El lago Mead es la mayor reserva de agua de Estados Unidos, cuyo nivel ha estado descendiendo en los últimos años dejando a la vista algo macabro: la existencia de restos humanos.
El 1 de mayo las autoridades descubrieron el cuerpo de una posible víctima de asesinato dentro de un barril de metal.
MIRA: “El miedo ya no es al covid, es a lo que decidan hacer con tu cuerpo”: el pánico de una pareja argentina confinada en Shanghái
Los investigadores señalaron que el cuerpo, que fue hallado por personas que navegaban por el lago, probablemente pertenezca a alguien que murió por disparos mortales en las décadas de 1970 o 1980.
El detective Ray Spencer de la policía de Las Vegas le dijo a la prensa local que la época de la muerte fue determinada por la ropa y el calzado de la víctima, pues eran modelos vendidos en la conocida cadena de tiendas Kmart en aquella época.
Las autoridades investigan ahora el metal corroído del barril en busca de mayor evidencia.
"Va a ser un caso muy difícil", le dijo Spencer a CBS News tras ese descubrimiento. "Yo diría que es muy probable que a medida que el nivel del agua caiga encontraremos otros restos humanos", agregó.
Sus palabras parecen haber sido premonitorias.
El Servicio de Parques Nacionales, que patrulla el lago Mead, anunció el pasado fin de semana el hallazgo de otros restos humanos.
El descubrimiento fue realizado el sábado por dos hermanas que, según informó la prensa local, inicialmente pensaron que habían encontrado una roca grande.
"Al principio pensé que era un borrego cimarrón y luego comenzamos a cavar un poco y cuando descubrimos la mandíbula, nos dimos cuenta de que eran restos humanos", le dijo Lindsey Melvin a CBS.
"Durante mucho tiempo no me lo creía. Como si no pensara que realmente encontramos restos humanos", agregó su hermana Lynette Melvin.
Este lunes, la policía de Las Vegas dijo que hasta ahora no se sospecha que este segundo descubrimiento corresponda a un asesinato, pero afirmaron que proseguirán las investigaciones hasta determinar si pudo ser un homicidio o una muerte sospechosa.
Una reserva en retroceso
El lago Mead está ubicado en la frontera entre los estados de Nevada y Arizona.
Creado en la década de 1930, provee de agua potable a 20 millones de personas que residen en un área que se extiende desde Las Vegas hasta Los Ángeles.
Sus reservas han estado mermando desde el año 2000 debido a las numerosas sequías que han afectado la zona, algo que -según los científicos- ha empeorado por culpa del cambio climático.
Los recientes macabros descubrimientos se producen cuando el lago cae una vez más a su nivel más bajo desde que se llenó por primera vez.
El mes pasado, los niveles de agua en el lago Mead descendieron lo suficiente como para dejar a la vista una válvula de entrada que comenzó a suministrar agua a los clientes de la región en 1971.
En febrero, los investigadores concluyeron que la sequía en el suroeste de EE.UU. es la peor en al menos un milenio.
No todas las sequías se deben al cambio climático, pero el exceso de calor en la atmósfera está extrayendo más humedad de la tierra y empeorando las sequías.