Parece un efecto dominó: una vez cayó el primero, muchos de los posibles actores dentro de la trama del narcotráfico en Honduras han comenzado a caer uno tras otro.
Primero fue Juan Antonio Hernández, quien en 2020 fue declarado culpable de tráfico de drogas y armas.
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Tony, como lo apodan, era el hermano del entonces presidente del país centroamericano, Juan Orlando Hernández, quien a su vez fue capturado a principios de este año acusado de los mismos delitos y extraditado a Estados Unidos.
Y este domingo se conocieron imágenes del arresto de Herlinda Bobadilla, alias la Chinda, por quien el gobierno de EE.UU. ofrecía una recompensa de US$5 millones a cambio de información que condujera a su captura.
Bobadilla es considerada la líder del Clan Montes Bobadilla, señalado de controlar la zona del Caribe hondureño, donde, mediante sus nexos con carteles de la droga en Colombia y México habrían logrado despachar miles de kilos de cocaína hacia EE. UU.
En el operativo murió uno de sus hijos, Tito Montes, mientras que otro de sus hijos, Juan Carlos, habría logrado huir de la presión de las autoridades, que todavía lo están buscando.
Pero la imagen de Herlinda - quien tiene 61 años y fue esposada y trasladada en un helicóptero policial desde la región de Colón, donde fue capturada, a la capital Tegucigalpa- despertó múltiples preguntas sobre su identidad.
¿Quién es cómo logró convertirse en líder de uno de los principales carteles de la droga en Centroamérica?
Una familia particular
El clan Montes Bobadilla tiene sus orígenes en Colombia, especialmente ligado al otrora famoso pero ya extinto Cartel de Cali.
Para ellos trabajaba Pedro García Montes, un hondureño encargado de pagos y otros negocios. Mientras desarrollaba esta labor, comenzó a crear zonas de carga, descarga y transporte de droga en la zona Caribe de su país.
Con el tiempo, el negocio fue creciendo. En 2004, García Montes fue asesinado en Cartagena y el control de estas operaciones en Honduras fue asumido por uno de sus familiares, Alex Adán Montes Bobadilla.
Entonces, para ayudarle a fortalecer su posición dentro del clan, Alex Adán decidió traer a su mamá a trabajar con él: Herlinda Bobadilla.
La mujer había nacido en octubre de 1961 en la localidad de Macuelizo, a unos 290 kilómetros de Tegucigalpa, pero vivía con su familia en la región de Colón, en el norte, donde se concentraban las operaciones del clan.
Según las autoridades hondureñas, Herlinda se había casado con Alejandro Montes Alvarenga y tenían seis hijos. Cuatro de ellos -Alex Adán, Alejandro (más conocido como Tito), José Carlos y Noé- se metieron de lleno a trabajar en el grupo criminal.
Ella habría colaborado activamente en varias operaciones internas del clan en la región de Colón.
Las autoridades hondureñas señalan que Herlinda Bobadilla es la propietaria de decenas de viviendas en el municipio de Limón, área de influencia del clan.
El portal periodístico Insight Crime afirma que esta región hondureña es estratégica para el transporte de la droga que traen carteles sudamericanos, especialmente de Colombia, para llevarla hasta Guatemala, donde es recogida por los carteles mexicanos que finalmente la introducen a EE.UU.
En 2014 se dio un cambio de mando tras la muerte de Alex Adán en prisión. Allí asumió el control Noé Montes Bobadilla, el tercer hijo de Herlinda, pero éste fue capturado en 2017 y extraditado a EE.UU. dos años después.
Aquí es el momento, de acuerdo con las autoridades de EE.UU., en que ella, junto a sus hijos Tito y José Carlos, toma el liderazgo del clan. No solo eso: aumenta las operaciones de transporte e incluso, de acuerdo a documentos del gobierno hondureño, se implica en la siembra de la hoja de coca para producir sus propios cargamentos.
"Sus roles de liderazgo en la organización narcotraficante Montes han crecido significativamente desde el arresto en 2017 y la extradición a Estados Unidos en 2019 del tercer hijo de Herlinda, Noé Montes Bobadilla", dice el comunicado del departamento de Estado de mayo de este año, cuando ofreció la recompensa de US$5 millones por cada uno de los tres cabecillas del clan.
Expansión y persecución
Aunque fue tras la captura de Noé y su posterior extradición cuando se dio el ascenso de Herlinda Bobadilla (también conocida como Erlinda Montes Bobadilla o alias la Chinda), lo cierto es que el gobierno de EE.UU. ya estaba detrás de ella.
En 2015, un tribunal estadounidense del estado de Virginia la había acusado a ella y a sus hijos de transporte de cocaína y otros delitos relacionados.
Es allí cuando comienza una persecución directa al clan. En 2017 ocurre la captura de Noé, pero también se inicia un proceso de extinción de dominio a las propiedades de Herlinda Bobadilla en Honduras.
Cerca de 40 propiedades, ubicadas en su mayoría en la provincia de Colón, fueron entonces incautadas por el gobierno hondureño.
Pero realmente el paso definitivo se da con la oferta de US$5 millones por cada uno de los integrantes de la familia, incluida Herlinda, el pasado 2 de mayo.
El cerco comenzó a cerrarse este fin de semana, cuando en un enorme operativo, las Fuerzas Especiales de Honduras llegaron hasta donde estaba Herlinda con sus dos hijos, Tito y José Carlos.
De acuerdo con el reporte de las autoridades, Tito murió en medio de los enfrentamientos con las Fuerzas Especiales, mientras que José Carlos logró escapar.
Luego las autoridades procedieron con la captura de su madre, quien fue esposada y enviada a Tegucigalpa, donde enfrentara cargos que van desde tráfico de droga hasta corrupción y lavado de dinero.
Pero, sobre todo, quedará a la espera de ser extraditada a EE.UU. - el país donde se encuentra su hijo Noé, quien cumple una condena de 39 años de prisión.
Desde 2014, Honduras ha entregado en extradición a al menos 31 de sus ciudadanos, que van desde miembros del clan Montes Bobadilla hasta el exdirector de la Policía Nacional, Juan Carlos Bonilla, quien fue enviado a EE.UU. la semana pasada acusado de permitir el transporte de droga dentro del país a cambio de dinero.