Luego de haber cosechado elogios en un influyente foro conservador en Estados Unidos, el presidente de Argentina, Javier Milei, debe hacer frente a fuertes reclamos y desafíos dentro su país. El mandatario liberal mantiene una pugna cada vez más tensa con los gobernadores provinciales que rechazan las medidas de ajuste con las que pretende mejorar la economía y reducir la inflación.
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En el centro de la disputa está el recorte de financiamiento dispuesto por el Ejecutivo nacional a las 23 provincias del país y a la ciudad autónoma de Buenos Aires, una medida que forma parte del severo plan de ajuste fiscal que ha emprendido el gobierno.
Entre otras acciones, Milei también recortó subsidios al transporte público que se destinaban a las provincias y eliminó un fondo de ayuda para el pago de salarios de docentes de todo el país.
Varias provincias gobernadas por diversas fuerzas de oposición han acudido a la justicia para intentar frenar las medidas de Milei. Chubut y Río Negro lo hicieron ante tribunales federales, mientras que La Rioja, La Pampa, Misiones y Buenos Aires presentaron sus casos en la Corte Suprema.
Hasta ahora, el choque más álgido ha sido con la provincia de Chubut. El gobierno de Milei retuvo en febrero 13.500 millones de pesos (unos 15,7 millones de dólares) que debía girar a la provincia por la coparticipación federal de impuestos debido a que Chubut adeuda fondos al Estado nacional.
Tras el reclamo presentado por Chubut, el caso alcanzó un punto álgido este martes cuando la Justicia Federal le dio la razón a la provincia y ordenó el envío de los fondos que le corresponden “hasta tanto se concrete la refinanciación de la deuda”.
Sin embargo, el gobierno presentará un recurso para apelar el fallo y poder seguir descontando los fondos de coparticipación de Chubut.
Desafío
El enfrentamiento podría ir más allá del escenario judicial. El gobernador de Chutbut, Ignacio Torres, de la coalición centroderechista Juntos por el Cambio, advirtió días atrás que si el Ministerio de Economía no le entregaba recursos financieros por más de 13.000 millones de pesos (unos 15 millones de dólares) que provienen de impuestos federales cortará el miércoles la distribución de petróleo y gas al resto del país.
La amenaza elevó el tono de la crisis no solo porque Chubut es la segunda mayor productora de petróleo de Argentina (casi 21% del total del país) y la tercera de gas natural (6%), sino porque su advertencia fue replicada por otras cinco provincias patagónicas productoras de hidrocarburos.
El oficialismo, por su parte, señaló que el cumplimiento de la amenaza de Chubut supondría un “avance sobre la propiedad privada y la expropiación de empresas”.
Tras conocer el fallo favorable a Chubut, Torres reiteró su reclamo este martes y afirmó que “las provincias somos Argentina. Ningún gobernador pretende que al Gobierno le vaya mal”.
“No le pedimos un peso al gobierno nacional, más allá de lo que nos corresponde”, aseguró a la prensa el gobernador, cuyo partido tiene aliados cercanos a Milei.
Milei ha arremetido en los últimos días contra los gobernadores y ha apuntado contra Torres en particular. “Nachito no la ve, es un pobre chico que no pudo leer ni un contrato, es de una precariedad intelectual muy grande”, dijo el presidente a la prensa.
Más tensión
En otro foco de tensión, el gobierno dispuso el lunes un recorte de fondos fiscales para la provincia de Buenos Aires, el distrito más grande del país, que está gobernado por un peronista de centro-izquierda que responde a la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner.
El gobernador de la provincia de Buenos Aires, el peronista Axel Kicillof, anunció que iría a la Justicia para reclamar el Fondo de Fortalecimiento de la provincia de Buenos Aires, aplicado para financiar la seguridad y educación, creado en pandemia por la Administración de Alberto Fernández, que fue eliminado por decreto el último lunes.
“Que no crea el Presidente que vamos a dejar de pelear”, dijo el gobernador, que agregó que Milei “se roba los recursos de las provincias”.
El portavoz presidencial Manuel Adorni ha salido al frente de las críticas afirmando que el gobierno de Milei “no permite más caprichos” a los mandatarios provinciales, a los que acusó de querer “seguir viviendo del resto de los argentinos por problemas en sus cuentas públicas”.
La crisis puede significar un problema mayor para el presidente si los gobernadores de distinto signo político se mantienen como un bloque unido en su contra, sobre todo en momentos en que Milei tiene dificultades para lograr el apoyo que necesita para que muchas de sus reformas reciban el aval del Congreso
“De hecho, prácticamente todos los gobernadores se manifestaron en apoyo de Torres, incluyendo aquellos cercanos a Milei, que habían instruido a los diputados de sus distritos para aprobar la ley Ómnibus y se mostraron alineados con la esencia de las transformaciones puestas en marcha”, dice “La Nación”.
Gabriel Slavinsky
Analista político argentino
Luego del desafío público del gobernador de la petrolera provincia de Chubut, el presidente Javier Milei ha redoblado la “apuesta” confrontado en base a tres ejes de modo muy duro: el aspecto legal, mostrando contratos referidos a la coparticipación y la legitimidad del descuento; el aspecto político, expresando que casi todos los gobernadores son parte de lo que él llama “casta”; y el aspecto personal, atacando a Ignacio Torres con retuits muy agresivos y con fuertes agravios. No se vislumbra hoy una posibilidad de acuerdo y salida de este conflicto.
El fallo a favor de Chubut todavía no está firme por apelaciones del gobierno nacional. La complicación ha escalado tan fuertemente que una falta de petróleo de una provincia puntual se transformó en el menor de los problemas si la revuelta es de los gobernadores de las “provincias unidas del sur” o la suma de ellos con otros opositores.
Milei parece sentirse a gusto en el escenario de conflicto. Pero una cosa es tener la posibilidad de atacar a un “enemigo conocido” y otra cuestión muy diferente es que cada desafío o negociación se transforme en un reto personal de vida o muerte.