Ernesto Ackerman, presidente de Ciudadanos Independientes Venezolanos-Americanos (IVAC), dijo desde Estados Unidos que nadie se puede alegrar por la muerte de un ser humano, aunque se trate de un dictador y violador de derechos humanos, pero que sin duda el deceso del líder de la revolución cubana Fidel Castro tendrá un impacto político-estratégico poco significativo en el régimen del presidente venezolano Nicolás Maduro, que tiene como principal aliado a Cuba.
“Todos saben que Maduro es un ‘títere’ del régimen cubano y no se prevén cambios inmediatos. La represión contra la oposición continuará y el número de presos políticos se incrementará en Venezuela. Todo indica que el dialogo entre el gobierno y los disidentes venezolanos, auspiciado el Vaticano, no llegará a ningún lado. Entonces, hay que ser muy claros: la muerte del dictador Fidel Castro no influirá en la realidad actual que se vive en Venezuela, por lo cual la lucha pacífica y constitucional para rescatar la democracia venezolana debe seguir”, comentó Ackerman.
El presidente de IVAC, organización más influyente de la disidencia venezolana en Estados Unidos, señaló que el presidente Nicolás Maduro hoy es la cara “democrática” de un “narco gobierno”, en donde la revolución bolivariana iniciada por el fallecido presidente Hugo Chávez utilizó la ideología cubana para imponer una línea dictatorial que permita a un grupo reducido tanto de militares como de políticos corruptos aprovecharse del narcotráfico.
“El estilo de gobierno que hoy existe en Venezuela no se va alterar con la muerte de Fidel. La solución radica en el urgente restablecimiento de la democracia en mi país, amén de ejercer presión internacional para la realización de elecciones transparentes y enjuiciar a los políticos ligados al narcotráfico. Lo que pase políticamente pase hoy en Cuba no nos debe alejar de nuestro objetivo central”, comentó Ackerman.
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