anunciar que el próximo 22 de enero, Día del Estado Plurinacional de Bolivia, se celebrará en Argentina, “con permiso del Gobierno” de Alberto Fernández, una gran concentración.