Emma Coronel, la esposa del antiguo líder del cartel de Sinaloa, Joaquín “El Chapo” Guzmán, salió de prisión en Estados Unidos y ha sido trasladada hasta una casa de transición donde se espera que cumpla el resto de su condena.
Coronel fue condenada en 2021 a 3 años de prisión en EE.UU. por narcotráfico y lavado de dinero, pena que ha estado cumpliendo en la cárcel federal de mínima seguridad FMC Carswell en Forth Worth (Texas).
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Ahora, según datos del Buró Federal de Prisiones, Coronel se encuentra en una casa de transición en Los Angeles, en California, y se espera que sea liberada el próximo 13 de septiembre.
Las casas de transición tienen como fin proveer a los reclusos de un ambiente seguro, estructurado y supervisado en el cual reciban asesoría y apoyo para su progresiva reinserción en la sociedad.
“El amor de la vida” de “El Chapo”
Coronel nació en Santa Clara, California, pero creció en la ranchería de La Angostura, un lugar con apenas unas decenas de habitantes en la región del norte de México conocida como “el Triángulo Dorado” del narcotráfico.
Conoció a Guzmán cuando apenas tenía 17 años y, según afirman investigadores del narcotráfico mexicano como el periodista y escritor José Reveles, se convirtió en “el amor de la vida” del capo.
La pareja tiene dos hijas mellizas.
Poco después de su detención, en febrero de 2021, Coronel se declaró culpable y cooperó con la justicia, lo que le valió una pena moderada.
Como parte de su acuerdo de culpabilidad con los fiscales, Coronel había admitido haber actuado como mensajera entre Guzmán y otros miembros del cártel de Sinaloa mientras el capo estaba recluido en la prisión mexicana del Altiplano tras su detención en 2014.
Guzmán utilizó esas comunicaciones para planear su fuga de 2015 de la prisión, al norte de Toluca (México), a través de un túnel subterráneo construido por el cártel que conducía a la ducha de su celda.