Donald Trump sigue usando a la migración como su principal tema de campaña electoral, en medio de la pandemia del coronavirus. (AP)
Donald Trump sigue usando a la migración como su principal tema de campaña electoral, en medio de la pandemia del coronavirus. (AP)
/ Patrick Semansky
Gisella López Lenci

“Este es un juego netamente político y electoral. Es una barbaridad”, reflexiona con indignación Rodrigo López, un peruano talentoso y emprendedor que fundó una empresa nada menos que en Silicon Valley, la meca de las compañías de tecnología en .

López, cofundador de Arrivedo, una plataforma online de contenidos turísticos, no habría podido conseguir el llamado ‘sueño americano’ si Donald Trump hubiese sido presidente cuando él llegó a Estados Unidos en 1999.

Más de dos décadas después, muchos extranjeros que buscan ser contratados de manera legal por empresas estadounidenses se quedarán en el limbo, o buscarán otro destino a dónde llevar sus conocimientos e innovación tras la decisión del presidente Trump de arremeter contra la inmigración calificada.

El lunes, en su afán de dar en la yema del gusto a su base electoral, a la que espera no lo abandone en las elecciones de noviembre, el jefe de la Casa Blanca firmó una orden ejecutiva por la que se suspende hasta fin de año la emisión de las ‘green cards’ o tarjetas de residencia permanente, así como algunas visas de trabajo.

Trump busca tranquilizar a su base electoral al establecer más restricciones a la migración. (Reuters)
Trump busca tranquilizar a su base electoral al establecer más restricciones a la migración. (Reuters)
/ GORAN TOMASEVIC

¿La justificación? El galopante desempleo provocado por la pandemia del COVID-19, que ha hecho de Estados Unidos el país con más afectados y fallecidos en el mundo. La cifra no es poca cosa: del 3,5% de desempleo que había en febrero se ha pasado a 13,3% en mayo.

Según la Casa Blanca, y sobre todo su radical asesor en inmigración, Stephen Miller, los puestos de trabajo ocupados por extranjeros deben estar en manos de estadounidenses. De acuerdo a los cálculos del Gobierno, unas 525 mil personas se verán afectadas por la medida.

Trump tomó esta decisión días después de que la Corte Suprema le asestara un duro golpe al permitir la estadía en el país de los ‘dreamers’,aquellos que llegaron a Estados Unidos de manera irregular con sus padres siendo menores de edad.

Talento prohibido

Según la decisión del gobierno federal, las visas que no se emitirán en lo que resta del año son las H-1B, para trabajadores calificados; las H2-B, para trabajadores temporales; las L-1, para ejecutivos extranjeros; y las J-1, que suelen ser utilizadas por profesores y estudiantes en programas cortos de intercambio.

En las excepciones a la orden firmada por Trump está el personal sanitario que está combatiendo el coronavirus y ciertos trabajadores agrícolas, que son esenciales para el funcionamiento de la economía estadounidense. Los más afectados, sin embargo, son los empleados de empresas tecnológicas –del nivel de Google y Facebook–, además de estudiantes y académicos que aportan con sus conocimientos en las universidades estadounidenses.

Las empresas de tecnología, la mayoría basadas en Silicon Valley (California), tienen entre sus empleados a extranjeros. Muchos de ellos vienen de India o China. (Bloomberg)
Las empresas de tecnología, la mayoría basadas en Silicon Valley (California), tienen entre sus empleados a extranjeros. Muchos de ellos vienen de India o China. (Bloomberg)

“Los académicos que aplican a una H-1B que están fuera de EE.UU. ya no podrán venir a enseñar o trabajar para una universidad. No son muchos, pero son muy importantes para las universidades, así que esto quizá no afecta la cantidad, pero sí la calidad”, dijo Stephen Yale-Loehr, profesor experto en migración, a la revista “Inside Higher”.

Sarah Spreitzer, directora de Relaciones Gubernamentales del Consejo Nacional de Educación, señaló que muchas instituciones utilizan la visa H-1B para contratar a profesores extranjeros en áreas necesarias, sobre todo en ingeniería y ciencias de la computación.

Las quejas desde Silicon Valley

Las empresas de tecnología, incluyendo las más grandes, las más populares y las que más facturan, ya reclamaron en voz alta la decisión.

“La inmigración ha contribuido enormemente al éxito económico de Estados Unidos”, escribió en Twitter el jefe de Alphabet, Sundar Pichai, nacido en la India. Alphabet es la corporación de la que Google forma parte. “La inmigración ocupa un lugar central en la historia de Estados Unidos y en mi historia personal”, dijo también Susan Wojcicki, directora ejecutiva de You Tube, hija de un inmigrante polaco.

Silicon Valley, en San Francisco, donde se encuentran muchas de las sedes de estas empresas, además de varias start-ups o compañías emergentes especializadas en tecnología, dejará de recibir, sobre todo, a los miles de expertos de la India y China, quienes son los más solicitados.

La experiencia del peruano Rodrigo López lo dice todo: “Los equipos en las empresas de Silicon Valley están formados por personas de casi todas partes del mundo. Entonces, cuando se crea un producto, hay personas involucradas de casi todos los continentes. Ese producto está pensado no solo para los estadounidenses, sino para el mundo, es global. Y eso es básicamente lo que Trump está bloqueando”.

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