Brasilia (Reuters). La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, aprovechó una entrevista con GloboNews divulgada el viernes para reforzar su discurso de que el fútbol doméstico necesita una reforma e insistió en que el país debe de dejar de "exportar" jugadores.
Las declaraciones de la presidenta se dan en un momento en que varios analistas deportivos también han manifestado la necesidad de repensar el deporte, después de la histórica derrota de la selección brasileña por 7-1 a manos de Alemania en casa por una de las semifinales del Mundial.
"Fue un dolor inmenso para todos nosotros, inclusive para los jugadores de la selección. Creo que el gran aprendizaje de ese día es la realización de que tenemos que cambiar el fútbol brasileño", dijo Rousseff.
La presidenta sugirió que el país haga como los alemanes, en 2000, que tras perder una Eurocopa llevaron adelante una reestructuración. Rousseff defendió, por ejemplo, una revisión de las prácticas de gestión y gasto de los clubes brasileños. "Tenemos que crear el fútbol de base", afirmó.
"No creo que sea posible que un país con esa cantidad de talento en el fútbol, con ese amor que tenemos por ese juego, tenga que dejar ir a sus estrellas tan jóvenes", agregó.