A menos de dos horas de que entre en vigor el toque de queda, la policía de Ferguson, un suburbio de Missouri, usa gases lacrimógenos, balas de goma y bombas de estruendo para dispersar a los manifestantes, que a su vez responden arrojando coctéles de molotov contra los agentes, informan medios locales.
Desde hace más de una semana, la comunidad de Ferguson se mantiene en la calle para protestar por la muerte del joven negro Michael Brown, de 18 años, a manos de un policía blanco.
Además, el reportero del diario 'The Telegraph', Rob Crilly, informó en su cuenta de Twitter que había sido detenido y esposado por la policía.
Varios testigos han reportado a través de las redes sociales saqueos y resistencia violenta a la policía.
Hoy las autoridades impusieron un toque de queda en ferguson a partir de la medianoche por segundo día consecutivo.
Siete manifestantes fueron arrestados el domingo después de la imposición del toque de queda la noche del sábado. La policía usó bombas de humo y gases lacrimógenos para dispersar a la multitud, dijo un portavoz de la patrulla de caminos de Missouri.
Los manifestantes arrojan ladrillos a la policía.