En la tarde del miércoles, el presidente de Bolivia, Luis Arce, sorprendió al denunciar que era objeto de un intento de golpe de Estado. Ello luego de que el general del Ejército Juan José Zúñiga y un grupo de militares llegaran fuertemente armados a la Plaza Murillo, donde está la sede del Gobierno. Pero cuatro horas después, el jefe militar ya estaba destituido y arrestado, mientras el mandatario se daba un baño de popularidad rodeado de cientos de simpatizantes que llegaron hasta el centro del poder. ¿Qué pasó en realidad? ¿Fue un montaje? ¿Qué consecuencias le esperan a la nación y al Ejecutivo?
El jueves, policías antimotines redoblaron la vigilancia en torno al palacio presidencial en La Paz, mientras que en la ciudad de El Alto, fortín del oficialismo, pequeños grupos de manifestantes salieron a las calles y quemaron neumáticos en apoyo a Arce, informó la agencia AFP.
MIRA: Las violentas protestas en Kenia que dejaron 23 muertos y parte del Parlamento quemado
Repasemos los hechos ocurridos en los últimos días. El lunes, Zúñiga dio una polémica entrevista a un canal de televisión donde dijo que arrestaría al expresidente Evo Morales si este intentaba postular como candidato presidencial para las elecciones del 2025. Manifestó que está inhabilitado para hacerlo. Al día siguiente, hubo rumores sobre la posible destitución del general.
En la tarde de este miércoles, Zúñiga y sus hombres llegaron en vehículos militares hasta la Plaza Murillo. A las 15:51 pm, una tanqueta intentó derribar una puerta del Palacio Quemado.
Luego, el general dijo a la prensa que iba a “cambiar el gabinete de Gobierno” y que buscaba “restablecer” la democracia en Bolivia. También aseguró que liberaría a “presos políticos” como Jeanine Áñez (expresidenta interina) y Luis Fernando Camacho (exgobernador de Santa Cruz).
Por su parte, Arce denunció ante la comunidad internacional que había “movimientos irregulares” de militares, algo que atribuyó a un “intento de golpe de Estado”.
Después, el presidente confrontó a Zúñiga en la entrada de la sede del Ejecutivo y le ordenó “replegar” los tanques y los militares.
Mientras los hechos se sucedían, Arce encabezó una ceremonia en la Casa Grande del Pueblo, donde relevó a toda la cúpula militar y juramentó a los nuevos comandantes de las Fuerzas Armadas. En ese momento, Zúñiga y sus hombres continuaban frente a la sede del Gobierno.
Recién a las 17:30 hora local, Zúñiga y los militares se replegaron de la Plaza Murillo.
Tras ello, el presidente Arce y el vicepresidente David Choquehuanca salieron al balcón de la Casa Grande del Pueblo y dieron un discurso frente a cientos de simpatizantes.
Al caer la noche, Zúñiga fue detenido y presentado en un cuartel de la policía, junto con el comandante general de la Armada Boliviana, el vicealmirante Juan Arnez Salvador.
Ambos son acusados por la fiscalía por los delitos de terrorismo y alzamiento armado.
Mientras era arrestado, el general dijo que todo lo que pasó fue orquestado por el propio presidente Arce para “levantar su popularidad”.
Para entender lo que pasa en Bolivia hay que ir al contexto político y económico. Arce y Morales están peleados desde finales de 2021. Ambos quieren ser candidatos para las elecciones del 2025 por el Movimiento al Socialismo (MAS). El año pasado, en ausencia del mandatario y de sus sectores leales, Evo fue ratificado como líder de la formación y nombrado “candidato único” para los comicios que se vienen, pero esa decisión todavía no es firme.
Morales ha acusado a Arce de llevar la economía del país a sus peores niveles históricos.
Arce dice que Morales es su “principal opositor”. Además, sus funcionarios han calificado al expresidente de “mitómano” y de querer “adueñarse del país”.
En cuanto a la economía, en Bolivia actualmente hay falta de liquidez en dólares, se registra escasez de combustibles y subida de precios de algunos productos y alimentos.
Debido a ello, en las últimas semanas se han registrado bloqueos de carreteras por parte de comerciantes y transportistas, que exigen soluciones a la crisis económica. El Gobierno acusa a Morales de estar detrás de las protestas.
¿Hubo intento de golpe de Estado?
En diálogo con El Comercio, el periodista boliviano Juan Carlos Arana sostiene que lo ocurrido el miércoles es “de las cosas más curiosas que han sucedido y que me han tocado vivir. Vengo de las generaciones que realmente despertábamos con golpes de Estado, con detenciones, tanques en las calles, control de comunicaciones, apagones, etc. Generalmente los golpes se dan en la noche, son apadrinados por la oscuridad. Este golpe a las 2 de la tarde, directamente atacando la plaza principal del Estado Boliviano, cuando se sabe que hay 200.000 empleados públicos dando la vuelta, es una cosa cuanto menos curiosa”.
En cuanto a lo dicho por Zúñiga sobre el supuesto montaje ideado por Arce, Arana manifiesta que “en la boca del mentiroso hasta lo cierto se hace dudoso. Se trata de un militar que le ha faltado el respeto a su uniforme y que incluso con esta declaración coloca a su institución en el piso. Es como decir ‘yo le quería hacer un favor a mi amigo con el que juego básquet’. De ser cierta la declaración, yo la desarticularía porque de verdad me parece una vergüenza que un general diga que se puede prestar a un juego así, y meter a sus hombres a un escenario tan deleznable. Un ciudadano nervioso pudo provocar una masacre ayer en Bolivia. Los 200 hombres y sus blindados podrían haber generado una tragedia”.
Por su parte, Rafael Archondo, doctor en investigación social con especialización en ciencia política, no cree que se haya tratado de un intento de golpe de Estado. “El presidente Luis Arce pudo discutir con el general Zúñiga porque nunca perdió el control del país, siempre estuvo al mando”, dijo en diálogo con El Comercio desde México.
“Por lo que pasó, puedo deducir que en Bolivia ayer no hubo un golpe de Estado ni un intento de golpe. Lo que hubo es quizás una acción de protesta muy breve de una parte muy pequeña de las Fuerzas Armadas. El país no estuvo paralizado, solo se tomó el control de la Plaza Murillo, y las personas siguieron transitando por la plaza libremente. Hubo incluso en ese momento una manifestación de funcionarios públicos que estaban respaldando al presidente y los periodistas estaban presentes todo el tiempo, casi se puede decir que fue un ensayo televisado”, aseveró.
Ricardo Calla Ortega, analista político y exministro de Estado del presidente Carlos Mesa, considera que no hay elementos suficientes que permitan determinar si fue un intento de golpe de Estado o un montaje.
“Una parte de los analistas afirma que se trató de un montaje en el que Luis Arce habría inducido el operativo de las tanquetas para buscar un fortalecimiento de su popularidad, que está bastante derruida. La otra parte dice que fue un intento de golpe de Estado provocado por la ruptura de las buenas relaciones previas entre Arce y Zúñiga, pues el presidente habría instruido al general pronunciarse contra Evo Morales, pero por los efectos de conmoción que ese pronunciamiento militarista tuvo, Arce retrocedió y decidió dar de baja a Zúñiga, y esto lo habría enfurecido. Las dos hipótesis son plausibles”. indica Calla.
Sin embargo, Calla considera grave que en Bolivia se haya producido un tanquetazo, sea este montaje o no. “Los militares que habían estado sin participación directa en procesos de golpe específico desde 1983-84, han vuelto a salir a las calles, hemos retrocedido 40 años, ha sido gravísimo ver tropa en la Plaza Murillo arremetiendo contra la institucionalidad democrática, y ha sido muy grave ver que una puerta fue abierta con un tanquetazo”, manifiesta.
“Si ha sido montaje, le ha salido pésimo a Luis Arce, si no lo ha sido, la situación lo muestra también en una situación pésima. Estamos entrando en un proceso de creciente debilidad gubernamental, creciente caos, y podría producirse una crisis política mayor en los meses que vienen”, remarca Calla.
¿Cómo queda Luis Arce?
En cuanto a la situación del presidente Arce, Ricardo Calla Ortega sostiene que si bien el miércoles se dio un baño de popularidad, ello le va a durar muy poco, pues considera que dentro de unas semanas las tensionarse van a resurgir en el país. “La debilidad de Arce se va a seguir expresando porque además ahora en el ámbito internacional se ha evidenciado que el proceso en Bolivia está muy frágil, que el Gobierno está muy asediado”.
Calla indicó que en los últimos meses el gobierno de Arce y la popularidad del presidente se han venido debilitando muy profundamente, a tal punto que ha perdido todo el control del Parlamento, donde dos tercios se oponen a su gestión. Además, sostiene que si bien su control judicial a través del Tribunal Constitucional es férreo, su falta de credibilidad hace que la población rechace mayoritariamente “el abuso judicial del gobierno de Arce”.
“Lo que ha sucedido ayer lo debilita mucho más, porque montaje o no, hay una fisura en las Fuerzas Armadas, la gente vinculada con Zúñiga debe estar muy molesta con lo que ha sucedido, seguramente piensan que Arce los ha traicionado. Y por el otro lado está el sector de mando que responde a Arce”.
Calla también remarca la división en el partido gobernante, el MAS, provocada por Arce y Morales. “En el proceso político boliviano de estos últimos dos años, todo se ha dividido en dos: el MAS tiene evismo y arcismo. Arce controla sindicatos, Evo también; Arce controla las confederaciones únicas de campesinos, Evo también las controla. Ese proceso ahora va a empeorar”, vaticina.
Juan Carlos Arana sostiene que con lo ocurrido el miércoles Arce gana tiempo, pues estaba asediado por la economía y por las movilizaciones organizadas por Evo Morales, que han sido paralizadas después del levantamiento de Zúñiga. Pero considera que “no va a ser demasiado el tiempo que gane, porque la situación económica, la carencia de dólares y la inflación en alimentos lo tienen contra las cuerdas”.
“Definitivamente, las movilizaciones se van a reactivar, porque la razón de fondo tiene que ver con la crisis económica y no con simpatías o antipatías con el presidente”, remarca Arana.
¿Y cómo queda Evo Morales?
Sobre el tercer protagonista de esta sucesión de hechos, Evo Morales, Ricardo Calla Ortega dice que ya debe estar preparando una andanada de ataques contra Arce.
“De hecho, desde anoche los evistas ya estaban proclamando a los cuatro vientos que no había sido un golpe sino un montaje, y que ese show había sido armado para que Arce tratara de recuperar fuerza e imponer un orden represivo en el país”, indica Calla.
El exministro no cree que Evo Morales se haya fortalecido con lo ocurrido el miércoles, “porque la población lo ve como un individuo que se la pasa convulsionando la situación. Tanto Arce como Morales están con su prestigio muy venido a menos, se ha derrumbado el viejo prestigio del MAS y hay la posibilidad de que el partido incluso desaparezca del escenario jurídico de Bolivia”.
“Estamos en una situación que me ha llevado a pensar en una dinámica de Bolivia parecida a la inestabilidad peruana, creemos que se podría producir una dinámica hacia futuro donde el proceso político no se estabilice porque todo está fragmentado acá”, expresa Calla.
VIDEO RECOMENDADO
TE PUEDE INTERESAR
- “Este intento de golpe le da un poco de oxígeno al débil gobierno de Luis Arce”
- El asesinato de una niña de 12 años en Texas que agudiza el debate migratorio entre Trump y Biden
- Francia: Marine Le Pen avisa de que si llegan al Gobierno Macron no podrá enviar tropas a Ucrania
- Joe Biden vs. Donald Trump: la edad, los juicios y los precios son los temas esperados en el primer debate
- Exministro chino de Defensa será procesado por corrupción y expulsado de Partido Comunista