En una sala iluminada con velas reservada para ceremonias satánicas, un letrero de neón te da la bienvenida a The Little Black Chapel (La pequeña capilla negra). En un extremo de la habitación hay un altar elevado y en el suelo, frente a este, un pentagrama blanco.
El ritual que se realiza aquí es un "desbautismo", en el que los participantes rechazan simbólicamente los ritos religiosos realizados cuando eran niños.
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"Sin nombres", me dice uno de los asistentes que accedió a dejarme presenciar la ceremonia, siempre y cuando no les identifique.
Llevan una capa con capucha hasta el suelo y una máscara negra en el rostro. Sus manos están atadas con una cuerda, que luego es retirada para representar la liberación. Se arrancan páginas de una Biblia para simbolizar la anulación de su bautismo cristiano.
Está claro que la experiencia fue poderosa para ellos.
"Como niño gay, que me dijeran que era una abominación y que debería ser destruido, distorsionó mucho mi forma de pensar. Encontrar el Templo Satánico realmente me ayudó a adoptar la lógica y la empatía".
The Satanic Temple (El templo satánico) es reconocido como religión por el gobierno de Estados Unidos y tiene ministros y congregaciones en América, Europa y Australia.
Más de 830 personas compraron entradas para su convención realizada a finales de abril, denominada SatanCon.
Los miembros de este grupo dicen que en realidad no creen en un Lucifer o un Infierno literales.
En cambio, afirman que Satanás es una metáfora para cuestionar la autoridad y fundamentar sus creencias en la ciencia. Dicen que el sentido de comunidad en torno a estos valores compartidos lo convierte en una religión.
Usan los símbolos de Satanás para los rituales, por ejemplo, cuando celebran una boda o adoptan un nuevo nombre. Eso podría incluir tener una cruz de neón al revés en tu altar mientras gritas: "¡Salve, Satanás!"
Para muchos cristianos, esto es una blasfemia grave.
"Eso no es incorrecto", coincide Dex Desjardins, portavoz de The Satanic Temple. "Muchas de nuestras imágenes son inherentemente blasfemas".
"Tenemos personas que usan cruces invertidas. Y nuestra ceremonia de apertura incluyó el despedazamiento de una Biblia como símbolo de opresión, especialmente la opresión de las personas LGBTQ y de las mujeres. También de la comunidad BIPOC (acrónimo de negro, indígena y persona de color), y casi de cualquier persona que haya crecido con trauma religioso, que son una gran cantidad de nuestros miembros".
Los satánicos dicen que respetan el derecho de cada quien a elegir su fe y no están tratando de molestar a la gente.
Pero los manifestantes cristianos de muchas denominaciones se han reunido fuera del hotel, con carteles en los que advierten que serán condenados.
"Arrepiéntanse y crean en el Evangelio", insta uno. "Satanás gobierna sobre todos los hijos del orgullo", dice otro cartel en el que las letras de "orgullo" están sombreadas con los colores del arcoiris de la bandera LGBTQ.
"Esperamos mostrarle a Dios que no aceptamos esta blasfemia y que los católicos no hemos abandonado la plaza pública a los satánicos", dice Michael Shivler, un manifestante perteneciente a un grupo católico conservador.
Cuernos y auto-placer satánico
El evento ocupa todo el cuarto piso del hotel. Los satánicos lo llenan de estilo gótico andrógino, túnicas extravagantes, cuernos pintados a mano, tatuajes diabólicos y diferentes opciones de bigotes que requieren de muchos cuidados.
La mayoría de las personas aquí tienen la edad suficiente para ser padres, y varios lo son. Veo al menos un cochecito.
Se dictan conferencias, incluida una llamada "Hellbillies: satanismo visible en la América rural", y un seminario sobre el satanismo y el propio placer.
Activismo político no partidista
El activismo político es una parte central de la identidad del Satanic Temple.
Esta organización postula que la religión y el Estado deben mantenerse separados y, con frecuencia, presenta demandas ante los tribunales de EE.UU. para defender esa distinción. Su postura es seria, pero les encanta llevar la sátira y la extravagancia a la lucha.
En Oklahoma, por ejemplo, pidieron erigir una estatua satánica de 2,4 m en el Capitolio del estado cuando se colocó un monumento de los Diez Mandamientos, alegando que la Primera Enmienda exige que todas las religiones reciban el mismo trato. (Los Mandamientos fueron finalmente retirados tras una batalla judicial).
El Templo también aboga por el acceso al aborto, argumentando que todos deberían tener autonomía sobre su propio cuerpo.
A principios de este año, abrieron una clínica en línea con sede en Nuevo México, que ofrece enviar píldoras abortivas por correo.
También ha desarrollado un ritual sobre el aborto para las personas que interrumpen un embarazo, diseñado para reconfortar y que implica recitar una afirmación antes del aborto. Ellos argumentan que por razones religiosas sus miembros deben estar exentos de las prohibiciones al aborto.
Este razonamiento ha suscitado críticas en algunos sectores, como en el periódico católico National Catholic Register, que calificó el ritual de "nada más que una grotesca parodia de rituales y símbolos religiosos".
El Yellowhammer Fund, una organización que financia a personas de bajos ingresos que buscan realizarse abortos, declaró que "poner su dinero y confianza en organizaciones de base que han estado haciendo este trabajo durante décadas" es una mejor manera de apoyar el acceso al aborto.
Actividades para niños
En una sala repleta de simpatizantes, los directores de las campañas del Satanic Temple presentan actualizaciones sobre su trabajo. Los éxitos son recibidos con gritos, aplausos y la señal de los cuernos.
Otro proyecto que acapara los titulares en la prensa estadounidense es el After School Satan Club, un club de actividades extraescolares, cuyo eslogan es: "Educando con Satanás".
El Templo preferiría mantener la religión fuera de las escuelas, pero quiere contrarrestar a los grupos religiosos que vienen a evangelizar a los alumnos.
Entonces, donde la gente local lo ha pedido, intentan establecer el After School Satan Club, centrado en el servicio comunitario, la ciencia, las manualidades y el pensamiento crítico.
Los opositores dicen que está asustando a los niños, pero el Satanic Temple dice que su contenido está libre de demonios. Tienen una canción para niños, "Mi amigo Satanás", con una cabra animada que baila y cuya letra dice: "Satanás no es un tipo malvado, quiere que aprendas y te preguntes por qué. Quiere que te diviertas y seas tú mismo; y por cierto no hay infierno".
“Satanás te quiere”
Decenas de artistas y vendedores han montado puestos para vender artesanía de inspiración satánica. Tienen de todo, desde gorros con la leyenda "Satanás te quiere" hasta muñecos tejidos inspirados en el Bafomet, un símbolo satánico con cabeza de cabra y alas.
El Templo Satánico también vende sus propias camisetas. El grupo no cobra cuotas a sus miembros y se mantiene en gran medida gracias a las donaciones y la venta de productos.
Un libro para niños publicado recientemente, titulado "Goodnight Baphomet" (Buenas noches, Bafomet), genera gestos de admiración entre los transeúntes.
El código de principios rectores del Satanic Temple, los Siete Principios, prioriza la empatía, el control sobre el propio cuerpo y el respeto por las libertades de otras personas, incluida la libertad de ofender.
El texto llevo eso a un libro para niños e incluye rimas como: "Respeta el derecho a ser de todos, especialmente cuando no están de acuerdo. Si sus palabras te hacen enojar, déjalos libres, ¡no estés triste!".
Araceli Rojas, quien voló desde California para estar aquí, encuentra los principios comprensibles y fáciles de aplicar.
Ella dice que se enteró por primera vez sobre el Satanic Temple a través de TikTok en 2020.
"En ese momento lo investigué. Un poco asustada, creo, como estaría la mayoría. ¡Y realmente quería asegurarme de que no estaban sacrificando bebés! Entonces, comencé a adentrarme en la cultura y el ambiente, comencé a asistir a las reuniones... y finalmente me di cuenta de que no, no lo hacen, es solo un símbolo que usan y es gente genuinamente muy buena".
El Satanic Temple dice que aumentó la membresía de quizás 10.000 en 2019 a más de 700.000 en la actualidad.
Entre los reunidos en Boston hay funcionarios del gobierno local, médicos, ingenieros, artistas, personas en finanzas, un trabajador social, un terapeuta y un artista de circo. Muchos pertenecen a la comunidad LGBTQ. Muchos están casados con cristianos, o al menos con no satánicos.
Los miembros tienden a inclinarse políticamente hacia la izquierda, pero no hay una prueba política para unirse y el Templo no respaldará a ningún partido o candidato.
Lucien Greaves, cofundador del Satanic Temple, llega acompañado de personal de seguridad y vestido de negro.
Greaves (no es un nombre real) inició el movimiento hace una década con un amigo, Malcolm Jarry (también un seudónimo). Compartían un compromiso con la libertad religiosa y se oponían a lo que consideraban como un intento del cristianismo por influir en la legislación.
Los medios de comunicación, sobre todo en Estados Unidos, suelen presentar al Satanic Temple como unos bromistas que buscan llamar la atención y se hacen pasar por una religión, algo que él rechaza rotundamente.
"La gente duda en tomar al pie de la letra todo lo que decimos, pero creo que todo lo que decimos es bastante directo y no nos tergiversamos en absoluto".
Pero si están intentando no parecer trolls, ¿fue acertado que llamaran a su clínica abortista "Clínica de abortos satánicos de la madre de Samuel Alito", en honor al juez del Tribunal Supremo que respaldó la decisión de eliminar el derecho federal al aborto? ¿Y luego poner ese mensaje en una camiseta?
"Parte de las consideraciones fue negarnos a ceder a esa idea de que para ser auténtico todo debe ser sobrio y sin humor ", dice Greaves.
Greaves ha tenido que ajustar su vida para lidiar con los riesgos personales que enfrenta como el satánico más destacado de Estados Unidos.
"Me mudé en algún momento en los últimos cuatro años y ni siquiera recibo visitas, porque no quiero tener que mudarme de nuevo", señala.
Algunos miembros del Satanic Temple no reconocen abiertamente que pertenecen al mismo, alegando riesgos para su seguridad. Los miembros que han sido reconocidos públicamente perdieron sus trabajos, perdieron a sus hijos en batallas por la custodia y encontraron bombas falsas debajo de sus autos.
Chalice Blythe, portavoz de la campaña de derechos reproductivos religiosos del Templo, fue objeto de acoso en línea en medio de SatanCon, después de que se viralizaron imágenes de ella rompiendo una Biblia durante la ceremonia de apertura.
No es la primera vez que la amenazan. En 2016, un familiar filtró sus datos en línea y un hombre armado apareció en su casa.
"Cambiar mi nombre legal, tuve que hacer eso", señala.
En lo que a ella respecta, merece la pena. "Si mis enemigos son personas de mentalidad evangélica loca que quieren quitarme mis derechos, ése es el tipo de enemigos que estoy orgullosa de tener".
Typhon Nyx, de unos 30 años, es uno de los muchos miembros del Satanic Temple que usa un nombre alternativo en la comunidad, un "satanym", como lo llaman. Dice que pasó del ateísmo al satanismo recientemente.
"El satanismo representa todo en lo que creo", dice. "Incluyendo la autonomía corporal, la compasión, el respeto, la ciencia. Y Satanás representa a los que fueron expulsados, a los que piensan diferente. Nunca encontré que mis amigos fueran aceptados en los círculos cristianos. El atractivo de Satanás es que él es el que acepta, el que incluye y alguien con quien me puedo identificar más", dice.
“Aunque, no creo que realmente exista”, agrega.