El ultranacionalista Calin Georgescu ha sacudido el panorama político en Rumanía y se lo debe en gran medida a TikTok. Con una campaña realizada solo en las redes sociales, este profesor universitario fue el candidato más votado en las elecciones presidenciales del 24 de noviembre y se alista para competir en la segunda vuelta de este domingo 8. Sin embargo, su inesperado éxito en la contienda ha puesto en aprietos a la popular plataforma de videos que está siendo acusada de distribuir contenidos a favor de Georgescu.
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Además de describirse como un “enviado” de Dios y compararse con Elon Musk, Georgescu es un cristiano y fundamentalista que centra su mensaje en la soberanía nacional y la independencia económica.
Ha declarado su admiración por Vladimir Putin, por lo que es considerado un candidato abiertamente proruso. También ha criticado a la Unión Europea y la OTAN, de las que Rumanía forma parte. No es un dato menor pues el país es un aliado clave en la ayuda occidental a Ucrania -con quien comparte frontera- en medio de la guerra que libra con Moscú.
La candidatura de Georgescu no está respaldada por ningún partido y él mismo ha afirmado que no gastó nada en su campaña. Por ello, cuando obtuvo el 23% de los votos pese a que las encuestas le daban el 6%, los expertos atribuyeron ese respaldo a la enorme viralización de sus videos y publicaciones en las redes sociales, especialmente TikTok.
Tras conocer los resultados de la primera vuelta las autoridades no tardaron en apuntar hacia una posible influencia rusa en Rumanía y al papel de TikTok. Las dudas provocaron un recuento de votos en un proceso que aún está en curso.
Mientras tanto, el ascenso de Georgescu ha desencadenado protestas nocturnas en toda Rumanía por parte de quienes se oponen a sus elogios a líderes fascistas rumanos y a Putin y lo ven como una amenaza para la democracia, señala la agencia AP. El ultranacionalista se enfrentará a la reformista Elena Lasconi del partido Unión Salvar Rumania (USR).
Una semana después de la primera vuelta, Rumanía celebró elecciones legislativas en las que la derecha radical tuvo un crecimiento inédito desde la caída del comunismo en 1989.
TikTok bajo la lupa
La posición de TikTok empezó a perjudicarse poco después de la primera vuelta. Aunque no mencionó a Georgescu, el Consejo Supremo de Defensa del País (CSAT) -principal órgano de defensa de Rumanía- dijo el jueves 28 que “un candidato presidencial” se benefició de una exposición masiva en esa plataforma al no ser identificado como candidato político, lo que le permitió eludir la normativa electoral y eso le ayudó a ganar visibilidad.
El CSAT también afirmó que Rumanía se ha convertido en un “objetivo prioritario para acciones hostiles” por parte de Rusia.
Ese mismo día, el Tribunal Constitucional ordenó un nuevo recuento de los 9,4 millones de votos emitidos, desencadenando una tormenta política y fuertes críticas incluso de los partidos proeuropeos de centroderecha. El Kremlin ha negado estar interfiriendo.
Georgescu pasó de tener unos 30.000 seguidores en TikTok en setiembre a acumular 360.000 en estos días. En esta plataforma su contenido se viralizó de forma organizada, a menudo impulsado por ‘hashtags’ y campañas de ‘influencers’.
Analistas del Think Tank Expert Forum citados por la agencia Efe sostienen que esa viralización fue “artificial” y se basó en una campaña bien organizada. Este tipo de campañas suelen costar mucho dinero y Georgescu sostiene que no gastó nada.
El martes 3, TikTok tuvo que defender en el Parlamento Europeo las medidas que ha adoptado para combatir la desinformación en la primera vuelta de las elecciones presidenciales de Rumanía y negó que favoreciese a Georgescu.
“Todos los candidatos fueron considerados en el sistema sin diferencias entre los independientes y los que formaban parte de un partido”, dijo la jefa global de Producto, Autenticidad y Transparencia de TikTok, Brie Pegum, ante la Comisión de Mercado Interior y Protección del Consumidor de la Eurocámara.
Pegum aseguró que la plataforma ha eliminado más 66.000 cuentas falsas en Rumanía, 7 millones de ‘me gustas’ falsos, 10 millones de seguidores falsos y alrededor de 1.000 cuentas que suplantaban los perfiles de candidatos a los comicios.
La situación de TikTok se complicó más este miércoles 4, cuando el Servicio Rumano de Inteligencia (SRI) confirmó que la campaña presidencial de Georgescu estuvo respaldada por una estrategia de injerencia con un “modo de operar de un actor estatal”.
Según documentos presentados la semana pasada en una reunión del Consejo Supremo de Defensa del País (CSAT), se movilizó una red de cuentas en redes sociales y se utilizaron estrategias avanzadas de desinformación para amplificar la presencia de Georgescu en el tramo final de los comicios.
El SRI reveló que una red de 25.000 cuentas de TikTok fue activada dos semanas antes de la primera vuelta. Muchas de estas cuentas habían sido creadas en 2016, aunque su actividad fue mínima hasta noviembre de 2024, cuando se movilizaron para promover a Georgescu, reporta la agencia Efe.
Los informes de inteligencia también detallan que la “agresiva promoción” de Georgescu recibió financiación externa no declarada de más de un millón de euros. TikTok reconoció pagos de 381.000 dólares durante un mes, realizados a través de la plataforma FameUP para ‘influencers’ que compartían videos políticos.
Erick Iriarte, abogado especialista en derecho digital, destaca que TikTok existe desde hace ocho años y que otras redes sociales, como YouTube, Twitter, Facebook, también han sido cuestionadas por hechos similares. Sin embargo, considera que la premisa de que TikTok está funcionando mal es equivocada y que en realidad cada vez son más los usuarios, de diferente tendencia política, que aprenden a utilizar mejor los algoritmos de búsquedas y de colocación de información, lo que le da una mayor vitrina a las personas que ellos siguen.
“Ahora, lo que ha hecho el candidato Georgescu es hacer una campaña fundamentalmente equilibrando el tema de redes sociales, sobre todo TikTok, con su presencia, es más, con un discurso que es bastante populista que es bastante común ahora, sobre todo en Europa, donde hay varias candidaturas bastante similares a la suya. Incluso esas candidaturas no difieren mucho de lo que ocurre en América Latina con Milei u otros candidatos similares”, dice a El Comercio.
Una polémica más
Esta es la última de una serie de controversias que salpican a TikTok. Tan solo en Europa la popular aplicación de videos ha enfrentado investigaciones por sus características y el manejo de sus criterios de seguridad.
En agosto, TikTok acordó retirar una función de recompensas que generó preocupaciones en la Unión Europea debido a su potencial para fomentar el tiempo excesivo frente a la pantalla, particularmente entre los niños.
Fue la primera resolución de una investigación bajo la amplia Ley de Servicios Digitales de los 27 países de la UE, que entró en vigor en febrero y tiene como objetivo garantizar un “entorno en línea seguro y responsable” al regular a las grandes plataformas digitales.
La UE también abrió una investigación contra TikTok centrada en las preocupaciones sobre la protección de los menores, la transparencia publicitaria, el acceso a los datos para los investigadores y la mitigación de los riesgos de “adicción conductual” y contenido dañino.
En el 2023, la Comisión Europea decidió prohibir el uso de TikTok en los dispositivos corporativos de sus empleados y en los dispositivos personales afiliados como medida de protección frente a las acciones y amenazas de ciberseguridad.
“Creo que toda herramienta digital requiere mecanismos de control. En la medida que la Unión Europea ha establecido que hay ciertas redes a las que le da una categoría especial por los servicios digitales que brinda y éstas aceptan la jurisdicción aplicable en la Comisión Europea, pues evidentemente estas redes tienen una afectación”, dice Iriarte.
Sin embargo, enfatiza que la Unión Europea no tiene un control de contenidos, sino que es bastante libertaria en la utilización de las redes como un tema de libertad de expresión. “Lo que la UE hace es trasladar las responsabilidades por las malas utilizaciones de las plataformas a las plataformas en concreto y a las herramientas tecnológicas, porque estas plataformas tienen oficinas en Europa donde pueden ser sancionadas efectivamente. Creo que el fenómeno no es la Unión Europea controlando contenidos, es la Unión Europea controlando el uso de las aplicaciones, de las plataformas, y, en efecto, reclamándoles por lo que considera que puede hacer una mala afectación”, apunta.