Denver. El supremacista blanco Richard Holzer, acusado de planear un ataque a una sinagoga en el sur de Colorado, se declaró este lunes no culpable de los cargos que se le imputan, durante su presentación ante un juez federal en Denver en su primera audiencia judicial.
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Holzer, de 27 años y arrestado el 1 de noviembre, fue formalmente acusado el pasado viernes de tres cargos, por intentar destruir el Templo Emanuel, una histórica sinagoga en la localidad de Pueblo.
Se le suman el cargo de obstruir con métodos violentos el libre ejercicio de la religión, y el de intento de uso de explosivos para cometer un crimen.
La abogada Mary Butterton respondió tres veces “no culpable” en nombre de Holzer, su defendido, quien se presentó en la audiencia esposado de manos y pies y vestido con un overol carcelario de color amarillo.
Miembros de la sinagoga asistieron a la audiencia y escucharon los procedimientos desde sus asientos, en la parte posterior del recinto.
Los planes de Holzer, considerado por el Buró Federal de Investigaciones (FBI) como un “supremacista blanco”, habían sido detectados en septiembre pasado por investigadores federales.
Una agente del FBI se hizo pasar por vendedora de bombas, proveyendo explosivos inertes a Holzer.
Luego del arresto, el FBI calificó a Holzer de “terrorista doméstico” y reveló que buscaba “eliminar a la sinagoga del mapa” como parte de una “santa guerra racial”, que infundiese temor entre los residentes judíos y de minorías en el sur de Colorado.
Según el FBI, Holzer anunció sus planes en sus múltiples cuentas en Facebook, revelando que estaba “listo para disparar contra personas” y mostrándose con armas de fuego y con símbolos propios de los supremacistas blancos.
“Quiero hacer algo que les diga que no son bienvenidos en la localidad”, dijo supuestamente Holzer a los agentes del FBI, según las autoridades.
Holzer gestionaba públicamente diversas cuentas racistas en la red social Facebook, a través de una de las cuales le contactó una integrante encubierta de la agencia federal, para luego presentarle a otros tres compañeros, también falsos supremacistas blancos.
A mediados de octubre, estos tres agentes encubiertos se reunieron con Holzer y con otra persona en un restaurante de Colorado Springs (a medio camino entre Denver y Pueblo). En ese encuentro, el acusado presentó su plan de “vandalizar la sinagoga hasta que no se pueda reparar”.
Si Holzer resulta convicto de todos los cargos en su contra, podría ser sentenciado con una pena de entre 20 y 50 años de prisión, más una multa de 250,000 dólares.
Según las autoridades, Holzer seguirá preso mientras duren los procedimientos judiciales.
Fuente: EFE