(AFP). Cuarenta estudiantes y un sueño: convertirse en matadores profesionales. Estos nueve jóvenes de 18 años entrenan a diario en la escuela de tauromaquia más antigua de .

Y miran firmemente hacia el futuro.

"La ilusión, no, la ilusión de saber que todo el esfuerzo y el sacrificio que hago aquí entrenando y machacándome a entrenar todos los días, pues, que es por algo y por una razón, y que espero conseguirla", Carlos Ochoa, estudiante de tauromaquia.

"La verdad es que somos unos privilegiados, tener un preparador físico, psicólogo, y estar rodeados de las figuras del toreo como estamos nosotros, pues la verdad es que disfrutas en todo momentos", comenta por otra parte Ángel Tellez, otro estudiante de tauromaquia.

Cada tarde después de la escuela, los estudiantes aprenden sobre la historia del toreo y el físico del toro. Y eventualmente ingresan a la arena. 

EN ALERTA ROJA
Pero la formación está bajo amenaza luego de que el gobierno local recortara más de 65 mil dólares que proporcionaba. Ahora los toreros están en alerta roja.

"Quieren pegar un golpe bastante duro a la tauromaquia porque saben que aquí son los cimientos y es el futuro de lo que va a… de lo llegara después, de los futuros toreros", afirma Rafael de Julia, ex matador de España.

Para algunos, la tauromaquia representa arte y cultura, para otros es crueldad sin sentido. Cataluña prohibió el toreo en 2012 y algunos activistas quieren que la medida rija en todo el país.

"Los ciudadanos españoles cada vez están más de acuerdo en que maltratar y torturar a animales en una plaza de toros ha de ser prohibido. Tenemos la 75% de la población española en contra, tan solo un 8% de los españoles reconoce acudir a una plaza de toros", señala Silvia Barquero Nogales, presidenta del Partido Animalista contra el Maltrato Animal.

Pese a la crisis financiera la asistencia a los eventos se incrementó en 2014, lo que sugiere que el toreo no está por desaparecer.

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