El pistoletazo de salida para los republicanos en la carrera por volver a la Casa Blanca en el 2024 se dará hoy con una ausencia notoria: el principal favorito, Donald Trump. El expresidente de Estados Unidos, bastante holgado en todas las encuestas, no estará esta noche en el primer debate en Milwaukee, Wisconsin, por las elecciones primarias del Partido Republicano, aunque eso no impedirá que sea el protagonista del evento.
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Trump, en realidad, tiene problemas más importantes que atender. A pesar de las peticiones de la dirección del partido y de Fox News, cadena a cargo del cara a cara republicano, el magnate confirmó esta semana que no irá al encuentro. “El público sabe quién soy y la exitosa presidencia que tuve”, publicó en su red social Truth Social. “Por lo tanto, ¡no asistiré a los debates!”, agregó.
El expresidente de 77 años estará, más bien, enfocado en su agenda para mañana, cuando deberá responder ante la justicia en el cuarto caso penal que está en curso contra él.
Trump anunció que se entregará mañana a las autoridades de Georgia tras ser acusado en un caso penal de intento de fraude electoral por haber intentado alterar a su favor el resultado de las elecciones presidenciales del 2020 en este estado sureño.
Si bien se espera que el desarrollo del proceso eclipse el debate republicano, es un hecho que el resto de candidatos del partido conservador intentará mejorar sus opciones para acercarse a la nominación presidencial republicana.
La ausencia de Trump en el debate no es una sorpresa. “¿Por qué iba a permitir que personas que llevan el 1% o 2% y 0% (de popularidad) me estén golpeando con preguntas toda la noche?”, dijo en una entrevista en junio con el conductor de Fox News Bret Baier, que será el moderador. La agencia AP recuerda que el republicano ha criticado a Fox acusándola de imparcial e incluso ha estado sopesando varias opciones para emitir un programa a la misma hora que el debate.
En total son siete los precandidatos que han alcanzado los requisitos estipulados por el Comité Nacional Republicano, entre ellos tener 40.000 donantes únicos y obtener un mínimo del 1% de apoyo en tres encuestas nacionales.
Según los medios estadounidenses, una entrevista pregrabada del republicano con el expresentador de Fox News Tucker Carlson se publicará en las redes sociales a medida que transcurra la velada.
Para Eduardo Gamarra, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad Internacional de Florida, la ausencia de Trump se podría resumir en una idea: “las águilas no casan moscas”.
“Trump se considera más importante que los demás candidatos. Considero que él tiene mucho más que perder que ganar en ese debate. Combinados, todos los demás no llegan al 30% del electorado republicano, entonces Trump ve que no tiene sentido exponerse y formar parte de ese grupo. Además, él va a ser el tema de conversación igual”, dice a El Comercio.
¿Opción para sus rivales?
Ahora bien, ¿es el debate un saludo a la bandera o alguno de los candidatos puede sacar ventaja? Los análisis coinciden en que el cara a cara podría ser especialmente decisivo para el gobernador de Florida, Ron DeSantis, que se mantiene en segunda posición en las encuestas, aunque el apoyo a su favor ha ido disminuyendo.
“Todo el mundo debería debatir. Todo el mundo tiene la responsabilidad de ganarse los votos de la gente. Nadie tiene privilegios en este mundo, y menos que nada en la nominación republicana para presidente”, declaró DeSantis a Fox News el lunes cuando le preguntaron por Trump.
Al debate también asistirán el gobernador de Dakota del Norte Doug Burgum, el senador Tim Scott de Carolina del Sur, el ex vicepresidente Mike Pence, el empresario Vivek Ramaswamy y los ex gobernadores Chris Christie, Nikki Haley y Asa Hutchinson.
“El debate es una oportunidad para algunos, como DeSantis, para demostrar que sí sabe debatir, que sí está a la altura del desafío y a la altura de los demás candidatos. Ahora, creo que él que más piensa que puede ganar es Christie porque es el que tiene mejor preparación para debates”, dice Gamarra.
Más allá del debate, el experto el experto considera que si se busca un candidato distinto a Trump como ganador en el Partido Republicano, lo mejor que se podría hacer es reducir el número de contendores. “Si el voto sigue tan dividido Trump va a ganar la nominación sí o sí y pese a los 91 cargos en su contra”, apunta.
Por el momento los rivales de Trump le han defendido, o al menos han evitado criticarle abiertamente por sus problemas legales, y se han hecho eco de sus quejas de que el sistema judicial se ensaña con él.
La estrategia de Trump
Por el lado de Trump, es claro que su apuesta sigue siendo la victimización y que está más enfocado en su rivalidad con quien será el candidato demócrata, el presidente Joe Biden.
El magnate republicano se ha jactado abiertamente de que los procesos en su contra solo lo hacen más fuerte y no deja de afirmar que es víctima de una “caza de brujas”.
Gamarra cree que Trump va a aprovechar estos días para hacer dos cosas. “En primer lugar, se va a presentar en la corte en Atlanta y eso va a ser noticia y, en segundo lugar, él va a dar una entrevista al canal de YouTube de Tucker Carlson y eso también va a ser otra noticia. El debate republicano va a ser noticia, pero solo en Fox”, señala el experto.
Agrega que Trump tiene casi 100 cargos en su contra, múltiples abogados contratados y unos costos legales enormes, por lo que no le queda otra opción que recaudar fondos para pagar sus cuentas legales.
“Él se tiene que mantener en la contienda. Pero como él tiene más del 60% del voto republicano y Ron DeSantis en lugar de subir ha bajado, Trump sabe que en este momento tiene ganada las elecciones primarias y que las puede perder si se expone demasiado, lo que le daría fuerza a candidatos que están buscando lo que sea para ganar protagonismo”, concluye.