Sídney [AFP]. Las tres cuartas partes de los australianos, es decir casi 18 millones de personas, se han visto afectadas por la crisis de los incendios forestales, según un estudio publicado este martes que subraya la pérdida de confianza en el gobierno.
►Retiran cargos a periodistas que informaron sobre el juicio del cardenal Pell
►Australia registra en Sídney sus lluvias más intensas en tres décadas
►Bomberos contienen el avance de los incendios hacia la capital de Australia | FOTOS
Esta encuesta, realizada por la Universidad Nacional de Australia, muestra las consecuencias para las personas de estos incendios que durante cinco meses causaron más de 30 muertos y destruyeron miles de viviendas.
“Casi todos los australianos se han visto afectados por estos incendios y muchos de nosotros sufriremos las consecuencias durante los próximos años”, explicó Nicholas Biddle, investigador de ciencias sociales.
Este estudio, realizado con una muestra de 3.000 personas, pone de manifiesto que el 14% de la población adulta, o sea casi tres millones de habitantes, se vio directamente afectado por esta crisis. Se vieron obligados a evacuar o sus casas resultaron destruidas o dañadas.
Alrededor de 15 millones de australianos se vieron afectados indirectamente por estos incendios, debido al humo tóxico o los cambios de planes que tuvieron que hacer para las vacaciones.
Este alcance, que ha sorprendido a los investigadores, será motivo de preocupación para el gobierno, acusado de no haber proporcionado las respuestas correctas a la crisis y de no preocuparse lo suficiente por el cambio climático.
Los científicos aseguran que el calentamiento global ha agravado la crisis de los incendios, especialmente virulenta este año por el clima seco y cálido.
El primer ministro conservador, Scott Morrison, fue criticado por haberse ido de vacaciones a Hawái en medio de la crisis y por negarse a reducir más las emisiones de gases de efecto invernadero.
"Solo el 27% de los encuestados declaró tener confianza o mucha confianza en el gobierno", dijo Biddle, lo que equivale a una pérdida de once puntos en tres meses.
Entre los que votaron por el gobierno en las elecciones legislativas de mayo, el apoyo a la construcción de minas de carbón cayó del 72% antes de la crisis al 57% en enero.
El gobierno es un firme defensor de la muy poderosa y lucrativa industria minera australiana.