Tres policías franceses serán juzgados el próximo 29 de octubre por el Tribunal Correccional de París por la mediatizada paliza que recibió un hombre peruano dentro de una comisaría del centro de París la noche del 24 de julio.
Así lo confirmaron este miércoles a EFE las abogados de la víctima y una de las letradas de la defensa.
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Dos de los agentes serán juzgados por los cargos de “violencias voluntarias cometidas por parte de personas depositarias de la autoridad pública” y un tercero, que era el responsable de la comisaría en el momento de los hechos, por “no asistencia de una persona en peligro”.
“Es muy grave lo que sucede hoy en día en las comisarías francesas”, declaró a EFE Juliette Chapelle, una de las dos abogadas del ciudadano peruano, de 42 años.
Las imágenes del circuito de vídeo-vigilancia que muestra las agresiones a Mario (nombre ficticio por el que se le conoce en los medios) tuvo una notable repercusión en Francia. En ellas, se ve a un hombre sin camiseta golpeado repetidamente por un agente, mientras el resto se ríen o no hacen nada.
“Los políticos tienen que dejar de decir que se tratan de dos manzanas podridas en la policía. Es un sistema organizado en el que los policías más jóvenes o los buenos policías no se atreven a decir la verdad por miedo”, agregó Chapelle.
La letrada contó que su cliente creyó que iba a morir durante su arresto hasta tal punto que, en un gesto desesperado, llegó a escribir “ayuda” en la pared de su celda con la sangre que le brotaba de una ceja. Por los golpes y las heridas que sufrió, los médicos prescribieron al peruano una baja de 45 días.
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Uno de los encausados esgrime defensa propia
Uno de los dos agentes en causa por las agresiones se trata de Maxime D., de 25 años. A este policía se le juzgará por haber ejercido los actos más violentos contra Mario, supuestamente usando una porra extensible.
“Mi cliente reconoce haberle roto el brazo y claro que se arrepiente de lo que ha hecho, pero hay que tener en cuenta las circunstancias. El vídeo es chocante, pero no tiene sonido. El hombre (peruano) soltó una ráfaga de insultos y amenazas contra mi cliente, que sintió miedo”, sostuvo a EFE la abogada del agente, May Sarah Vogelhut.
La letrada recordó que Mario había sido arrestado a aquella noche por “ultrajes” a un gendarme y que ya ha sido otras veces detenido por altercados con agentes del orden, normalmente bajo los efectos del alcohol.
Aunque los cargos que los dos policías juzgados por agresiones -el otro es Matthieu D., de 32 años- puedan implicar teóricamente de entre 3 a 7 años de cárcel, ambos evitarán con casi total probabilidad la prisión firme. No obstante, sí que podrían ser apartados del cuerpo por sanciones disciplinarias, temporal o definitivamente.
Julie Fragonas, otra de las abogadas de Mario, explicó que este caso ha podido llegar a un tribunal por varias casualidades, entre ellas que la grabación de la comisaría se filtrase a los medios y porque uno de los agentes que presenció las agresiones se echase marcha atrás en su testimonio.
En un primer momento, un colega de los dos encausados había respaldado durante la investigación la versión de Maxime D., quien alegaba haberse defendido ante un supuesto gesto de agresión por parte de Mario. Sin embargo, más tarde se retractó y reconoció haber mentido como manera de encubrir a su compañero.
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