Andye, una mujer oriunda de Haití y que reside en Estados Unidos, estaba en Europa cuando decidió visitar a una amiga que vive en París, Francia. Ella jamás imaginó que, durante un viaje en tren, conocería al amor de su vida.
“Me subí al metro para regresar a la casa de mi amiga donde dejé mis maletas. Y ahí es donde se metió”, dijo la mujer en conversación con la CNN.
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Cuando el vagón se quedó con menos gente, Steven, oriundo de la República Centroafricana, logró verla y, de inmediato, llamó su atención. “La encontré realmente hermosa”, recordó.
Al liberarse los asientos, ambos terminaron sentados frente a frente y sus miradas no dejaban de cruzarse. “Él se daba la vuelta para mirarme, y yo miraba hacia otro lado, y seguimos haciendo eso durante unos buenos 15 minutos, mirándonos y mirando hacia otro lado”, señaló Andye.
Cuando se bajaron del metro, Steven la ayudó con su mochila. “Me sentí un poco nerviosa porque no lo conocía y pensé en cómo probablemente podría escaparse con mi bolso”.
Esperaron la siguiente estación y, al subirse al tren, se sentaron juntos. Al empezar a conocerse, se dieron cuenta que tenían muchas cosas en común y, al dejar el transporte, intercambiaron números.
Esa misma noche, Steven le envió un mensaje a Andye y no dejaron de conversar por varias horas. Acordaron en ir a una cita y las cosas fluyeron como si ya se conocieran desde hace tiempo.
Su propia “comedia romántica”
Pese a la distancia y los compromisos que los separaba, se las arreglaron para reunirse ocasionalmente y se dieron cuenta de que eran el uno para el otro.
Cuando Andye notó que las cosas se estaban poniendo serias, le advirtió a Steven de que debía formalizar la relación. Entonces, este se comunicó con la madre de ella y le hizo saber sus sentimientos por la joven. Posteriormente, convivieron algunos meses en París y decidieron sus siguientes pasos: casarse y mudarse a Estados Unidos.
Tras una pequeña boda en Washington D. C., crearon una empresa dedicada a fabricar ropa hecha a mano con tela africana. Luego, se mudaron a Florida atraídos por el clima y la cercanía a la playa.
Ahora, tras haber cumplido el tercer aniversario de su compromiso, se dedican a viajar por el mundo y suelen contarle a otras personas sobre su historia de amor. “Honestamente, siento que estoy viviendo una comedia romántica con él”, dice Andye. “Especialmente como mujer negra, no sueles ver historias de amor internacionales con mujeres negras u hombres negros en ellas”.
“Y creo que para mí, solo a veces, cuando pienso en ello, digo: ‘Vaya, estoy viviendo mi propia comedia romántica’. No necesito verlo en la televisión, esto es todo”, concluyó.