China y el Reino Unido atraviesan un tenso episodio que ha puesto el foco en la relación entre un presunto espía de Beijing y el príncipe Andrés, cuya lista de escándalos no deja de crecer. La polémica es de tal magnitud que ya se anunció que el hermano del rey Carlos III no pasará la Navidad con la familia real británica en su mansión de Sandringham, sino que mantendrá un perfil bajo, como ya lo ha hecho en otras ocasiones, sobre todo desde que se retiró de la vida publica por su amistad con el empresario Jeffrey Epstein, acusado de abuso sexual de menores.
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La controversia sobre el espionaje chino estalló la semana pasada, luego de que un tribunal de Londres confirmara la decisión que tomaron las autoridades británicas en el 2023 de prohibir la entrada al país a un presunto espía chino, que formó vínculos en el corazón del establishment británico y anteriormente se hizo cercano a Andrés, según revelan los documentos judiciales del caso.
En los documentos, el empresario, a quien identificaron como H6, de 50 años, fue descrito como un “confidente cercano” del príncipe Andrés. El Ministerio del Interior consideró en su momento que este individuo estaba involucrado en “actividades secretas y engañosas” en favor del Partido Comunista de China y que representaba una amenaza para la seguridad nacional.
Entre las revelaciones se detalla que el príncipe Andrés invitó al presunto espía a su fiesta de cumpleaños en el 2020 y que el acusado tenía permiso para actuar en nombre del duque de York en busca de inversores chinos. El duque de York, retirado de la vida pública desde 2019, forjó una relación con el empresario cuando estaba en una situación de vulnerabilidad personal y económica.
El empresario chino fue detenido en la frontera en el 2021. En un mensaje extraído de su teléfono celular confiscado en ese entonces un consejero real le alertaba sobre cómo abordar a Andrés durante una llamada. “IMPORTANTE: gestione las expectativas. Es muy importante no establecer expectativas ‘demasiado altas’: está en una situación desesperada y se aferrará a cualquier cosa”, afirmaba.
Todo ello llevó a que los jueces concluyeran que “H6″ podría “facilitar relaciones entre altos funcionarios chinos y personalidades británicas que podrían ser explotadas” por las autoridades del país asiático. Todo ello llevó al Gobierno británico a denegar la entrada al empresario chino al Reino Unido en marzo de 2023 al considerar que suponía un peligro para la seguridad nacional.
La polémica alcanzó un nuevo nivel el lunes 16. Tras varios días de rumores el Tribunal Superior de Londres dio luz verde a revelar la identidad del empresario chino que logró entrar en el círculo íntimo del príncipe Andrés. Se trata de Yang Tengbo, quien residió por dos décadas en el Reino Unido y sigue disputando en los tribunales el veto de entrada a ese país.
En un comunicado, Yang afirmó que “no hizo nada malo ni ninguna cosa ilegal” y que fue “víctima” de un clima político cambiante. “Cuando las relaciones son buenas y se buscan inversiones chinas, soy bienvenido en el Reino Unido. Cuando las relaciones se deterioran, se adopta una postura anti-China y me excluyen”, declaró.
El empresario también afirma que durante el juicio ante la Comisión Especial de Apelaciones de Inmigración, que analiza las expulsiones por motivos de seguridad, no se le permitió acceder a las pruebas en su contra.
Por su parte, la oficina del príncipe Andrés afirmó el viernes en un comunicado que “cesó todo contacto” con el presunto espía, después de que se plantearan preocupaciones de parte del gobierno. “El Duque se reunió con el individuo a través de canales oficiales y nunca se discutió nada de naturaleza sensible”, señala el documento.
Según la BBC, Yang Tengbo nació en China en 1974. Llegó por primera vez al Reino Unido en el 2002 y estudió en Londres durante un año, antes de realizar una maestría en administración pública y políticas públicas en la Universidad de York. En el 2005 fundó la consultora Hampton Group International, una de las cinco empresas en las que cotiza públicamente como director en el Reino Unido.
China bajo la lupa
El caso ha provocado revuelo a nivel político y ha generado presión de algunos diputados, sobre todo de las filas del Partido Conservador. Iain Duncan Smith, por ejemplo, afirmó que el Gobierno chino espía ‘a simple vista’ en el Reino Unido y que el caso de este empresario “es la punta del iceberg”.
En tanto, el primer ministro británico, el laborista Keir Starmer, afirmó su “preocupación” por los desafíos que plantea China, pero defendió su postura de dialogar con Beijing.
Un portavoz de la Embajada china en Londres instó este martes 17 al Reino Unido a “detener las manipulaciones políticas contra China y dejar de socavar los intercambios” entre personas de los dos países.”Lo que realmente están haciendo es difamar a China, atacar a la comunidad china en el Reino Unido y socavar los intercambios normales entre personas” de las dos procedencias, condenó esta fuente, que apuntó que “una relación sólida y estable entre China y el Reino Unido no es un favor unilateral, sino que satisface los intereses comunes de ambas partes”.
La prensa británica señala que las autoridades del Reino Unido apuntaron en su momento que el empresario chino que estaba asociado con el Departamento de Trabajo del Frente Unido (UFWD), el brazo secreto del gobierno chino que organiza las operaciones de influencia cultural de Beijing. El UFWD ha sido vinculada a varios casos de supuesta interferencia del Estado chino en países occidentales, señala la BBC.
Marco Carrasco, docente de Estudios de Asia Oriental de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad de San Marcos, explica que el UFWD reúne a grupos e individuos que no forman parte como tal del Partido Comunista Chino, pero que sí están en una red cercana a estos para tratar de avanzar algunos los intereses del Partido Comunista.
“Sirven como una suerte de red social, son personas interconectadas y que están vinculadas a promover algún entendimiento positivo del partido. Bueno, pues en ese sentido también una visión favorable que pueda estar ahí apoyando los intereses del mismo. China niega las acusaciones, para ellos el tema del Frente Unido es una suerte de vía con la cual se busca promover la cooperación internacional y demás. Pero en lo en lo fáctico, la línea divisoria entre lo correcto y lo que ya pasa de lo normal y puede ser considerado espionaje, a veces es bastante difícil de trazar”, dice a El Comercio.
Carlos Aquino, coordinador del Centro de Estudios Asiáticos (CEAS) en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, recuerda que en el Reino Unido ya ha habido casos de presuntos espías chinos o de personas que estaban trabajando para China.
En abril de este año dos personas que trabajaban para un investigador parlamentario del Partido Conservador fueron acusados de pasar información para China. También ha habido otros casos donde se alega que espías chinos han tratado de hackear el correo de ciertos parlamentarios, en particular los que se oponen a China.
“En el Reino Unido ha habido un cambio de visión frente a China en los últimos años. La actitud frente a Beijing se ha endurecido en particular a partir de la invasión rusa a Ucrania, donde algunos ven que China apoya a Rusia. Por otro lado, algunos ven además de la interferencia política, la interferencia económica, y otros afirman que China está tratando de tener acceso a secretos tecnológicos”, señala.
El experto añade que estas acusaciones no solo se han dado en el Reino Unido, sino en otros países occidentales como Holanda y Alemania. “En los últimos años han aumentado estos alegatos. Quizás lo que podríamos decir es que China se ha convertido en un actor muy importante. Antes las agencias de contraespionaje de Europa veían a Rusia o la Unión Soviética como su principal adversario, ahora el principal adversario es China, que cada vez tiene una presencia mayor en el mundo. Entonces se ve más a China con bastante suspicacia”, explica.
Para los especialistas, si estas acusaciones escalan podrían afectar las relaciones entre ambos países, algo que no le conviene a ninguno de ellos.
Otra vez el príncipe Andrés
Entre tanto, el Reino Unido debe lidiar una vez más con las consecuencias de las relaciones que entabla el príncipe Andrés, quien fue retirado desde 2019 de la vida pública por varios escándalos
Debido a la última controversia, el hermano del rey Carlos III no pasará la Navidad con la familia real británica en su mansión de Sandringham (este de Inglaterra) para no atraer la atención, informó la BBC. Fuentes de la realeza han indicado a la cadena pública que se espera que el duque de York deje de participar en todos los eventos familiares, a fin de evitar “ser una distracción”, dado el interés mediático por sus conexiones con Yang Tengbo.
El diario británico “The Guardian” recuerda que desde el escándalo de Epstein, la entrevista del duque en Newsnight sobre un accidente automovilístico y su acuerdo extrajudicial con Virginia Giuffre, Andrés ha perdido su estatus de miembro activo de la realeza, sus patrocinios y, recientemente, el apoyo financiero del rey.
“El Palacio de Buckingham insiste en que ya no habla en nombre de Andrés, ya que es un miembro de la realeza que no trabaja. De hecho, se dice que el palacio no puede ejercer ningún control sobre cómo el duque financia su estilo de vida. Se dice que los funcionarios han llegado a la conclusión de que no tienen autoridad ni derecho legal para examinar sus asuntos financieros y que deben confiar simplemente en su palabra de que sus ingresos provienen de fuentes legítimas”, señala el medio.