Con carreras profesionales establecidas, las primeras damas de Estados Unidos no suelen cumplir un rol laboral cuando sus esposos llegan al poder, sino que emprenden causas vinculadas a sus trabajos. Sin embargo, con la elección de Joe Biden, se espera que su esposa, Jill, impulse y actualice el rol de una primera dama y mantenga su trabajo como profesora a tiempo completo.