(Agencias). La Corte Suprema de Chile cerró definitivamente la investigación sobre la muerte del ex presidente socialista Salvador Allende. El máximo tribunal determinó que el 11 de septiembre de 1973, día del golpe militar de Augusto Pinochet, el ex mandatario se suicidó en el Palacio de la Moneda, sede del gobierno chileno.
La Sala Penal, de ese modo, ratifica la investigación del juez Mario Carroza hecha el 2012, a pedido de la fiscal Beatriz Pedrals, la cual concluye que el día del levantamiento militar el ex jefe de Estado decidió quitarse la vida en el Salón Independencia de La Moneda. En el acto, dicta el fallo, no hubo participación de ningún tercero. Además, “no hay ningún testigo que pueda avalar” la tesis de un posible enfrentamiento con los uniformados.
La sentencia de la Suprema señala expresamente que el 11 de septiembre de aquel año Allende, de 65 años, en medio del ataque, se dirigió al Salón Independencia, situado en el segundo piso de la sede del Ejecutivo, y cerró la puerta. “Una vez en su interior, se sienta en un sofá, coloca el fusil que portaba entre sus piernas y apoyándolo en su mentón, lo acciona, falleciendo en forma instantánea producto del disparo recibido”, indica el fallo.
“A consecuencia de esta acción, su cuerpo quedó en una posición tal que su cabeza se cargó hacia la derecha e inclinó sobre el tórax. La bóveda craneana tuvo una pérdida importante de masa encefálica, que queda disgregada en el suelo y en el muro ubicado a sus espaldas”, afirma el texto.
FIN A LA POLÉMICA
Respecto a la tesis que el ex presidente fue asesinado, como hasta hoy afirman partidarios socialistas, el tribunal indica que las tropas que asaltaron La Moneda durante el golpe militar que encabezó Augusto Pinochet, “llegaron al salón con posterioridad al instante en que el presidente Allende se quita la vida” y subraya que “no hay ningún testigo que pueda avalar la tesis del enfrentamiento”.
También la sentencia, apoyada en las investigaciones que encabezó el juez Carroza, que incluyeron la exhumación del cuerpo de Allende desde el Cementerio General de Santiago, descarta la utilización de dos armas de fuego, como también sostuvieron quienes defienden la tesis del homicidio.