(El Comercio / Giovanni Tazza)
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Milagros Asto Sánchez

Como ocurre desde hace más de tres años, la inacabable saga del mantuvo en incertidumbre a Europa durante el 2019, un panorama que promete repetirse en este 2020 en el que la agenda regional está marcada desde el inicio por el dramático divorcio. La novedad es, sin embargo, que las reglas de la separación lucen más claras, aunque no por eso el proceso se avizora más sencillo.

Después de un turbulento año en el que el Parlamento británico rechazó tres veces el acuerdo de ruptura con la Unión Europea (UE), es prácticamente un hecho que el Reino Unido abandonará finalmente la UE el 31 de enero. El contundente triunfo del Partido Conservador del nuevo primer ministro británico Boris Johnson en los últimos comicios parlamentarios fue la confirmación de que el proceso de separación seguirá su curso.

Aunque todos los ojos están puestos en el último día de enero, la llegada de esa fecha no significa que el Brexit y el desgaste político estén por terminar. Tras la consumación del divorcio, ambas partes tendrán hasta el 31 de diciembre para negociar las condiciones de sus complejas relaciones futuras.

Paulina Astroza, profesora chilena de la Universidad de Concepción (Chile) y experta en políticas europeas, señala a El Comercio que esta nueva etapa será más complicada. “El 1 de febrero, el Reino Unido ya no va a ser parte de la UE y empieza un acuerdo de transición. Así que durante el 2020 casi no se va a notar el Brexit. Pero se deberán negociar las futuras relaciones y eso se ve muy difícil de lograr en 11 meses”.

El primer ministro británico, Boris Johnson, pretende lograr un complejo acuerdo de libre comercio hasta el 31 de diciembre del 2020, fecha en la que vence el periodo de transición previsto en el acuerdo del Brexit. (Foto: Reuters)
El primer ministro británico, Boris Johnson, pretende lograr un complejo acuerdo de libre comercio hasta el 31 de diciembre del 2020, fecha en la que vence el periodo de transición previsto en el acuerdo del Brexit. (Foto: Reuters)
/ HANNAH MCKAY

El internacionalista Francisco Belaunde Matossian coincide en que el plazo fijado es muy corto. “Esas negociaciones toman dos o tres años, existe el riesgo de que si no se llega a un acuerdo en diciembre, ocurra un Brexit duro, donde no habría una relación comercial fluida. No hay duda de que el Brexit se va a producir, el asunto es en qué condiciones”, apunta.

La misma presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen, se ha mostrado muy preocupada “por el poco tiempo” disponible para las negociaciones, lo que contradice la postura de Johnson, quien se niega a pedir una prórroga para las conversaciones pasado el período de transición.

Lo que hace Johnson es tensar desde el inicio las negociaciones y eso generará mucha turbulencia e incertidumbre […] El clima tirante se va a incrementar a medida que se acerque diciembre y no haya acuerdo. Entonces, lo cierto es que el Brexit no ha terminado, está empezando”, afirma Astroza.

(El Comercio)
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La paradoja de Macron

Quien también enfrentará un año complicado es Emmanuel Macron. Durante la mayor parte del 2019 el presidente francés respondió con poco éxito a las descontroladas protestas de los ‘chalecos amarillos’ y a las huelgas contra su polémica reforma del sistema de pensiones que ya llevan un mes.

“Pero el gobierno de Macron parece mantenerse firme. Si bien está dispuesto a negociar, a retroceder en algunos puntos de su propuesta, no lo hará en otros que considera medulares, como la edad de retiro que se ha fijado en 64 años en su reforma”, apunta Belaunde.

Pese a la fuerte tensión en su país, el mandatario galo ha buscado con más ímpetu tener un mayor protagonismo en el bloque europeo. Uno de los momentos políticos más comentados del 2019 fue cuando diagnosticó muerte cerebral a la OTAN. Sin embargo, Astroza destaca que los problemas de gestión que Macron afronta en su país “evidentemente le impiden desplegar un liderazgo europeo mucho más sólido”.

El presidente de Francia, Emmanuel Macron, advirtió que continuará adelante con la reforma de las jubilaciones, pese a las protestas de los sindicatos que llevan a cabo una de las huelgas de transporte más largas del país en décadas. (Foto: Reuters)
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, advirtió que continuará adelante con la reforma de las jubilaciones, pese a las protestas de los sindicatos que llevan a cabo una de las huelgas de transporte más largas del país en décadas. (Foto: Reuters)
/ BENOIT TESSIER

Múltiples desafíos

La búsqueda de nuevos liderazgos en Europa responde, en parte, al debilitamiento político de Alemania, por años pilar de la estabilidad del continente. Luego de tres lustros, el gobierno de Angela Merkel va de salida en medio de un visible resquebrajamiento de su coalición gobernante.

Además de ver si las nuevas autoridades de la CE podrán mantener la unidad que el bloque tuvo durante las negociaciones del acuerdo de salida del Reino Unido, el 2020 trae otros desafíos.

“La Comisión Europea se ha planteado una Europa con mayor peso geopolítico, y eso la va a poner frente a Rusia y EE.UU. Por otro lado, la UE tiene un plan ambicioso sobre el cambio climático. Y a pesar de que sale menos en las noticias, la crisis migratoria también sigue”, detalla Astroza.

Todo ello mientras Rusia ejecuta su propio juego. “Vladimir Putin está muy contento con el ‘brexit’ y no puede no alegrarse por las tensiones internas en los países. Putin quiere una UE debilitada”, apunta la experta.

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