Washington. El republicano Lindsey Graham, un veterano senador que anunció hoy que luchará por la candidatura a la Presidencia de Estados Unidos por el Partido Republicano, esgrime un carácter de vieja escuela, orgulloso de no tener correo electrónico y reivindicar el poder militar del país.
"No tengo correo electrónico. Puedes tener todos los correos que he enviado. No he enviado ninguno", bromeó Lindsey Graham, de 59 años, recientemente en una entrevista en la cadena televisiva NBC.
Los comentarios son especialmente sorprendentes de cara a una campaña electoral en la que la actividad y presencia en las redes sociales se prevé como clave para hacer llegar el mensaje a los ciudadanos.
Sin embargo, el senador desde el 2003, que previamente fue miembro de la Cámara de Representantes durante una década, hace gala de su desconexión mediática y su poco interés por las nuevas tecnologías.
Algo que parece que no le va mal, ya que ganó sus diversas elecciones con cómodas mayorías: con un respaldo de más del 60% en el caso de la Cámara y más del 54% en el Senado.
Dentro del Partido Republicano, Lindsey Graham es considerado un representante del ala más clásica, donde encabeza el grupo de los "halcones", conocidos por su agresiva retórica a favor del poder militar de EE.UU., su decidido intervencionismo en materia exterior y un respaldo sin ambages a Israel.
En este sentido, concuerda con las perspectivas de su gran amigo, el senador por Arizona y ex candidato republicano a la Casa Blanca en el 2008 John McCain, de quien fue copresidente de su equipo nacional durante la dura campaña en la que finalmente fue derrotado por el actual presidente estadounidense, el demócrata Barack Obama.
Graham, senador por Carolina del Sur, es coronel en la reserva de la Fuerza Aérea, donde sirvió como abogado en activo entre 1982 y 1988, aspecto que no se cansa de sacar a relucir en sus intervenciones.
Es bien conocida también su locuacidad y su poca pasión por el Islam y el mundo árabe.
"Todo lo que empieza con "Al" en Medio Oriente son malas noticias", dijo Graham hace poco antes de empezar a enumerar "Al Qaeda", "Al Nusra", "Al Qaeda en la Península Arábiga", en un controvertido discurso pronunciado hace pocas semanas en Boston, sin precisar que "Al" en árabe significa el artículo definido "el".
Aunque los analistas auguran escasas posibilidades en su recorrido como aspirante a la Casa Blanca, sí que apuntan a su capacidad de influencia a la hora de marcar una agenda de agresiva política exterior y seguridad nacional durante las elecciones primarias republicanas.
No obstante, Lindsey Graham se define como un republicano seguidor de Ronald Reagan y cultiva una imagen de independencia y moderación dentro de la bancada conservadora.
De hecho, es un férreo opositor dentro de las filas republicanas del movimiento ultraconservador del Tea Party, con posiciones progresistas en materia de reforma del sistema migratorio y apertura al diálogo bipartidista que le separan de los miembros más beligerantes y jóvenes de su propio partido.
"En mi opinión, los demócratas y republicanos trabajan en conjunto demasiado poco. E intentaría cambiar eso si consigue ser presidente", sostuvo Graham al anunciar que consideraría la entrada en la carrera por la candidatura presidencial, una frase poco común entre los precandidatos conservadores.
Graham, soltero y sin hijos, es un ferviente devoto de la Iglesia Baptista, a la que sigue asistiendo semanalmente cerca de su ciudad natal Central, en Carolina del Sur.
Fuente: EFE