Varias explosiones agitaron Kiev y otras áreas de Ucrania el sábado, dejando al menos un muerto e hiriendo a 14 más, en un indicio de que el ritmo de los ataques rusos se intensificó antes del Año Nuevo.
A pesar de ello, algunos ucranianos desafiaron el peligro y regresaron al país con el fin de reunirse con sus familias para las fiestas navideñas.
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Funcionarios ucranianos dijeron que Rusia está atacando deliberadamente a civiles, intentando crear un ambiente de temor para despedir el año sombríamente y dar paso a un sangriento 2023.
La primera dama Olena Zelenska expresó rabia de que ataques tan masivos con misiles se perpetraran justo antes de las celebraciones de Año Nuevo.
“Arruinar la vida de otros es un hábito asqueroso de nuestros vecinos”, dijo.
Las explosiones también sucedieron a un ritmo inusualmente acelerado, uno que alarmó a funcionarios apenas 36 horas después de que Rusia lanzara una serie de misiles el jueves para dañar las instalaciones de infraestructura energética.
El canciller ucraniano Dmytro Kuleba hizo notar la gran cantidad de muertes de civiles de esta ofensiva más reciente: “esta vez, el ataque con misiles masivo de Rusia está enfocándose deliberadamente en áreas residenciales, ni siquiera en la infraestructura energética”.
La explosión mortal en la capital ucraniana ocurrió entre edificios residenciales de varias plantas del distrito Solomianskyi. Una persona herida en los ataques se encuentra en estado crítico, manifestó el alcalde de la ciudad Vitali Klitschko. Dijo que dos escuelas resultaron dañadas, incluido un jardín de niños.
Varios edificios residenciales e infraestructura civil resultaron dañados en Kiev el sábado por la tarde, parte de los ataques masivos en todo el país. Un alto funcionario de la presidencia, Kyrylo Tymoshenko, publicó fotos y video de un hotel de seis pisos en Kiev parcialmente desplomado. Klitschko dijo que un periodista japonés estaba entre los lesionados en la capital.
Rusia lanzó 20 misiles crucero sobre Ucrania el sábado por la tarde, de los cuales las fuerzas ucranianas derribaron 12, según el jefe de las fuerzas armadas ucranianas, el general Valerii Zaluzhnyi.
El presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy publicó un breve discurso en video después de que Rusia lanzara misiles crucero en Nochevieja sobre Ucrania, en el que afirmó que el presidente ruso Vladimir Putin “está ocultándose detrás de las fuerzas armadas, detrás de los misiles, detrás de los muros de sus residencias y palacios”. Dirigiéndose a los rusos, les dijo: “nadie en el mundo los perdonará por esto. Ucrania no perdonará”.
Al menos cuatro civiles resultaron heridos en la provincia Khmelnytskyi del oeste de Ucrania, según el gobernador regional Serhii Hamalii. Seis personas sufrieron lesiones en Mykolaiv, una región del sur.
El gobernador de Mykolaiv, Vitalii Kim, dijo que los rusos estaban atacando a civiles más de forma más directa que sólo atacando infraestructura, como solían hacerlo en el pasado.
“En muchas ciudades, áreas residenciales, hoteles o sólo caminos y garajes han sido afectados”, escribió en Telegram.
En la región de Zaporiyia, a consecuencia de un ataque con misil, dos casas fueron destruidas y unas ocho dañadas. Cuatro personas también resultaron heridas, entre ellas una mujer embarazada y una niña de 14 años, dijo el gobernador regional Oleksandr Starukh.
Incluso cuando la guerra de Ucrania que Rusia inició hace 10 meses continúa sin fin a la vista, para algunas familias el Año Nuevo es una oportunidad para reunirse, aunque brevemente, después de meses de estar separados.
En la estación central de trenes de Kiev el sábado por la mañana, Mykyta, todavía en su uniforme, sostenía firmemente un ramo de rosas rosas mientras esperaba en la plataforma 9 a que su esposa Valeriia llegara de Polonia. Tenía seis meses sin verla.
“En realidad fue muy difícil, sabes, esperar tanto tiempo”, le dijo a The Associated Press después de abrazar y besar a Valeriia.
Cerca de ahí, otro soldado, Vasyl Khomko, de 42 años, se reunió alegremente con su hija Yana y su esposa Galyna, las cuales han estado viviendo en Eslovaquia debido a la guerra pero regresaron a Kiev para pasar la Nochevieja juntos.
En febrero, padres, esposos e hijos tuvieron que quedarse atrás mientras sus esposas, madres e hijas abordaban trenes con niños pequeños en busca de seguridad fuera del país. Escenas de las tristes separaciones llenaron las pantallas de televisión y las primeras planas de periódicos de todo el mundo.
Pero en el último día del año marcado por la brutal guerra, muchos regresaron a la capital para pasar la Nochevieja con sus seres queridos, pese a los continuos ataques rusos.
Debido a que la ofensiva de Moscú sigue impactando suministros energéticos, dejando a millones de personas sin electricidad, no se anticipan grandes celebraciones y habrá toque de queda cuando el reloj toque las campanadas del Año Nuevo. Pero para la mayoría de los ucranianos estar con sus familias es un lujo.
En un principio Valeriia intentó refugiarse del conflicto en España, pero luego se mudó a Polonia. Al preguntársele cuáles eran sus planes para la Nochevieja, simplemente respondió: “Sólo estar juntos”.
La pareja se negó a dar su apellido por motivos de seguridad, ya que Mykyta ha estado combatiendo en el frente, tanto en el sur como en el este de Ucrania.
En la plataforma 8, otra pareja joven se reencontraba. La estudiante universitaria Arseniia Kolomiiets, de 23 años, ha estado viviendo en Italia. A pesar de anhelar ver a su novio Daniel Liashchenko en Kiev, Kolomiiets temía los ataques con misiles y drones de Rusia.
“Él me decía: ‘¡Por favor ven! ¡Por favor ven! ¡Por favor ven!’”, recordó. “Decidí que tener miedo es una parte, pero estar con seres queridos en las fiestas navideñas es la parte más importante. Así que superé mi temor y aquí estoy ahora”.
Aunque no tienen electricidad en casa, Liashchenko dijo que anhelan recibir el 2023 juntos con su familia y su gato.
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