Elecciones en Ecuador: ¿Qué tan decisivo sigue siendo Rafael Correa?

Con este ejemplo, el director del Centro Latinoamericano de Estudios Políticos, Sebastián Mantilla, sostiene que la participación en la campaña electoral del expresidente de Ecuador, fue directa.

La jugada parece haber dado frutos: con el 32% de los votos, el correísta Andrés Arauz aseguró su pase a la segunda vuelta.

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Para Mantilla, como Correa está impedido por la justicia de postular –y de hecho fue por eso que no pudo concretar su aspiración a la vicepresidencia– utilizó a Arauz como “una especie de parapeto, una especie de títere”. ¿Cuál sería la idea de Correa?

El especialista considera que su objetivo sería deshacerse de sus líos legales.

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“En ese sentido, la campaña que hicieron fue sumamente técnica –sostiene Mantilla–. Dispusieron de muchos recursos, tuvieron el apoyo de encuestadores para ubicar a sus votantes, y con ello se concentraron en ciertas zonas donde sabían que habían indecisos. Los resultados de la votación del domingo no responden a que simplemente apareció Correa y la gente votó por Arauz. No: ellos estuvieron visitando localidades, poblaciones en los sectores rurales, hablando con líderes sociales. Hicieron lo que tenían que hacer porque se lo jugaban todo”.

El investigador y analista político Julio Echeverría comparte la postura de Mantilla, pero añade otro punto de vista. Si bien la presencia de Correa fue determinante en el resultado de las elecciones, es preciso destacar que el apoyo de las urnas ha disminuido.

“Si observamos los resultados de la elección del 2017, veremos que hay una caída en las adhesiones. Por lo tanto, podríamos decir que, en cuestión a la aceptación y adscripción al correísmo, hay una línea de tendencia descendente”, sostiene Echeverría.

Y allí es preciso recordar que, por la presencia gravitante de Rafael Correa en la política ecuatoriana, sus seguidores estaban confiados que tendrían una victoria aplastante.

Pero eso no fue lo que sucedió. Guillermo Lasso y Yaku Pérez han absorbido muchos de los votos y, por eso, ahora se disputan el segundo lugar.

¿CUÁNTO CRÉDITO LE QUEDA AL CORREÍSMO?

Para comprender la disminución del apoyo en las urnas al correísmo, es preciso tener en cuenta dos factores. Según Echeverría, el primero de ellos es el fenómeno de la anticorrupción, que ha dado pruebas muy certeras de que, durante el gobierno de Rafael Correa, se “instauró una verdadera mafia que utilizó los recursos públicos para el beneficio de su grupo político y de un conjunto de allegados al poder”.

El segundo factor es más complejo: la alianza que tenía el movimiento indígena y el correísmo, se quebró. Como resultado de ese cisma, Yaku Pérez cobró mayor relevancia y se volvió el líder del Movimiento de Unidad Plurinacional Pachakutik.

“Entonces, la aparición de Yaku, quien representa las reivindicaciones de los movimientos sociales vinculadas a temas de género, ambiente, y otros, se suma al desenmascaramiento del sistema de corrupción que instaló al correísmo”, explica Echeverría.

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Aun así, el apoyo se mantiene vigoroso. ¿Es su plan de gobierno lo suficientemente atractivo como para explicarlo? Mantilla sostiene que no.

“Si observas sus dos o tres páginas y sus once propuestas, te das cuenta que, curiosamente, hablan de justicia social, económica y etc. ¿Por qué? Lo que estarían tratando de hacer es que todo vuelva a ser como antes y, con ello, afirmar que el presidente Correa fue perseguido políticamente, que la justicia está tomada por ciertos partidos políticos”, dice.

También se habla de un cambio de Constitución, pero eso tampoco parece ser tan atractivo.

Para Mantilla, lo que podría jugar a favor del correísmo son sus prácticas clientelistas. El analista señala que una de las promesas de la campaña es que, durante la primera semana de gobierno, pagarán mil dólares a un millón de personas. “Una promesa muy cuestionada porque la caja fiscal está vacía. Según Arauz, se está planteando coger la plata que los ahorristas tienen en los bancos por lo que emitirán bonos del Estado por mil millones dólares”, añade.

Mantilla también destaca que otros de los factores a tomar en cuenta es que la oposición no se ha renovado y sigue “anclada en el tiempo”. “Piensan que simplemente hay que votar por ellos para no tener nuevamente a un gobierno autoritario y corrupto como el de Correa”, explica.

Por supuesto, apunta Echevarría, la bonanza que se vio durante su gobierno, hace que las personas todavía tengan una buena imagen de Correa.

El especialista comenta: “Él tuvo una coyuntura extremadamente favorable para implementar una política progresiva de gasto e inversión pública, lo que generó una imagen de un momento de bonanza para la economía del país, así como que una serie de sectores medios se hayan sentido beneficiados”.

“Pero esta política se debió a factores coyunturales, como el precio de las materias primas, y sobre todo el precio del barril de petróleo. En ese sentido, habría que indicar que hubo un sobreendeudamiento con China, lo que dejó la economía en condiciones de serias dificultades, en un déficit público enorme que el actual gobierno ha tenido que tratar de estabilizar”, señala.

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