El pasado 29 de febrero, cuando faltaban menos de una semana para el decisivo supermartes, Joe Biden y Donald Trump coincidieron en Texas. En visitas simultáneas, pero separadas, el presidente demócrata y el exmandatario republicano –cuya revancha por la Casa Blanca es prácticamente un hecho– viajaron a la frontera con México, donde confirmaron que la crisis migratoria será el eje central en la carrera por la presidencia de Estados Unidos.
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Trump y Biden, que finalmente ganaron en las elecciones primarias del martes en Texas y otros estados, dijeron que tienen la fórmula para enfrentar los crecientes récords de cruces irregulares en la frontera sur, de los que, como ya es habitual, se culparon mutuamente. “Joe Biden es responsable de esta invasión”, dijo el republicano en la ciudad de Eagle Pass; mientras que, desde Brownsville, el demócrata acusó a su rival de sabotear la aprobación en el Congreso de las reformas migratorias que ha propuesto su gobierno para enfrentar la crisis.
Texas es el estado conservador más poblado y rico del país. Liderado por el gobernador republicano Greg Abbott, ha adoptado una estrategia cada vez más agresiva contra la inmigración irregular. En los últimos años, Texas ha registrado un crecimiento de detenciones y expulsiones en el frontera, que superan por mucho a las de Arizona, California y Nuevo México, los otros estados fronterizos con México.
El estado de la estrella solitaria es un claro reflejo de las tensiones y la polarización que no solo dominan la campaña presidencial estadounidense, sino que también dividen al país.
1. Una dura batalla legal contra el gobierno de Biden
Además de constantes reclamos por el manejo de la frontera, Abbott mantiene varias disputas legales con el gobierno de Biden, al que acusa de no hacer cumplir las leyes de inmigración vigentes en el país.
La fricción más importante gira en torno a la ley de inmigración de Texas –conocida como Proyecto de Ley 4 del Senado–, una severa norma estatal promulgada por Abbott en diciembre pasado que permite detener e incluso expulsar a migrantes que hayan cruzado ilegalmente la frontera desde México.
Luego de que Washington pidiera la intervención judicial al considerar que las fronteras son jurisdicción federal, la Corte Suprema del país decidió esta semana suspender la aplicación de la ley.
Mark Jones, politólogo de la Universidad de Rice, en Houston, señala que la inmigración y la seguridad fronteriza son los mayores tema de interés para los republicanos de Texas y para Abbott, que ansían continuar la racha de victorias de su partido en las elecciones estatales que se remonta a 1996.
“La mayoría de los tejanos, como los que votarán en noviembre, prefieren el enfoque de Abbott sobre la seguridad fronteriza y la inmigración que el de la Administración Biden, lo que convierte a la inmigración no solo en un tema ganador entre los votantes republicanos, sino entre todos los votantes”, apunta.
2. La pugna de Abbott con varios estados demócratas
La millonaria política de inmigración de Abbott –que implica un gasto de más de 3.000 millones de dólares anuales– incluye el despliegue de boyas y alambres de púas en las zonas más críticas entre El Paso y Ciudad Juárez, en México, así como el envío de la Guardia Nacional de Texas y la policía estatal para patrullar la frontera.
Las medidas de Abbott también lo han enfrentado con los demócratas, sobre todo luego de que el gobernador de Texas decidiera hace dos años trasladar a solicitantes de asilo a ciudades del norte gobernadas por ese partido. Nueva York es uno de los estados que ha emprendido demandas legales ante la llegada de autobuses con cientos de inmigrantes.
3. Una disputa republicana a la interna
Las elecciones primarias en Texas del martes fueron una de las más disputadas en la historia del estado, ya que enfrentaron a las facciones del Partido Republicano que compiten por prevalecer.
Jones señala que Texas está cada vez más polarizada entre los partidos republicano y demócrata, pero también dentro del Partido Republicano gobernante en el estado. “Se ha librado una guerra civil republicana durante los últimos doce años, con el ala más conservadora del partido –favorable a Trump– cada vez más en control, y el ala conservadora más moderada luchando con dificultad para cuidarse la retaguardia”, apunta.
La pugna no es exclusiva de Texas, “ya que los republicanos de todo el país y en el Congreso se involucran en una lucha por el control del partido”, afirma el diario “The New York Times”.
4. El ‘texit’, una propuesta rebelde que resuena
Mientras las tensiones políticas hierven, un grupo de ciudadanos quiere separar a Texas de Estados Unidos.
Quienes impulsan el ‘texit’ –en alusión al ‘brexit’ que separó al Reino Unido de la Unión Europea– afirman que la disputa legal entre su estado y el gobierno federal prueba que los problemas de Texas no son comprendidos y que el estado debe formar su propio país.
Texas es uno de los estados que tradicionalmente ha expresado mayor desconfianza hacia el gobierno federal y sus políticas.
MICHAEL CORNFIELD
Profesor de Política de la Universidad George Washington
- ¿Cómo refleja Texas la polarización y las tensiones que provocan las elecciones a la Casa Blanca?
Texas es un gran estado conservador con liberales en las grandes ciudades de Austin, Houston y San Antonio. Esa división rural/urbana refleja una división nacional. Texas tiene una larga historia de resistencia al poder del gobierno federal, incluso cuando los tejanos han sido presidentes o presidentes de la Cámara de Representantes. En la era moderna, eso significa que Texas se inclina hacia la derecha y al Partido Republicano. Es, además, un gran productor de petróleo y de energía solar y eólica.
- ¿Qué papel cumple la inmigración en la campaña en Texas?
Al ser el estado que tiene la frontera más larga con México y un gobierno estatal dirigido por republicanos, Texas ha sido el principal escenario de las batallas migratorias.
¿Las políticas de Greg Abbott tendrán mayor influencia?
Abbott es un provocador con ambición presidencial -para después de la candidatura Trump- por lo que hace acrobacias para llamar la atención sobre el tema y sobre sí mismo.
- ¿Qué rol tendrá Texas en la elección final?
No muy importante. Biden y los demócratas conceden Texas igual que los republicanos lo hacen en California y Nuevo México. Es el cuarto estado fronterizo, Arizona, donde la política de inmigración y otras cuestiones importan mucho más porque se espera que la votación allí sea reñida.
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