Dos semanas como máximo. Ese es el tiempo que se especula que podrá durar el juicio contra Hunter Biden, hijo del actual mandatario de Estados Unidos, que empezó este lunes 3 con la selección del jurado y que continúa en estos días con la presentación de testimonios -y con la presencia de la primera dama, Jill Biden (quien no es madre biológica del acusado), en el tribunal- en medio de gran expectativa.
El vástago de Joe Biden está acusado de tres delitos graves derivados de la compra de un arma de fuego en octubre del 2018: mentir a un vendedor de armas con licencia federal, hacer una falsa declaración en la solicitud al decir que no usaba drogas y conservar ilegalmente el arma de fuego durante varios días.
Los fiscales federales quieren probar ante el jurado del serio problema de Hunter Biden con las drogas, buscando revelar así la profundidad de su adicción para confirmar que seguía siendo un adicto al supuestamente mentir. Todo ello en un contexto político cargado por la realización de comicios presidenciales en noviembre, en las que su padre tentará la reelección.
La campaña electoral en Estados Unidos tiene este año un componente externo que está corriendo en paralelo y la puede afectar: los juicios que directa o indirectamente tocan a sus dos principales candidatos. Los casos contra Donald Trump y Hunter Biden no tienen relación entre sí, pero su desarrollo remarca el rol que los tribunales pueden jugar en unas reñidas elecciones. Por ahora, según una media de encuestas elaborada por el portal web FiveThirtyEight, el líder republicano aventaja a Joe Biden por 1,5 puntos.
A la espera de la sentencia que le impondrá el juez en julio, el veredicto de culpabilidad por falsificación de registros comerciales no parece hacer mella, por el momento, en la candidatura de Trump. Su equipo de campaña se ha ufanado, incluso, de que entre el jueves y viernes de la semana pasada (es decir, en las 24 horas siguientes a la decisión del jurado) recaudaron cerca de 53 millones de dólares, es decir, más de la tercera parte de todo lo que aportaron los donantes en mayo. Sus asesores dijeron que el veredicto “indignó a americanos de todos los colores” y que volcó a muchos a apoyar con donaciones.
Hunter Biden está siendo juzgado por compra y posesión ilegal de un arma en Delaware y tiene otras acusaciones pendientes ante tribunales de California por presuntos delitos fiscales. Ninguno de los cargos alcanza a su progenitor por más que los republicanos se han esforzado en buscar nexos que demostraran que el mandatario se beneficiaba de los negocios de su hijo y cobraba comisiones. Pero el proceso en curso sí puede tener impacto en su postulación y estorba los intentos de los demócratas de centrar toda la atención judicial en Trump.
Diversos analistas, sin embargo, también señalan que muchos ciudadanos del país pueden verse identificados con la batalla que libra Hunter Biden contra la adicción. “La resiliencia frente a la adversidad y la fuerza que le ha puesto a su recuperación nos inspiran, muchas familias tienen seres queridos que han superado adicciones y saben a lo que nos referimos”, declaró Joe Biden esta semana. Por cierto, los delitos de los que se acusa a su hijo son federales, así que el jefe de Estado podría indultarlo en caso de que sea condenado a prisión.