Después de varias semanas de dilación, finalmente la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, presentó al equipo de siete congresistas demócratas que serán los fiscales en el juicio político contra Donald Trump.
Estos legisladores ya enviaron al Senado las dos acusaciones contra el jefe de la Casa Blanca: abuso de poder y obstrucción del Congreso. Con esta presentación, el juicio podría iniciarse en el Senado el próximo martes.
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Así se tomaría la decisión en la cámara alta de destituir o no al mandatario:
La acusación
Durante el ‘impeachment’, los 100 senadores se convierten en jurados y el juicio es presidido por el juez John Roberts, el jefe de la Corte Suprema.
La parte acusadora la representan los siete fiscales -que son los siete congresistas demócratas elegidos por Pelosi- y la defensa la asumirán los abogados de Donald Trump, que hasta ahora no han sido designados por el presidente. En el juicio, los senadores no hablan, sino que envían sus preguntas por escrito a ambas partes. Quienes presentan los argumentos son los fiscales.
En el primer día del juicio, los fiscales leen en voz alta los cargos de la acusación: abuso de poder y obstrucción al Congreso. El juez Roberts tomará el juramento a los 100 senadores a quienes se les exige “hacer justicia imparcial de acuerdo con la Constitución y las leyes”.
Las reglas
Las llamadas reglas del juego del ‘impeachment’ aún están en discusión, y es uno de los motivos por los que Pelosi retrasó la presentación de los fiscales. El líder de la minoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, aún debe establecer los procedimientos con su bancada. Lo que es seguro es que el partido de Trump quiere un juicio corto porque saben que cuentan con los votos necesarios para desestimar la acusación.
McConnell también ha mencionado que una primera fase incluiría argumentos de la fiscalía y la defensa y luego un período de preguntas escritas de los senadores. Aún se deben proponer detalles respecto a los testigos, evidencia y duración del juicio, los que luego deben ser aprobados por una mayoría simple de 51 votos en el Senado.
McConnell ya ha dicho que pretende establecer reglas similares al ‘impechment’ de 1999 contra el entonces presidente Bill Clinton. Aquella vez, el Senado se reunía todos los días excepto el domingo. Si el juicio de Trump es similar, habrá que esperar al menos dos semanas de discusión y debate sobre quiénes serán los testigos.
Los testigos
La presentación de testigos es uno de los factores de mayor discusión entre republicanos y demócratas y es un tema no resuelto por las consecuencias que podría traer para Trump, sobre todo en plena campaña electoral. A lo largo del juicio puede haber votaciones sobre cómo se presentarán las pruebas y a qué testigos se puede llamar.
El jefe de los demócratas en el Senado, Charles Schumer, demanda que personas como el jefe de gabinete interino, Mick Mulvaney, y el ex asesor de seguridad nacional John Bolton sean llamados a testificar.
La votación
Una vez concluido el proceso, los senadores votan a favor o en contra de destituir al presidente en cada uno de los cargos del juicio político. Condenar a Trump requiere 67 votos, por lo que 20 republicanos tendrían que darle la espalda al presidente y votar junto a los demócratas para sacarlo del cargo, una posibilidad poco probable.
En el juicio a Clinton, el Senado deliberó a puerta cerrada durante tres días y cada senador pudo hablar durante 15 minutos. El proceso aquella vez duró más de un mes. Si el juicio contra Trump comienza el martes próximo, terminaría a fines de febrero.