Las dramaturgas rusas condenadas a prisión por “justificar el terrorismo” en una obra feminista

Tras ganar dos premios en el festival ruso Máscaras de Oro en el 2022 por su obra “Finist, el valiente Halcón”, la directora de teatro Yevguenia Berkovich y la dramaturga Svetlana Petriychuk, no esperaban recibir condenadas 6 años a la cárcel debido a su galardonada pieza teatral. Según activistas y organizaciones internacionales, este juicio ha sido el epítome del autoritarismo y la represión que se ha instalado bajo el gobierno de Vladimir Putin en Rusia.

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Yevguenia Berkovich, de 39 años, es una reconocida directora de teatro, dramaturga y poeta rusa. Miembro del colectivo ‘Seventh Studio’ de Kirill Serebrennikov, ha sido una figura prominente en la escena teatral de su país. Por otro lado, Svetlana Petriychuk, de 44 años, es una dramaturga, directora de teatro y guionista, también con una destacada carrera en el mundo teatral.

En el 2020, Berkovich y Petriychuk crearon juntas la obra “Finist, el Valiente Halcón”, dirigida por Berkovich y escrita por Petriychuk. Esta pieza, basada en historias reales de mujeres rusas que se casaron con islamistas radicales y se trasladaron a Siria, fue aclamada tanto por la crítica como por el público. La obra recibió dos ‘Máscaras de Oro’ en el 2022, el principal galardón ruso para las artes escénicas.

A pesar de la aclamación pública, en mayo del 2023, las artistas fueron detenidas tras ser acusadas de “apología del terrorismo” por su obra. Durante el juicio, “testigos expertos” designados por el estado ruso testificaron que la obra contiene “signos de ideología feminista radical” y glorifica a los terroristas, haciéndolos parecer “interesantes y atractivos para las niñas y mujeres”.

Berkovich y Petriychuk declararon que la obra representa una advertencia sobre lo que lleva a las mujeres rusas a convertirse en radicales islamistas. Este lunes, tras un proceso desgastante, las dos artistas fueron condenadas a 6 años de prisión.

Varios artistas rusos, activistas por la paz y organizaciones de derechos humanos han defendido públicamente a las artistas, incluyendo a Human Rights Watch que denunció las “acusaciones totalmente absurdas, en el contexto de un juicio injusto que constituye una flagrante represalia”. Dmitri Muratov, Premio Nobel de la Paz 2021 pidió que se retiraran los cargos contra las dramaturgas.

Según los defensores de las artistas, esta denuncia es un ejemplo más del autoritarismo y la falta de libertad de expresión que ha instaurado Putin.

Desde el comienzo de la guerra en Ucrania, las autoridades rusas solo han aumentado la represión de cualquier forma de oposición en el país, imponiendo multas y penas de cárcel.

En un caso similar ocurrió en abril del 2022, cuando la justicia de Rusia pidió ocho años de prisión para la artista Sasha Skochilenko, que fue arrestada en San Petersburgo por protestar contra la guerra en Ucrania.

Skochilenko fue acusada de difundir información falsa sobre el ejército después de reemplazar las etiquetas de los precios de los supermercados con lemas pacifistas.

La misma Berkovich ya había sido condenada a 11 días de detención por haberse manifestado contra la ofensiva rusa en Ucrania en febrero del 2022. Berkovich había salido a la calle con un póster que decía “no a la guerra” y también había publicado poesía contra el conflicto iniciado por Rusia.

Las detenciones de Skochilenko y Berkovich en el 2022, entre otras, se produjeron alrededor del tiempo en que las autoridades habían adoptado una ley que criminaliza cualquier expresión pública, incluyendo expresiones artísticas, sobre la guerra en Ucrania que desmintiera los mensajes propagados por el Kremlin.

Esta represión no solo se ha manifestado en detenciones. En marzo de este año, el diario “The Moscow Times” reportó que las autoridades rusas interrogaron a más de 30 artistas y activistas rusos tras allanar sus casas en vísperas de las elecciones presidenciales.

En San Petersburgo, allanaron las casas de la activista política Katrin Nenasheva, así como las viviendas de las artistas Natasha Chetverio y Sasha Blot. En Moscú, la policía allanó el departamento de Margarita Konovalova, también conocida como Rita Flores, quien es miembro del famoso grupo de punk de protesta Pussy Riot.

Aludiendo a las acciones del gobierno ruso contra los artistas, el portavoz del Servicio Europeo de Acción Exterior (SEAE) comentó que la decisión en el juicio de Berkovich y Petriychuk “es un ejemplo más del creciente control estatal sobre las instituciones culturales y de los intentos de las autoridades rusas de limitar las libertades fundamentales. Se trata de una confirmación más de la caída de Rusia en un autoritarismo desenfrenado bajo el gobierno de Putín”.

Esta declaración está alineada con el comunicado de la Unión Europea que afirma que la condena de las artistas por presunto enaltecimiento del terrorismo simplemente ejemplifica el “autoritarismo desenfrenado” de Rusia.