El viernes 29 de noviembre, el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, dijo que estaba dispuesto a alcanzar un acuerdo de alto el fuego con Rusia si el territorio que controla actualmente quedase de inmediato “bajo el paraguas de la OTAN” y pudiese negociar la devolución del resto más adelante por la vía diplomática. El anuncio lo hizo cuatro días antes de la reunión del martes y miércoles de los cancilleres de la Alianza Atlántica celebrada en Bruselas. Sin embargo, más allá del compromiso de seguir entregando armas a Kiev, la propuesta del mandatario ucraniano no tuvo mayor eco. El país europeo sigue esperando una invitación formal y la elaboración de un calendario sobre su proceso de adhesión, mientras la guerra va inclinándose en favor de los rusos, más de dos años después del inicio de la invasión. ¿Por qué es tan difícil el ingreso de Ucrania en la OTAN?
El ministro de Relaciones Exteriores de Ucrania, Andrí Sibiga, se mostró resignado el miércoles, cuando admitió que era consciente de que su país no será aceptado en la OTAN mientras dure la guerra.
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Ucrania manifestó por primera vez su intención de ingresar en la OTAN en el año 2008, durante una reunión celebrada en Bucarest, Rumania.
En esa cumbre, los líderes de los países de la OTAN rechazaron darle a Ucrania el estatus de candidato oficial, a pesar del “firme apoyo” del entonces presidente de Estados Unidos, George W. Bush. La organización solo se comprometió a darle la bienvenida a largo plazo.
En el 2014, tras la anexión de Crimea por parte de Rusia, Ucrania relanzó su proceso de adhesión a la OTAN, que había sido interrumpido en el 2010 por el entonces gobierno del prorruso Viktor Yanukovich.
En respuesta, el entonces secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, dejó la puerta abierta para el ingreso de Ucrania, pero no anunció pasos concretos.
En febrero del 2022, después de iniciada la invasión rusa de Ucrania, el presidente Zelensky pidió “asistencia militar sin restricciones” de los países de la OTAN, que respondieron enviando armas y municiones.
Meses después, el 30 de setiembre del 2022, tras la anexión rusa de cuatro regiones ucranianas, Zelensky solicitó un proceso de adhesión “acelerado” a la OTAN. Los aliados respondieron que era imposible.
En julio del 2023, en la tan esperada cumbre de Vilna, capital de Lituania, la OTAN dijo que aceptará el ingreso de Ucrania, pero solo cuando los aliados lo decidan y el país cumpla con los requerimientos necesarios.
Además, el entonces secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, se comprometió a agilizar la adhesión de Ucrania “de un proceso de dos etapas a un proceso de una sola etapa” que pasará a depender de una decisión política.
Zelensky respondió con dureza: “Parece que no hay disposición de invitar a Ucrania a la OTAN ni de que sea miembro de la alianza. Para Rusia, esto es un incentivo para continuar con su terror”, dijo.
Por el lado de Rusia, una de las exigencias del presidente Vladimir Putin para poner fin a la guerra es que Ucrania renuncie para siempre a su pretensión de ingresar en la OTAN.
¿Por qué hay resistencia para el ingreso de Ucrania en la OTAN?
El Artículo 5 del Tratado de la OTAN establece que un ataque armado contra uno o varios países miembros de la Alianza en Europa o América del Norte se considera un ataque contra todos los miembros. Solo una vez ha sido invocado, en respuesta a los ataques terroristas del 11 de setiembre del 2001 en Estados Unidos.
Entonces, si Ucrania se une a la OTAN durante una guerra como la actual, se tendría que activar ese Artículo 5 y todos los países tendrían que entrar en guerra contra Rusia.
“En principio, los países tienen miedo a una Tercera Guerra Mundial. El hecho de que Ucrania, aunque sea una parte de su territorio, sea miembro de la OTAN, en la medida en que siempre podría haber enfrentamientos con Rusia, efectivamente las naciones pueden verse arrastrados a un conflicto global, a una Tercera Guerra Mundial. Por ello no se quiere dar ese paso de adhesión”, dijo a El Comercio el analista internacional Francisco Belaunde Matossian.
“Los países han estado avanzando de a pocos en su apoyo a Ucrania, ahora ya han autorizado el uso de los misiles de largo alcance norteamericanos contra territorio ruso, pero aceptar que Ucrania sea parte de la OTAN ya les parece demasiado peligroso, y de ninguna manera van a avalar esa propuesta”, insistió.
En plena guerra de Ucrania, Suecia y Finlandia solicitaron su adhesión a la OTAN, a lo que Putin respondió con amenazas y el anuncio del despliegue de tropas en la frontera con los finlandeses. Finalmente, el proceso de ingreso se completó y hasta ahora no hubo mayor escalada. ¿Podría finalmente pasar lo mismo con Ucrania?
“La diferencia es que Ucrania está en guerra. Para Putin no es lo mismo Suecia y Finlandia que ese país. Es verdad que Finlandia en un momento fue parte del imperio ruso y tuvo guerra con la Unión Soviética, pero no es lo mismo. Ucrania está en guerra en estos momentos y Putin quiere tener por lo menos parte del territorio ucraniano”, dijo Belaunde.
En octubre de este año, cuando ya había dejado la secretaría general de la OTAN, Jens Stoltenberg dijo que una rápida admisión de la mayor parte de Ucrania en la OTAN podría conducir al fin de la guerra.
“Donde hay voluntad, hay formas de encontrar una solución. Pero se necesita una frontera que defina dónde se invoca el Artículo 5, y Ucrania debe controlar todo el territorio hasta esa frontera”, declaró Stoltenberg al Financial Times.
“Tal vez lo dijo porque estaba de salida. No sé si lo hubiera hecho cuando todavía estaba en pleno mandato, porque evidentemente los gobiernos no piensan igual”, manifestó Belaunde.
¿Qué pasará con Trump?
Estados Unidos es el miembro más poderoso de la OTAN y el país que más ayuda militar ha otorgado a Ucrania, bajo el gobierno del demócrata Joe Biden. Sin embargo, el próximo 20 de enero el republicano Donald Trump asumirá el poder y ya adelantó que cortará los fondos para Kiev y también prometió acabar con la guerra en 24 horas, aunque no dijo cómo lo hará.
El diario estadounidense “The Wall Street Journal” informó, citando fuentes cercanas al magnate, que Trump podría querer retrasar la adhesión de Ucrania por “20 años”.
Mientras que la agencia Reuters fue más allá. De acuerdo con un análisis suyo basado en lo que han dicho los asesores de Trump, tanto en público como en privado, el próximo gobierno estadounidense estaría contemplando la eliminación de la entrada de Ucrania en la OTAN.
Además, entre las propuestas para poner fin a la guerra de Ucrania estaría la entrega de grandes extensiones de territorio ucraniano a Rusia.
“Los asesores de Trump tratarían de forzar a Moscú y Kiev a negociar con la estrategia de la zanahoria y el palo, lo que incluiría la interrupción de la ayuda militar a Kiev a menos que acceda a hablar, pero aumentando la asistencia si el presidente ruso Vladimir Putin se niega”, señaló Reuters.
Belaunde cree que tras la llegada al poder de Trump se va a cerrar de manera definitiva la posibilidad de que Ucrania ingrese en la OTAN.
“Tampoco se sabe cuál es la actitud de Trump en general con la OTAN. Encima él tiene una postura que simpatiza con Putin; el panorama es mucho peor para Ucrania. Por eso Zelensky quería que ahora se tomara una decisión sobre el ingreso de su país”, sostuvo Belaunde.
Solo ayuda militar
En la cumbre de cancilleres de esta semana, la OTAN acordó que es “prioritaria” la entrega de defensas aéreas a Ucrania, que ha solicitado al menos 19 sistemas adicionales.
El secretario general de la Alianza, Mark Rutte, manifestó que los aliados deben proporcionar a Kiev “el apoyo suficiente para cambiar la trayectoria de este conflicto de una vez por todas”, y “garantizar que, llegado el momento, Ucrania pueda negociar la paz desde una posición de fuerza”.
Rutte no mencionó una invitación formal a Ucrania a sumarse a la OTAN. Tampoco habló de un calendario específico.
Por su parte, el canciller ucraniano, Andrí Sibiga, reiteró que Ucrania ve su entrada en la OTAN como la única garantía de seguridad real.
“Somos un país en guerra contra el que Rusia lleva a cabo una agresión y es realmente difícil hablar de la posibilidad de que un país en cuyo territorio se desarrollan operaciones militares sea miembro de la OTAN”, reconoció Sibiga en una rueda de prensa en Bruselas.