Elecciones USA: la historia de logros y tropiezos del Servicio Secreto, hoy pendiente de Joe Biden

Equipo de Biden amenaza con expulsar a Trump si se niega a dejar la Casa Blanca

Según “The Washington Post”, esta agencia del gobierno le empezaría a prestar más atención a la seguridad del demócrata.

Pero sería errado pensar que el papel de este organismo federal se circunscribe a proteger al presidente. En menor medida, otros miembros del gobierno, así como los candidatos a la presidencia también se benefician de su cuidado.

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Pero el caso de Biden es distinto. Si bien todavía se desconoce aún quién será el ganador de los comicios, todo parece apuntar que el exvicepresidente sería el nuevo inquilino de la Casa Blanca, y que podría haber problemas si es que Trump se niega a entregarle el mando.

A ello habría que sumarle que algunos grupos extremistas de derecha podrían aparecen para atentar contra el demócrata.

Joe Biden tiene planeado dirigirse varias veces a los ciudadanos de Estados Unidos desde un estrado, así que el Servicio Secreto deberá cuidar su integridad.

UNA HISTORIA DE LOGROS Y POLÉMICAS

En los últimos años, el Servicio Secreto ha sido noticia por sus tropiezos, lo que dista bastante de la reputación de sus primeros años de vida.

Fundado el 5 de julio de 1865, esta agencia inicialmente perteneció al Departamento del Tesoro. Dos años más tarde, empezó a cobrar mayor importancia y se le encomendó la detección de personas que podían cometer fraudes en contra del gobierno.

Entre los primeros en ser investigados estuvieron personas que se robaban el correo, los que elaboraban y vendían licor ilegalmente, y el Klu Klux Klan.

Fue recién en 1894 que parte del equipo del Servicio Secreto se empezó a encargar de la seguridad del presidente. El asesinato del mandatario William McKinley hizo que el Congreso pidiera que fueran más de dos miembros los que se quedaran en la Casa Blanca (a ellos se les conoce como la White House Police Force).

En 1915, se le encomendó investigar el espionaje extranjero en Estados Unidos, y con el trascurrir del siglo, empezó a apoyar en cuestiones de estafas, terrorismo y más.

Por eso es que causa tanta sorpresa que algunas personas hayan podido burlar su seguridad. En el 2017, una persona llegó hasta la puerta del edificio donde reside Trump en la Casa Blanca. Trepó las rejas del predio y nadie lo detuvo.

En el 2014 sucedió algo similar. Un veterano de guerra ingresó con un cuchillo y cruzó el jardín. Se llamaba Omar Gonzále, el hombre que finalmente entró a la mansión, abrió dos puertas, superó cinco líneas de defensa, llegó al Salón del Este (donde los mandatarios dan conferencias) y, justo cuando esaba por subir las escaleras que llevaban al dormitorio presidencial, fue detenido. En su camino, derribó a un agente.

Semanas después del caso González, se supo que el Servicio Secreto había dejado que Barack Obama compartiera un ascensor con un desconocido que portaba armas y tenía antecedentes judiciales. Un escándalo mayor.

AL SERVICIO DE LA NACIÓN

Puede parecer extraño, pero en los más de 150 años del Servicio Secreto, solo uno de sus agentes ha muerto al proteger la vida del presidente: Leslie Coffelt.

El primero de noviembre de 1950, Oscar Collazo y Griselio Torresola ingresaron a la Casa Blanca con la intención de asesinar al presidente Harry Truman. Lo hacían porque querían ver libre a Puerto Rico. La idea era matar a todos y, rápidamente, salir corriendo.

Primero Collazo disparó al agente Birdzell. El sonido hizo que toda la seguridad se congregara para repeler el ataque. Luego, Torresola disparó gravemente a Coffelt, quien aguardaba en una de las casetas de guardia.

Los terroristas estaban a punto de entrar a la mansión, sin saber que el presidente Truman no estaba allí, sino que descansaba en la casa de huéspedes. Allí fue que la valentía de Coffelt salió a relucir: aunque sangrando de gravedad, logró disparar a Torresola en la cabeza. Collazo también recibió varios disparos del resto de agentes, pero no murió.

Coffelt fue trasladado a un hospital, pero murió a las pocas horas. Fue sepultado como héroe.

SEMANAS DE PREPARACIÓN

El entrenamiento para ser parte del Servicio Secreto es de altísimo nivel. Los agentes deben probar que son buenos manejando armas, automóviles, que son capaces de reaccionar rápidamente a cualquier situación. En su centro de entrenamiento J. Rowley Training Center, de más de 121 mil hectáreas, así son las clases:

EN LA FICCIÓN

El Servicio Secreto también ha aparecido en la pantalla grande, aunque no habría que confundirlo con el FBI, organización que se desprendió de ellos y que ha llamado más la atención del séptimo arte.

Se recuerda, por ejemplo, “Wild Wild West”, cinta protagonizada por Will Smith y Kevin Kline. Allí, ambos personajes logran resolver un intrincado crimen (y destruir a una enorme araña robot) para luego ser designados como los primeros miembros del Servicio Secreto. También se puede mencionar a “Max 2: el héroe de la Casa Blanca”, que sigue las aventuras de un agenta poco común: pastor alemán. Este perro deberá ingeniárselas para evitar que secuestren al hijo del presidente de Estados Unidos.

Clint Eastwood también ha dado vida a un agente del Servicio Secreto. En “En la línea de fuego”, él da vida a Frank Horrigan, un buen oficial que vive atormentado por el fracaso de su primera misión: cuidar a John F. Kennedy. Él está a punto de retirarse cuando descubre una amenaza verdadera (que será atestada por Mitch Leary, interpretado por John Malkovich), pero nadie le hace caso. En sus últimos trabajos ha demostrado que ya no es el de antes y que no es de confiar. Pero siempre estará dispuesto a recibir un disparo dirigido al presidente. Quizás un retrato más digno de lo que es entregar la vida por la Nación.

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