Cuando el reloj marque la medianoche y arranque 2018 la marihuana recreativa será legal en California y su mercado será el mayor del planeta.
Una ley aprobada en 2016 entra en vigor el 1 de enero despenaliza el cultivo, venta y consumo recreativo en este estado que de por sí es una potencia económica mundial.
Y el mundo estará atento a este gran experimento del rentable negocio del oro verde.
La firma Arcview, que hace estudios especializado del mercado del cannabis, estima que el mercado crecerá a 22.600 en 2021, de 6.700 millones en 2016.
Solo en California, calcula será de 5.800 millones en 2021, 74% del total por uso recreativo.
La transición que inicia en 2018 no será automática, tampoco sencilla.
Si bien ocho estados más la capital Washington DC ya legalizaron el uso recreativo, nada se compara a la magnitud de California.
Solo Los Ángeles concentrará el mayor mercado de cannabis del mundo.
"El primer o los dos primeros años van a ser un caos" mientras muchas ciudades determinan sus propias regulaciones y se estabiliza el mercado de oferta y demanda, pronosticó Troy Dayton, jefe de Arcview.
California ya fue pionero al legalizar la marihuana medicinal hace dos décadas.
La sustancia es considerada una droga ilegal por las autoridades federales y el gobierno del presidente Donald Trump se ha mostrado hostil sobre este tema, y abrir una cuenta bancaria ya es un problema.
- Comercio ilegal -
Según la nueva ley, cualquier persona mayor de 21 años -como con el alcohol- puede tener hasta 28,3 gramos de yerba, ya no se necesita receta médica. No se puede consumir en sitios públicos o mientras se conduce un auto; tampoco a menos de 300 metros de una escuela o un lugar con niños.
La producción, distribución y venta de marihuana requiere primero un permiso municipal y luego otro del estado.
Ciudades como San Francisco, San Diego y San José no perdieron tiempo y ya entregaron licencias a varios dispensarios que, con sus permisos estadales, podrán arrancar el primer día del año con ventas recreativas.
En Los Ángeles habrá que esperar. Jerred Kiloh por ejemplo no podrá sumarse a esta fiesta porque las autoridades comenzarán a recibir aplicaciones solo el 3 de enero.
Cat Packer, jefa del Departamento de regulación de cannabis de Los Ángeles, advirtió que el proceso "no se va a dar de la noche a la mañana".
Esa tarde de diciembre, el dispensario de Kiloh está lleno. Un hombre al salir le dice "amo tu tienda". La sala de espera tiene un aroma a yerba y dentro hay productos de todo tipo, desde flores hasta cremas, pasando por comestibles.
La gran preocupación de este empresario, que tiene una década en este negocio, es que mientras no abra a la espera del trámite, cientos de comercios estarán operando sin licencia, ofreciendo precios más atractivos para sus clientes, que pueden terminar abandonándolo.
Dispensarios se ven en cada esquina, pero es difícil saber cual es legal.
"Cerca de 80% de la industria que opera en Los Ángeles lo hace sin permiso. Hay solo 135 tiendas que pagan impuestos" y Kiloh, también es economista y presidente de la asociación United Cannabis, que representa a la mitad de ellas.
Según Arcview, en 2016 el mercado ilegal generó 5.100 millones de dólares.
- "Fluctuación loca" -
Las autoridades de Los Ángeles han dicho que trabajan en un plan para combatir el comercio ilegal. La policía por ejemplo tiene el poder de cortar luz y agua a los establecimientos irregulares.
Algunas ciudades más conservadoras simplemente prohibirán la venta.
Por otra parte, algunas proyecciones estiman un incremento de hasta 70% en el costo de los productos, primero por los nuevos impuestos estadales, de 15% de los ingresos y 10% de las ventas, que se suman al impuesto municipal (2-10%).
También influye que cada elemento en la cadena de abastecimiento necesitará una licencia: producción, distribución y venta, y elementos tecnológicos como un rastreador para cada planta.
"Veremos una fluctuación loca del precio en el primer año y el segundo", dijo Dayton.
La marihuana para uso médico será más económica y se podrá comprar en más cantidad.
Kiloh estima que para cubrir la demanda actual "hay que tener 10.000 licencias disponibles ahora mismo" en California.
Un antecedente está en el vecino Nevada, donde en julio, cuando se comenzó a vender marihuana recreativa, se tuvo que aprobar medidas de emergencia para autorizar distribuidores fuera de los límites de la ley porque no había como suplir la demanda.